Oxalatos: la otra cara de algunos vegetales saludables

Las dietas modernas, especialmente aquellas sin gluten, cetogénicas o ricas en verduras de hoja verde, tienden a estar sobrecargadas de oxalatos

Plato con espinacas crudas

Plato con espinacas crudas. Foto: Louis Hansel/Unsplash.EFE

Los oxalatos son unas toxinas químicas que muchas plantas producen para defenderse y que consumidas en grandes cantidades pueden resultar perjudiciales para la salud humana, según una especialista en salud de EE. UU. .

Las dietas modernas, especialmente aquellas sin gluten, cetogénicas o ricas en verduras de hoja verde, tienden a estar sobrecargadas de oxalatos, según la nutricionista, consultora dietética y asesora de estilo de vida saludable Sally K. Norton, licenciada en Ciencias de la Nutrición y máster en Salud Pública, en universidades de EE. UU.

Alimentos saludables como espinacas, boniatos, cúrcuma, semillas de chía, frambuesas y almendras, tienen un contenido de oxalatos especialmente alto. Por ejemplo, un ‘smoothie’ (batido) de espinacas hecho con leche de almendras contiene 800-1.000 miligramos (mg) de oxalatos, cuando una cantidad segura es la de 250 mg al día, según Norton (https://sallyknorton.com).

Algunos alimentos ricos en oxalato son: nueces, cacahuetes, ruibarbo, remolacha, frijoles, bayas (moras, frambuesas, fresas, grosellas), chocolate, uva Concord, verduras de hoja verde como las espinacas y acelgas, naranjas, tofu y boniatos, según la Fundación Nacional del Riñón (NKF), de EE.UU. .

Señala que el actor Liam Hemsworth culpó públicamente, en una revista, a los ‘smoothies’ de espinacas de unos cálculos renales que sufrió en 2019 y que requirió cirugía, cuando tenía veintinueve años de edad. A partir de ese episodio tuvo que “reconsiderar qué se estaba metiendo en el cuerpo”, según esta nutricionista estadounidense.

EL CASO HEMSWORTH

Norton señala que Hemsworth fue afortunado porque logró recuperarse. Pero otras personas, cuyos casos describe en su libro ‘Superalimentos tóxicos’, sufrieron problemas de insuficiencia renal, sus riñones no se recuperaron y acabaron dependiendo de diálisis, a raíz de un elevado consumo de “alimentos saludables” con exceso de oxalatos, señala.

“Unos niveles relativamente comunes, e incluso moderados, de oxalato en una dieta habitual pueden exacerbar dolores y molestias habituales como: malestar digestivo, inflamación articular, problemas crónicos en la piel, niebla mental o problemas en el estado de ánimo, además del deterioro de la salud asociado al envejecimiento”, asegura Norton.

“Los dolorosos cálculos en el riñón están formados en un 80 por ciento por oxalato procedente en su mayoría de los alimentos que comemos”, enfatiza.

“El oxalato dietético también puede dañar cualquier sistema orgánico y provocar problemas de salud graves y crónicos. No es casualidad que los cálculos renales de Hemsworth estuvieran precedidos de malestar, depresión y apatía”, explica Norton.

“Para la mayoría de las plantas, el ácido oxálico y los cristales de oxalato son básicos para su crecimiento, supervivencia y reproducción, y son armas secretas en la guerra defensiva por evitar ser ingeridas”, señala.

Sin embargo, cuando un ser humano los consume en exceso, ello puede tener un efecto nefasto en su salud, porque los oxalatos son tóxicos, advierte Norton.

“Es sumamente fácil comer oxalato en exceso y ponerse enfermo por ello”, asegura.

“Muchos de nuestros alimentos más populares, como las patatas, los cacahuetes e incluso los llamados ‘superalimentos’ o ‘alimentos supersaludables’, como las espinacas, contienen de forma natural ingentes cantidades de estas toxinas”, añade.

El primer paso

“Reducir la ingesta de oxalato es sólo el primer paso, ya que deshacer el daño crónico causado por un exceso de estas sustancias acumulado en el cuerpo, no es un proceso instantáneo” de acuerdo a esta experta.

“La cantidad de oxalatos que los seres humanos podemos consumir sin un efecto perjudicial, si bien es variable, es sorprendentemente baja. Especialistas del riñón nos explican que un nivel de ingesta ‘normal’ y segura se sitúa dentro del intervalo de entre 150 a 200 mg al día”, añade.

“Es fácil superar la ingesta de 250 mg al día. Por ejemplo, los ‘smoothies’ de espinacas que se tomaba Liam Hemsworth por la mañana, registraban más de 1.000 mg”, puntualiza.

Explica que “la definición clínica típica de una dieta realmente baja en oxalato es inferior a 60 mg al día (20 mg o menos por comida) y éste es el objetivo utilizado para revertir la enfermedad crónica causada por depósitos de oxalato”.

“El doctor E.F. Kohman explicó que, debido a su contenido de oxalato, las espinacas […] decididamente interfieren en el crecimiento y la formación ósea […]”, según Norton.

En cambio, “las verduras con un contenido insignificante de oxalato, como los grelos, la col rizada, las hojas de mostaza y la berza, mejoran notablemente el crecimiento y la formación ósea en condiciones similares”, apunta.

“La idea categórica de que deben evitarse todas las verduras de hoja verde” es falsa, según esta nutricionista.

Sin embargo antes de comprar y consumir en grandes cantidades alimentos ricos en oxalatos, debemos considerar ¿por qué las plantas contienen estas sustancias?”, reflexiona.

“Infinidad de historias de recuperación de distintos problemas de salud, incluidos la gota y trastornos graves en los pies que sufrió Norton en carne propia —cuando era una acérrima defensora de la dieta vegetariana y los ‘superalimentos’— demuestran “el alivio de problemas desconcertantes con sólo poner menos oxalato en el carro de la compra y la licuadora”, según concluye.

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