ARTESANÍA

Las Casildas: amor transformado en arte

Casilda Heredia crea bolsos y carteras con desperdicios de papel industrial.

Cestería, macramé y pedrería. Elabora brazaletes, collares, aretes, carteras, sandalias, lámparas, cestas y lencería del hogar. Fotos: Marcos Nova

Cestería, macramé y pedrería. Elabora brazaletes, collares, aretes, carteras, sandalias, lámparas, cestas y lencería del hogar. Fotos: Marcos Nova

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Patricia AcostaSanto Domingo, RD

Se dice que todo lo que puede hacerse con las manos lleva plasmado amor. Así se refieren a las obras de artesanía. Es una manualidad que requiere de creatividad y corazón. Por eso, a quienes se entregan a esta labor se les considera artistas. Casilda es una de ellos.

Es un ser humano que transmite fortaleza, que tiene la ternura como material principal en cada una de sus creaciones. Pero no solo lo percibes. Muy segura, y con postura elegante, respondió: “Casilda Heredia es una mujer creyente en Dios, familiar, amigable, amorosa y dedicada a las cosas que le gusta hacer”.

La conversación se dio mientras tomaba café y entrelazaba ‘sus varillas’ para terminar una cartera. Lo hacía con una sonrisa en los ojos. Sí, en los ojos. Es que su pasión por lo que hace no pasa inadvertida. La refleja en todo su rostro, hasta escarcha pudo sentirse en el ambiente.

Dio el primer sorbo a su taza y comenzó a contar su historia. Hacer manualidades fue una actividad que vio hacer a su abuela materna. Después de ir a la escuela a recogerla, pasaba por talleres de costura en busca de retazos de tela, con los que hacía bolsos para sus nietos.

Casilda llegó a usar algunos para asistir a sus clases. También recuerda que, en las tardes, cuando estaba en la primaria, se quedaba para tomar clases de ‘Educación para el hogar’, una materia especial impartida por monjas en la Escuela Católica Cristo Rey, en Barahona. “Allí inició mi curiosidad y amor por las artes manuales. Pero creo que estaba en la sangre”, afirma.

‘Las Casildas’ es un proyecto que nace a través de un grupo de amigos que la motivaron a que ese arte que elaboraba con las manos, y que tenía guardado solo para ella, llegara a otro nivel. “Por siempre les estaré agradecida, por siempre. Ellos saben quiénes son. Fueron mi motivación e impulso. Con su insistencia, me enseñaron que no podía tenerlo oculto. Me demostraron que hay muchas personas que disfrutan también de este tipo de piezas. ¡‘Las Casildas’ por siempre!”, dice, emocionada.

Cada pieza es única, todas significan mucho para ella. “Es una satisfacción hermosa y una de las más grandes. Cada cartera, collar, sandalia que elaboro es un trofeo para mí y confieso que ese sentimiento de ‘satisfacción’ me llega desde que imagino el diseño, agarro un pedazo de papel y hago un boceto de lo que voy a elaborar. Lograrlo es sinónimo de alegría y gozo. Desde que lo termino, inmediatamente me lo celebro sola, en grande, y me lo aplaudo, porque pude hacerlo”, confiesa Casilda

También se dice que “ser artesano es dejar que el alma salga a la luz”. Quizás es la razón principal por la que expresa que hacerlo, para ella, es terapia. “Me desestresa. No hay calmante más relajante para mí que cuando me sumerjo en la elaboración de una pieza hecha a mano. Esa es mi máxima diversión”, agrega.

Terminó el encuentro explicando que ‘Las Casildas’ no son solo bolsos y carteras, son una serie de artículos apoyados y elaborados con papel industrializado reciclado. Llega a sus manos en hojas, que luego convierte en varillas. Después, las pinta, impermeabiliza, seca y termina entrelazando para obtener el producto final. Además, invitó a todos los lectores que crean y consumen moda sostenible a conocer más de su producto.