ENCUENTRO VERDE

Reserva de la Biosfera Jaragua-Bahoruco-Enriquillo: una oportunidad para el desarrollo sostenible

Esta área jugará un papel importante en el desarrollo turístico de la región Suroeste. Según Manuel Mateo, la nueva administración del Ministerio de Medio Ambiente tiene la voluntad de fortalecer la gestión y los trabajos de protección y vigilancia.

La región Suroeste tiene en la Reserva de la Biosfera Jaragua-Bahoruco-Enriquillo un enclave de 4,858 kilómetros cuadrados que representa uno de sus mayores tesoros ecológicos y fuente de servicios ecosistémicos.

Estos servicios permiten, a su vez, el desarrollo del ecoturismo y otras actividades económicas. Es, como dicen el ingeniero José Manuel Mateo y la bióloga Yvonne Arias en el Encuentro Verde de LISTÍN DIARIO, una gran oportunidad para iniciar el tan anhelado desarrollo sostenible que demanda la región enfocado en las necesidades de las comunidades y los recursos que poseen.

IMPORTANCIA Y APROVECHAMIENTO

José Manuel Mateo explica que una Reserva de la Biosfera es un territorio que incluye una amplia gama de ambientes y ecosistemas de la que pueden formar parte áreas que previamente han sido declaradas protegidas.

Su objetivo principal, indica, “es armonizar la conservación de la biodiversidad con las actividades económicas, productivas y de desarrollo que las comunidades que le circundan o forman parte de sus límites realizan en función de su cotidianidad social económica, a los fines de propiciar el desarrollo sostenible”. Este programa surgió como parte del capítulo el Hombre y la Biosfera (MaB) de la Unesco.

Detalla que Jaragua-Bahoruco-Enriquillo, única Reserva de la Biosfera de República Dominicana, está localizada en la frontera, en el ámbito de las cuatro provincias de la Región Enriquillo: Barahona, Pedernales, Independencia y Bahoruco.

Bahía de las Águilas.

Las zonas núcleos son los parques nacionales Jaragua, Sierra de Bahoruco y Lago Enriquillo e Isla Cabritos. La propuesta de la designación, elaborada por la entonces Secretaría de Medio Ambiente y el Grupo Jaragua, fue sometida a la Unesco en mayo del 2002 y acogida el 6 de noviembre del 2002. Para el director de Áreas Protegidas del Ministerio de Medio Ambiente, su acogida es un reconocimiento a la singularidad y elementos únicos de biodiversidad que existen en la zona, así como la necesidad de su protección como eje territorial de primer orden para proveer servicios ambientales “especialmente importantes para nuestra condición de insularidad”.

“Su designación abre espacio para obtener financiamiento que facilite la ejecución de proyectos de protección y de trabajo con las comunidades que le circundan, en un plano de conservación y uso sostenible”. Mateo señala que una de las ventajas de esta reserva es que, al combinar los patrones de producción existentes con los atractivos naturales, permite promover ofertas de ecoturismo para los mercados nacional y extranjero que involucra a los comunitarios en diversas actividades como guías o intérpretes de la naturaleza, venta de artesanía y servicios de transporte, hoteles y alimentación.

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¿SE APROVECHAN ESTAS VENTAJAS ACTUALMENTE?

Estas áreas deben ser evaluadas cada 10 años. En el 2014, resalta el experto en biodiversidad, la Unesco reconoció que se había cumplido con los objetivos y que solo faltaba “la incorporación en la gobernanza de los actores públicos y privados de la región con incidencia en la Reserva”.

Mateo añade que el Ministerio de Medio Ambiente, con el apoyo del Grupo Jaragua y la Cooperación Alemana (GIZ), diseñaron un plan que se ha aplicado por unos cinco años que incluye la designación de un equipo técnico con asiento en Barahona, denominado Unidad Coordinadora, que motoriza la gestión de la reserva acompañada de los consejos regionales y órganos colegiados formados por instituciones públicas y privadas y ONG de la Región Enriquillo.

Y sí considera que, en gran medida, se aprovechan sus recursos naturales. “El planificado desarrollo de la provincia de Pedernales, las ofertas turísticas en el Parque Jaragua, específicamente en la Laguna de Oviedo y Bahía de las Águilas, así como los circuitos hacia el Hoyo de Pelempito en el Parque Nacional Sierra de Bahoruco, y el senderismo y observación de iguanas y cocodrilos en el Parque Nacional Lago Enriquillo e Isla Cabritos, con el involucramiento como guía e intérpretes de la naturaleza de jóvenes de ambos sexos de la región, así lo revelan”, afirma Mateo.

Y agrega que varios productores de la región y dueños de negocios se aprestan al uso de la marca de la reserva para promover sus productos, comprometiéndose con el uso sostenible y conservación de la biodiversidad y beneficiándose de la reserva para divulgar ante el público sus mercancías, productos y ofertas turísticas.

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ASÍ FUNCIONA

Sobre la gobernanza, Arias dice que es clave para la gestión eficaz de una reserva de la biosfera, pues “tiene que involucrar a los actores clave, que son quienes toman decisiones de manera participativa y en un ambiente democrático”.

El MaB y el Consejo Regional de Coordinación son los órganos de gobernanza de la reserva. Puntualiza que el MaB dominicano está constituido por cuatro ministerios gubernamentales: Medio Ambiente, que lo preside; Educación, Turismo y Cultura, así como por cada asociación de municipios de la reserva, las universidades y la sociedad civil (un representante de cada consejo de gestión, del sector privado, de las ONG de conservación y el manejo de los recursos naturales y un representante de las ONG de desarrollo rural). El Consejo Regional de Coordinación, a su vez, está integrado por 19 representantes de organizaciones públicas, privadas y de la sociedad civil, entre ellos los gobernadores de las cuatro provincias de la Reserva, el Ministerio de Medio Ambiente y las alcaldías de Polo, José Francisco Peña Gómez, Jimaní y Jaragua. También las ONG de desarrollo rural y de protección del medio ambiente. “Todos fueron seleccionados acorde al decreto que creó el MaB y/o la resolución que reglamentó la metodología de selección. Cada sector eligió su representante mediante un proceso participativo”, comenta Arias.

IMPACTO EN LA GENTE

“Todas las comunidades y personas establecidas en la Reserva de la Biosfera e incluso más allá de ella son beneficiarias de los servicios ambientales que ella ofrece”, expresa Arias.

¿Cuáles son? Regulación (atmosférica, climática, amortiguación de perturbaciones, regulación y disponibilidad hídrica, sujeción y formación del suelo, regulación de nutrientes, procesado de residuos, polinización y control biológico); hábitat (provisión de refugio y criadero); producción (comida, materias primas, recursos genéticos y medicinales, y de elementos decorativos), información (estética, recreativa, artística, cultural, histórica, científica y educativa) y sustrato (vivienda, agricultura, conversión energética, minería, vertedero, transporte y facilidades turísticas). Muchos proyectos se han implementado o están actualmente en ejecución. Arias destaca el proyecto “Reducción de la pobreza multidimensional de las personas y la vulnerabilidad de los ecosistemas de la zona de influencia socioeconómica de los Parques Nacionales fronterizos de Foret de Pins y Sierra de Bahoruco en la Reserva de la Biosfera Transfronteriza de La Selle-Jaragua-Bahoruco-Enriquillo (2019-2022)”, implementado por CESAL y Grupo Jaragua. Otros programas están relacionados con el aumento de la capacidad de adaptación ecosistémica de la reserva, la conservación de especies y la cooperación binacional en favor de las relaciones domínico-haitianas en temas de medio ambiente, cambio climático y reducción de riesgos de desastres. El fortalecimiento de los mecanismos de gobernanza y el establecimiento de compromisos palpables por parte de las instituciones involucradas son, para la bióloga e investigadora, algunos de los retos que presenta la gestión de la reserva. “Para vencerlos es imprescindible la sensibilización de los funcionarios sobre la importancia de una Reserva de la Biosfera, para que integren acciones del Plan de Acción del MaB y presupuesto para alcanzar los resultados”.

DE INTERÉS

Atractivos. Además del lago más grande del Caribe (Enriquillo) y la zona con el mayor endemismo de la isla (sierra de Bahoruco), la Reserva de la Biosfera Jaragua-Bahoruco-Enriquillo cuenta con impresionantes hábitats costeros y marinos como Bahía de las Águilas, humedales como la laguna de Oviedo, grandes bosques (secos, latifoliados y pinares) y zonas de gran valor geológico como el Hoyo de Pelempito.

Impresiones sobre la Reserva Transfronteriza La Selle y Jaragua-Bahoruco-Enriquillo

Yvonne Arias: “El MaB haitiano (bajo el liderazgo de Emmanuel Philippe, del Ministerio de Medio Ambiente) y el dominicano han realizado varias reuniones en las que se ha discutido el concepto de Reserva Transfronteriza y se ha trabajado en acuerdos para impulsar la gestión de la Reserva. Los principales retos de la Reserva Transfronteriza son la conservación de la diversidad biológica, natural y cultural, la implementación de un modelo en la ordenación del territorio y experimentación del desarrollo sostenible, realizar investigación, observación permanente, educación y capacitación, y definir modelos de desarrollo sostenible al servicio de la gente”.

Manuel Mateo: “Existe una gran disposición por los actores de ambos países involucrados donde se manifiesta la necesidad ineludible de trabajar en forma conjunta, viendo la isla como un gran ecosistema, cuya suerte en su conservación, nos beneficia a todos los que habitamos en la Isla de Santo Domingo”.