INVESTIGACIÓN

Dominicanas que emigran a España rompen con el modelo patriarcal y se empoderan

El estudio ha sido un elemento determinante para que las jóvenes criollas que se establecen en España creen sus propios proyectos de vida. Foto: iStock

El estudio ha sido un elemento determinante para que las jóvenes criollas que se establecen en España creen sus propios proyectos de vida. Foto: iStock

El flujo migratorio de la mujer dominicana hacia España ha cambiado. En principio, quienes dejaban su patria para residir en el país europeo se dedicaban a labores domésticas, ya sea de limpieza o de cuido de envejecientes y niños. No obstante, tras el otorgamiento de becas para cursar maestrías en esa nación, hay una ola migratoria de jóvenes con alto capital humano que buscan conocimientos y empoderamiento.

Así lo determinó el estudio “El futuro dominicano en España: alto capital humano, empoderamiento y ruptura con los esquemas tradicionales”, realizado por Chiara Dello-Iacono, magister en Servicio Social y Políticas Sociales, quien cursa un doctorado en Sociología en la Universidad de Salamanca.

El estudio, publicado en la revista “Ciencia y Sociedad” del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec), señala que los ciclos migratorios cambian y con ellos las personas que emigran, a partir de sus circunstancias y perspectivas de vida.

“Sin duda, el proceso de empoderamiento y la situación de las mujeres dominicanas que emigran hacia España no solo es interesante desde el punto de vista sociocultural, sino que también es un fenómeno que representa una apertura hacia nuevos horizontes de conocimiento”, afirma Dello Iacono.

Las razones que las mueven

La autora de la investigación precisa que la migración no solo es el núcleo de los cambios hacia el proceso de empoderamiento, sino que es el sinónimo de ruptura con el modelo patriarcal y la cultura machista.

“La independencia de las jóvenes dominicanas no solo es económica, sino un conjunto de elementos que una vez alcanzados permiten ganar una independencia personal y una tranquilidad en un contexto social seguro”, determinó.

El estudio es la razón principal de la migración de las entrevistadas; en segundo lugar, se ubica la reunificación familiar. Las jóvenes se caracterizan por su alto capital humano, la mayoría tiene título de estudios universitarios y en algunos casos estudios universitarios superiores. Del grupo hay chicas que emigraron con becas y otras que no contaban con recursos y recurrieron a préstamos familiares para viajar.

Dello Iacono apunta que otro factor determinante de la emigración es la independencia económica, que representa el segundo elemento positivo hacia el empoderamiento. “Para una mujer joven que ya ha vivido y vive tras las sombras del machismo y del patriarcado, el ser independiente económicamente es una victoria”, puntualizó.

En la sociedad española la mujer dominicana puede vivir, tomar decisiones y buscarse la vida como mejor considere, sin una autoridad que le diga cuándo, por qué y cómo hacerlo.

“Salí de mi país gracias a una beca, me dieron esa oportunidad y me pareció estupendo. Allí no había tenido la misma oportunidad, especialmente por el nivel socioeconómico de mi familia. Antes de llegar a España, en mi país tenía dificultadas por la pobreza de mi familia. Mis padres no podían hacer frente a los gastos de mis estudios. Vivo sola y ahora trabajo como profesora de inglés. Hice toda la formación académica en España y estoy superfeliz”, explicó una de las jóvenes entrevistadas.

Según el informe, todas las entrevistadas destacaron que la vida en República Dominicana no es fácil por el tema de la inseguridad de salir a la calle después de cierta hora de la noche y por el acoso que generado por algunas prendas de vestir. En cambio, en España gozan de la tranquilidad de poder salir solas o regresar después de determinadas horas. En el trabajo de investigación 18 jóvenes se sometieron a entrevistas semiestructuras y cuestionarios sociodemográficos. Las participantes fueron clasificadas en dos grupos de edad, uno de 14 a 24 años, y otro de 25 a 38 años, de ese último hay tres madres solteras.