Mario Torroni: Trajo desde Suiza el sabor de la ‘fondue’ al país

En las cercanías de la frontera francoitalosuiza se inscriben los orígenes de la ‘fondue’, un plato que lleva el paladar y la vista al extremo, y que en República Dominicana hizo famoso el suizo Mario Torroni.

Este consiste en sumergir con un pincho pequeñas piezas de alimentos en líquidos calientes como queso derretido, aceite o chocolate, en una singular olla de barro cocido o de hierro fundido. La particularidad de este plato radica en que se sirve para compartir en el centro de la mesa, haciendo de su consumo un momento de camaradería, ya que los comensales se sirven valiéndose de un pincho metálico de dos o tres puntas, con el que introducen en el queso trozos de pan, trozos de carne en el aceite, o de frutas en la variante de chocolate.

Establecimiento

En 1995 Torroni abrió ‘Les Fondues’ y rápidamente su fama se regó como pólvora, convirtiendo la novedad en un plato que hoy día forma parte de la gastronomía nacional. Aunque no es dominicano, ha sabido bien representar el país con una propuesta que sin que pierda su esencia, ha “aplatanado” a lo local. Torroni vino muy joven a República Dominicana, por vacaciones, y regresó a su país no con mucho gusto, ya que se quería quedar. “Un corto tiempo bastó para generar amistades y querer quedarme”, expresa.

Buscó las excusas perfectas y regresó “de vacaciones”. Se quedó donde unos amigos que ya había dejado y que le dijeron que en el país había muchas oportunidades. Su tercer “viaje de vacaciones” fue el último. Aquí se quedó y decidió probar suerte, la que de verdad obtuvo, pues formó una hermosa familia.

Su mayor aporte al país lo ha hecho a través del arte culinario. Su incursión en el mundo empresarial gastronómico no fue una casualidad. “Realmente fue un sueño que cumplí junto a María Ysabel Valdes, mi esposa, quien se encarga de marcar las pautas para el servicio del restaurante”, cuenta un ser humano que no solo se siente parte del país, sino que lo representa en diversas partes del mundo donde ha tenido la oportunidad de llevar la buena cocina.

El éxito para Torroni tampoco es casual, más bien está basado en la práctica de valores que como seres humanos y profesionales tienen como prioridad cada día de labor: “Respeto, honestidad, responsabilidad, amabilidad, gratitud y optimismo son los valores que ponemos en práctica día a día, aparte de que tenemos a Dios en primer lugar en todo lo que hacemos”, indica.

Para Torroni, quien incursionó en una fábrica de queso suizo, en La Vega, lo importante es que no falten las fondues de queso gruyre, gruyre con fontina, y sus combinaciones con churrasco, salchicha y camarones. CORTESÍA DE MANUELA LORA