Kairós
Líbrame de mis pecados
Salmo Isaías 38 “Señor, detuviste mi alma ante la tumba vacía”. Mi suplica, Señor, se vuelve apremiante, líbrame de mis pecados para poder vivir en paz esta corta existencia. Mi vida contigo, Señor, no es ya un sinsentido, por esto siento una gran tranquilidad que llevaré hasta al final de los días que me quedan por vivir.