TERCER CAMINO
Si me descuido
Cada vez que me descuido
asoma la cabeza la tristeza
los ayeres se convierten en presentes
y acecha el desconsuelo mi entereza.
Cada vez que me descuido
tu presencia que existe en la memoria
se hace sentir estando sin estar
y repite en silencio nuestra historia.
Cada vez que me descuido
la forzada alegría queda a medias
y en el camino que creí ya recorrido
se devuelven mis pasos sin remedio.
Cada vez que me descuido
las golondrinas vuelven a aletear
intentando fantasear la realidad
que ni el tiempo ha logrado aceptar.
Cada vez que me descuido
aquel lobo dormido se levanta
irrumpiendo en la paz hasta ahí lograda
para dejar zarpazos en el alma.
Así aprendí a gozarme en la congoja,
A ser feliz también en la aflicción,
a aprovechar también esa nostalgía
que permite llorar... si me descuido.