Receta de paz para mamá

“El único regalo que quiero en el Día de las Madres es que se porten bien”. Esa tal vez sea una frase muy gastada, pero que no deja de cobrar sentido sobre todo en la actualidad cuando los antivalores amenazan con la desintegración familiar y el mundo se vuelve más convulso.

En esta “era de la gastronomía”, como la llama la psicóloga y terapeuta familiar, Rosa Elvira Vargas, hay una receta que puede convertirse en el mejor regalo para mamá si se prepara con los ingredientes ideales para proporcionarle una degustación que le deje en su paladar el mejor de los sabores.

Kilos de amor, varias libras de respeto, cucharadas de obediencia, abundantes gotas de confianza y una pizca de sabiduría para darle el mejor trato, son los productos que aconseja utilizar para preparar el mejor plato a la reina de la casa en su día.

“Tenemos que aprender a sazonar bien nuestros platos cuando se trata de dispensarle a nuestra madre ese obsequio que tanto anhela recibir de sus mejores chefs: sus hijos. No hay que ser un experto en la ‘cocina de la vida’ para lograr esa mezcla que dé como resultado la receta más sabrosa para mamá”, comenta Vargas.

Explica que es suficiente con que sus “cocineros” favoritos hagan uso de esos elementos nutritivos que favorecen el bienestar físico, emocional y hasta espiritual de ese ser especial para todos. “Tengan por seguro que cuando un hijo le sirve a su madre ese menú de amor, respeto, confianza, obediencia y consideración habrá logrado que ésta se sirva con la cuchara grande ese manjar, no importa en qué vajilla se lo sirva”, sostiene.

La terapeuta familiar considera que para una madre nunca será importante un costoso regalo si no viene acompañado de los ingredientes que tienen el verdadero sabor y valor para ella, como son los aspectos antes mencionados. “Así que hoy los invito a convertirse en los mejores maestros de las artes culinarias, y le preparen a mamá la receta que hoy les comparto: Amor a la reina”, dice.

Amor a la reina Ingredientes Mil kilos de afecto

100/100 de respeto

Millones de cucharadas de obediencia

Millones de chorros de responsabilidad

Gotas de confianza y sabiduría (las necesarias)

Preparación Una vez sopesados todos estos valores, se mezcla, se mueven hasta lograr compactarlo. Se lleva al horno hasta lograr la calidez del amor materno. Luego se sirve calientito para que la reina de la casa lo deguste y pase el mejor Día de las Madres.