Para todas las madres del mundo

El próximo domingo se celebra en nuestro país el Día de las Madres. Una fecha que, aunque haya perdido esplendor en los últimos años, sigue siendo festejada por quienes gustan escoger un día para halagar a mamá. Independientemente de que agasajes o no a tu progenitora, de que creas que se trata de excusa comercial o de que sientas que no basta un solo momento para demostrarle cuán grande es tu amor hacia ella la conmemoración está y, desde mi punto de vista debe ser inclusive hasta un pretexto para decirle aunque sea un “te quiero”. Hoy a propósito de esta celebración quiero llevarte a ti a una ciudad fabulosa donde puedas agradar a mamá de una forma diferente que haga que todos sus días sean para celebrar. En este lugar la mujer se respeta como se debe respetar a todo ser humano. No interviene el género. Pero ahora bien, una vez tiene hijo ocupa un espacio de relevancia en la sociedad. La violencia intrafamiliar no atenta contra la entrega fiel que la distingue cuando de cuidar y proteger a sus vástagos se trata. No hay criaturas huérfanas por la ira desenfrenada de quienes se creen dueños y señores de su vida. En esta ciudad fabulosa los regalos que recibe, no un día al año, sino siempre, se resumen a un buen trato, al aporte a su paz, a su salud física, mental y espiritual; así como a darle el lugar que merece en una sociedad donde abunda la desigualdad. Así que espero que al regresar a tu realidad, tengas resuelto el regalo que le darás a mamá el domingo y todos los días de su vida. Verás que sin invertir más que amor y respeto, le permitirás que tenga una vida plena. Ya bastante tiene con llevar sobre sus hombros un rol en el que compromete hasta su propia existencia. ¡Feliz Día de las Madres!