Kairós
Juan (10,1-10):
“Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos”.
Contrario a los inescrupulosos que solo buscan su beneficio, Jesús no explota a sus ovejas, sino que está a su servicio, da su vida por ellas, las conoce individualmente con un conocimiento amoroso.
En ese contexto, por experiencia doy testimonio que Jesús es nuestro pastor y guardián, demostrado en más de una ocasión con hechos reales.