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Educación

Adicciones en el siglo XXI

Consejo. El conferencista exhorta a los dominicanos a seguir sus sueños aquí o fuera del país, pero con la debida preparación y el deseo de superación.

Consejo. El conferencista exhorta a los dominicanos a seguir sus sueños aquí o fuera del país, pero con la debida preparación y el deseo de superación.

La adicción es una enfermedad. Lo es porque la persona que la padece pierde el control sobre ese comportamiento, continúa su uso compulsivo a pesar del daño a su salud, personal y familiar o social que causa. Así lo explicó el psiquiatra dominicano Teófilo Matos Santana, docente de la universidad de Yale y egresado de la Universidad Iberoamericana (Unibe).

El experto, quien habló sobre este tema durante su visita al país para dictar una conferencia en la casa de altos estudios, dijo que una persona adicta en etapa avanzada se aleja de sus valores e incurre en comportamientos que terminan en divorcios, desempleos, problemas legales y en otros casos enfermedad y muerte.

“Las adicciones son un asunto de todos. Los profesionales de la medicina juegan un papel primordial en identificar pacientes vulnerables y recomendar tratamiento o referimiento para prevenir el empeoramiento. Solo si entendemos la adicción como una enfermedad y un proceso complejo, con mejoras y recaídas podremos ser eficientes en su tratamiento”.

Resaltó que el paciente con adicción no es un villano, es una víctima. La adicción no representa una falla moral, es una enfermedad crónica con tratamiento. “Si disminuimos el estigma, facilitaremos el acceso del paciente al tratamiento”, sostuvo durante su participación.

A propósito de la experiencia y capacidad mostradas en la conferencia, fue importante conocer más sobre este profesional que representa al país en el ámbito internacional. De inicio, Matos Santana, especializado en Psiquiatría en la Universidad de Yale, de cuya Escuela de Medicina es docente, comentó que cuando alcanzó esta plaza buscaba sencillamente una posición de liderazgo en su profesión y obtener reconocimiento como psiquiatra en Estados Unidos. Tenía más que ver con trabajar en algo que estuviera alineado a su propósito de vida, y ejercerlo con ética y compromiso. De visita en su natal República Dominicana para ofrecer la conferencia ‘Adicciones en el siglo XXI’, habló de su experiencia como psiquiatra en los Estados Unidos, de la imagen positiva que a su entender se tiene allá de los médicos dominicanos y de cómo el haber estudiado en la Universidad Iberoamericana ha influido en su exitosa trayectoria en el extranjero.

¿Qué tal la experiencia de regresar a esta universidad como conferencista?

Se siente muy bien, regreso con mucho entusiasmo. He visto cambios y avances y me llena de satisfacción compartir con los docentes y estudiantes en una Escuela de Medicina renovada e innovadora. Estudiar en ella fue una gran experiencia. La carrera de Medicina es larga y es un reto, la casa de altos estudios siempre ofreció cierta flexibilidad y un ambiente refrescante. Recuerdo la plazoleta y las discusiones que en ella sosteníamos después de los exámenes; las rotaciones hospitalarias y cómo nos íbamos formando como profesionales de la medicina poco a poco. Recuerdo la preparación para ‘Usmle’ en la biblioteca, los viajes a la playa después de algunos exámenes. Esta universidad fue el lugar donde forjamos grandes amistades que persisten hasta hoy.

En sus años de universidad: ¿Imaginó algún día llegar a donde está hoy día? Sí, siempre supe que iba a tomar mi carrera muy en serio y tenía el plan de formarme de una manera responsable, haciendo lo que me apasiona, conservando mi identidad y esencia, adquiriendo conocimientos en un lugar que confiara en mí, en un lugar que me dejara desarrollarme de acuerdo con mis cualidades, ideales e intereses. No sabía que iba a terminar en Yale, siendo parte de la facultad. Allí me ofrecieron la oportunidad de desarrollarme en varias especialidades dentro de la Psiquiatría y estoy haciendo lo que me gusta. Me dedico a múltiples actividades clínicas y educativas, integrando la Psiquiatría y las adicciones a la medicina interna.

¿Qué lo motivó a especializarse en psiquiatría? La psiquiatría es más que medicina, pues atiende al sufrimiento humano y busca el bienestar del paciente, no solo físico, pero también emocional. Es parte de las ciencias médicas, pero también de las humanidades. En psiquiatría no contamos tanto con pruebas diagnósticas, el psiquiatra se perfecciona como profesional para entender, diagnosticar y tratar conflictos de la vida y del comportamiento humano.

¿Cómo describiría su experiencia de ejercer en el extranjero? Enriquecedora. Irse al extranjero es una decisión personal, en el país hay buenos entrenamientos y oportunidades de llevar una vida profesional activa y satisfactoria. A mí, irme me dio nuevas perspectivas, me permitió relacionarme con médicos con diferentes visiones y me expuso a un sistema de salud robusto y complejo. Me ofreció también la oportunidad de seguir una vida académica muy demandante y activa, la cual disfruto mucho.

¿El haber estudiado en Unibe facilitó el proceso de irse a EE.UU? Claro, esta fue la plataforma donde se forjó la confianza, el “sí se puede”. Siempre tuvo un currículo bien pensado y flexible, una planta física adecuada para las largas horas de estudio y, muy importante también, la universidad proveyó la protección y dirección en los hospitales cuando hacíamos nuestro internado. Aquí nos reuníamos estudiantes de todas las universidades a estudiar para los ‘Usmles’ y uno seguía los consejos de otros estudiantes más avanzados. Desde aquel entonces, la universidad tuvo un foco en la internacionalización.

¿Qué consejo daría al estudiantes de Medicina? No tengas miedo de aspirar y asumir posiciones de liderazgo aun cuando eres un estudiante universitario. Atrévete a diversificar las actividades extracurriculares y disfruta del proceso.

¿Y a los estudiantes que se están formando en este momento? Les sugiero que examinen sus intereses, capacidades, estilos de vida y metas, no solo como profesionales, sino como seres humanos. Si eliges una especialidad, la aplicación será más efectiva si estás convencido de que ese es tu norte, si tus acciones y currículo son congruentes.

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