La suplica a mi señor

“Mi fidelidad y misericordia lo acompañarán”. La suplica constante a mi dios demuestra la incondicionalidad en la fidelidad de Dios que lleva a conducirme con autenticidad y veracidad en el modo de vida que me he impuesto. Cuando cualquier acontecimiento imprevisto parece contradecir las promesas de Dios, recuerdo de inmediato sus intervenciones pasadas.