Religión
Un espacio para la comunión eclesial
El Santuario Arquidiocesano Nuestra Señora de la Altagracia es un lugar de peregrinación, de culto privilegiado y de encuentro sacramental.
Origen. La construcción de este santuario, ubicado en la Zona Colonial, data del año 1922.
La Arquidiócesis de Santo Domingo cuenta con tres santuarios. Estos son el Santuario del Santo Cristo de los Milagros, en Bayaguana; el Santuario de la Virgen de Schoenstatt, en La Victoria, y el Santuario Arquidiocesano de Nuestra Señora de la Altagracia, en la Ciudad Colonial. La construcción de este último data del año 1922 y fue impulsada por el arzobispo metropolitano de Santo Domingo de aquel entonces, Adolfo Alejandro Nouel.
Según explica el reverendo padre Nelkys Acevedo, actual rector del Santuario a la Virgen de la Altagracia, es un lugar de peregrinación, de culto privilegiado y de encuentro sacramental, donde el cristiano encuentra la actualización permanente del amor de Dios.
En ese sentido, aclara que a diferencia de las parroquias, los santuarios no responden a las necesidades de los fieles que se encuentran en un territorio o demarcación parroquial, sino que tienen una característica especial, que es estar abiertos a todo aquel que quiera ir allí a encontrarse con la espiritualidad que dicho santuario propone.
“Los santuarios son lugares de peregrinación para encontrarse con el Señor, son de puertas abiertas. La primera actividad del día que hacemos es abrir para que todo aquel que venga a tener un encuentro con Dios en el santuario de la Altagracia llegue a Jesús a través de la virgen María”, puntualizó el rector del santuario mariano ubicado en la calle Eugenio María de Hostos equina Las Mercedes.
El padre Nekys dijo que como rector, él es encargado de regentar y dirigir cada una de las actividades del templo mariano, además de acompañar y recibir a cada uno de los peregrinos que llegan hasta aquí para pagar sus promesas, pedir favores o simplemente profesar el amor que siente por la Altagracia.
También resalta que en un santuario son fundamentales los sacramentos de la eucaristía y la reconciliación, debido a que con frecuencia los peregrinos llegan hasta los santuarios con la firme convicción de pedir la gracia del perdón, que constituye una de las principales funciones de estos templos.
“Todo aquel que peregrina lo hace con una intención, ya sea de cambiar o recibir una gracia particular y en tierra de pecado una gracia no se recibe, por lo tanto el primer sacramento que debe darse es la reconciliación y luego el sacramento de la eucaristía que es lo que hace que la iglesia sea una y se congregue en torno a la mesa de la Palabra y el Pan del Cielo” puntualizó el reverendo Padre.
