La decoración sube al techo

Las cornisas son un tipo de moldura que se coloca en la parte superior y más saliente de las paredes de habitaciones, muebles y edificaciones. Proviene del griego “Koronis”, que probablemente se deriva del vocablo latino “Cornix”, que son las llamadas cornisas.

Se destaca su utilización en la arquitectura como elemento decorativo de techos durante miles de años, convirtiéndose en un componente importante de los edificios comerciales en el siglo XIX y principios del XX, con piezas estrechas.

La decoradora Laura Acosta expresa que este material ha adquirido un nuevo propósito en la actualidad con la invención e instalación de equipos mecánicos, sustituyéndose como pantallas visuales para ocultar comodidades modernas a la vista en los tejados de los edificios comerciales.

“No solo se usan en los hogares, también se utilizan en las edificaciones, tanto en los interiores como en los exteriores, y podemos verlas en construcciones cuyo estilo arquitectónico es clásico”, comenta.

Historia Los materiales tradicionales utilizados para las cornisas incluyen chapas como el estaño, madera, hormigón y ladrillo.

Es probable que los edificios comerciales con armazones de madera del siglo XIX y principios del XX tengan este tipo de molduras u hojas de metal. A principios del siglo XX, otros materiales se hicieron populares, como el hormigón armado y la terracota. En la actualidad, sus componentes principales son el yeso, poliuretano y madera.

Beneficios • Le da un toque único a la habitación. • Aporta elegancia y belleza. • Rompe la monotonía del lugar. • Da claridad a los espacios con poca luz. • Crea contrastes entre los colores. • Cubren defectos en las paredes. • Ayudan a que el agua no incida directamente sobre el muro. • Son ligeros y flexibles para el montaje.