Meditación

La Fundación Española del Corazón puso de manifiesto que la meditación es útil para mejorar la salud cardiovascular. Diversos estudios realizados en la última década han demostrado una disminución de la presión arterial y el estrés, así como un mayor control de otros factores de riesgo cardiovascular y las complicaciones de las enfermedades del corazón, en personas que practican esta actividad.

Según la Asociación Americana del Corazón (AHA), la meditación debe ser considerada como una guía directa para la reducción del riesgo cardiovascular, que incluya estilo de vida saludable, medicación para disminuir colesterol e hipertensión arterial, siguiendo los lineamientos establecidos.

La meditación ha ido estableciéndose y popularizándose con beneficios claramente reconocidos, como una terapia barata y fácilmente practicable y se considera como una terapia estándar para la reducción del riesgo cardiovascular (publicado en septiembre de 2017 por la AHA).

En una publicación de la revista Circulation (revista de prestigio mundialmente conocida), se señala que la meditación puede reducir en un 48% el riesgo de mortalidad del infarto agudo al miocardio y accidentes cerebrovasculares en personas con enfermedad aterosclerótica bien establecida.

La meditación reduce la activación del sistema simpático y, como consecuencia, provoca una disminución de la liberación de cortisol (hormona del estrés) y adrenalina, contrarrestando los efectos desfavorables del estrés crónico sobre la frecuencia cardiaca y la presión arterial.

Según autores, la meditación puede estar asociada a disminución de los niveles de estrés, ansiedad, depresión, mejoría en la calidad del sueño, disminución de los valores de presión arterial, abandono del hábito tabáquico y disminución del riesgo de sufrir un infarto al miocardio.

La meditación, muy especialmente trascendental, es una técnica que se practica de 10 a 20 minutos dos veces por día, sentado cómodamente y con los ojos cerrados, mientras se repite un mantra (una palabra o conjunto de palabras); es una técnica fácil, natural y eficaz.

Debemos señalar que a pesar de todos los beneficios derivados de la meditación, esta no sustituye ningún tratamiento farmacológico ni los beneficios de un estilo de vida saludable.

En la práctica, la meditación puede ser útil tanto en la prevención primaria como en la prevención secundaria de las enfermedades cardiovasculares.