Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

CARDIOLOGÍA PARA TODOS

Anticoagulantes y alcohol

Avatar del Listín Diario
Dr. Ernesto Díaz ÁlvarezSanto Domingo

Muchas personas preguntan si pueden tomar alcohol pues por lo regular toman anticoagulantes, como la warfarina.

En personas que toman anticoagulantes las bebidas alcohólicas no están recomendadas, pero puede permitirse en ocasiones especiales y preferiblemente entre comidas. Se aconseja una o dos copas de vino o una cerveza. Se deben evitar las bebidas con graduaciones altas.

La toma de bebidas alcohólicas en cantidades significativas, pequeñas o moderadas, pero repetidas, pueden provocar un aumento del efecto del anticoagulante.

En caso de consumo crónico de alcohol, se puede presentar una disminución del efecto del anticoagulante por aumento del metabolismo de este último. Cuando la ingesta es aguda el efecto es contrario, hay un aumento del efecto del anticoagulante por inhibición metabólica.

Lo ideal es evitar el consumo de alcohol en cualquier cantidad, cuando estamos en tratamiento con anticoagulantes, ya que puede ocasionar fenómenos hemorrágicos.

Las personas anticoaguladas pueden tener una vida normal siempre que lleven un control periódico de su nivel de coagulación.

La fibrilación auricular es la arritmia cardíaca más frecuente, muy especialmente en personas mayores y en personas con cardiopatía valvular adquirida, como las reumáticas.

Estudios han demostrado que el consumo moderado, muy especialmente de vino tinto, en dosis bajas (2 copas para los hombres y una para las mujeres), podría tener efectos beneficiosos cardiovasculares, pero debemos evitar las dosis altas, pues puede ocasionar graves problemas debido a la interacción con la warfarina, que es el anticoagulante más consumido por las personas de bajos ingresos. Lo más aconsejable es evitar el consumo de alcohol en cualquier dosis cuando usted es portador de una cardiopatía o una arritmia importante.

La población de mayor riesgo son las personas mayores de 65 años, debido a que son más sensibles a los efectos del alcohol, y aquellas que toman una medicación crónica, como los anticoagulantes y anticonvulsionantes, que requieren niveles en sangre más estables.

Tags relacionados