“Las mejores voces cantan contra el hambre”

¡Hola! Buenos días. “Un millón de niñitos se nos muere de hambre y un silencio se duerme contemplándolos”.

Con esta conmovedora frase del costarricense Jorge Debravo inicio la entrega de hoy, saludando el espíritu solidario de más de 15 artistas que unieron sus voces en una misma dirección: llevar alimentos a cientos de hambrientos a través del concierto “Las mejores voces cantan contra el hambre”, organizado por la Vicepresidencia de la República a través de su programa Progresando con Solidaridad, la FAO y el Banco de Alimentos de la República Dominicana.

El evento, que tuvo como escenario la Sala Carlos Piantini del Teatro Nacional, estuvo encabezado por la vicepresidenta Margarita Cedeño, mujer de alma sensible y corazón noble, que desde su llegada al Estado, primero como primera dama y ahora como vicepresidenta, ha implementado una serie de programas a favor de los más necesitados. La alegría y el entusiasmo se apoderaron de los asistentes al evento, quienes coreaban las canciones interpretadas por los artistas que se solidarizaron con la causa, entre ellos Los Hermanos Rosario, Anthony Ríos, Revolución Salsera, Jandy Ventura, Diomary La Mala, Xiomara Fortuna, Danaes, Víctor Víctor, Nancy Amancio, Juan José Velez, Janio Lora, Niní Caffaro, Manny Cruz y el Grupo Bonyé.

Un ambiente mágico cargado de amor y solidaridad caracterizó el regio espectáculo, que forma parte esencial de las acciones que lleva a cabo la Vicepresidencia a través de su iniciativa Cero Hambre, para motivar a la ciudadanía a tomar acciones que contrarresten el flagelo del hambre que afecta a gran parte de la población. Esta es la cuarta versión de este evento que tiene como novedad que el público no paga dinero por su boleta de entrada, sino que lleva alimentos no perecederos.

Héctor Acosta La huella musical de uno de nuestros más grandes artistas de la música contemporánea, mi querido Héctor Acosta (El Torito), quedó plasmada en el CarnieGie Hall, donde presentó el exitoso espectáculo “Gala de la bachata y el merengue”, logrando así uno de los sueños más anhelados de cualquier artista, como es presentarse en la sala más importante y emblemática de la ciudad de Nueva York. Su poderosa banda transformó aquel lugar sinfónico en popular, sin perder el glamour musical que exige la prestigiosa sala del Carnegie Hall, donde se disfrutó de un arcoíris de éxitos, el cual estuvo incrementando sus colores musicales.