Sobremesa
Fieras disfrazadas de mansos corderitos
Siento una profunda pena por la muerte del abogado Yuniol Ramírez. No lo conocía, pero era un ser humano que como todos, no merecía morir de esa forma tan macabra. Debo decir que, si dolor me ha causado la partida del profesional y catedrático universitario, gran pesar me invade al conocer que debajo de esos sacos y cobartas, en algunos estamentos del Estado se esconden delincuentes. Para ser más exacto: fieras disfrazadas de mansos corderitos. Qué indignación tan grande para el pueblo dominicano confirmar que los mayores antisociales no están en los barrios. Están a la vista de todos, con fama, con cargos y lo más triste, con poder para hacer y deshacer.