Preservación

Árboles que transforman vidas

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Providencia Rossi Pujols | Especial para LDSanto Domingo

Como esperanzador define Maximiliana Fabian su trabajo al frente del proyecto piloto de un apiario escuela demostrativa, y del sistema agroforestal que durante varios años ha despertado en ella el deseo de vivir cada día. Dice que le ha permitido transformar sus tierras improductivas, en un modelo a seguir en la provincia Monte Plata, donde un día llegó la Organización No Gubernamental Enda Dominicana, con un equipo de técnicos decididos a cambiar la vida de la gente y con ellas la del país.

Maxin, como cariñosamente es conocida en la comunidad, es una entusiasta profesora jubilada quien junto a su esposo, Eustaquio Leyba (Chicho), cuida con esmero y dedicación el santuario en que se ha convertido su propiedad, ubicada en la sección Río Boyá, entre Bayaguana y Monte Plata, que antes era una sabana abandonada, improductiva, mientras ahora sirve, no solo para producir sus propios alimentos, sino para ser sustento económico que permite que jóvenes y adultos pongan en práctica la teoría aprendida sobre agroforestería, la crianza de abejas y producción de miel orgánica.

Al igual que Maxin y Chicho, cientos de hombres y mujeres de Monte Plata, Cotuí, Villa Altagracia, entre otras comunidades decidieron poner a producir sus tierras por el librito, estableciendo el sistema agroforestal, con la asistencia técnica y economía de la entidad, que en sus alrededor de tres décadas de establecida en República Dominicana ha servido de motor y de guía para la conversión de uso de suelo de terrenos con la mínima producción, en prósperas fincas donde se combina al mismo tiempo árboles maderables, productos agrícolas y plantas endémicas.

La concienciación es el elemento principal en este tipo de proyectos, como expresó el representante Regional Caribe, de la institución, ingeniero agrónomo Mamerto Valerio. “La introducción del árbol como amigo al servicio del agricultor fue la primera manifestación y puesta en práctica de conciencia que logró Enda en cada uno de los cientos de hombres y mujeres que hoy ven sus vidas transformadas, y sirven de ejemplo para el resto, gracias al trabajo multidisciplinario que realiza la institución junto a la comunidad”.

Explica que, hasta hace poco el hombre vivía de espaldas al bosque, por carecer de cultura forestal, expresó Valerio. “El hombre quemaba y arrancaba el bosque, a finales de los años 70 República Dominicana estaba casi desierta, con solo un 14 por ciento de cobertura forestal, ahora el país está por encima de un 30 por ciento gracias al trabajo de concienciación iniciado por las Organizaciones No Gubernamentales en los años ochenta, basado en conocimientos ancestrales de las comunidades, campesinos, agricultores, más las ciencias forestales”.

Entre los logros que puede exhibir, este proyecto en algo más de tres décadas de labor sostenida, de la mano con las comunidades, figura haber restaurado paisajes degradados que en los años ochenta estaban sin bosque, como es el caso del paraje El Jobo sección Sambrana, provincia Sánchez Ramírez, Cotui. “Lo importante es que siempre haya una cobertura forestal o de cultivo en el suelo para que no haya erosión, degradación, sino mucha vida, pues a la vez que se produce, protege el bosque nativo, riberas de ríos, cañadas ,arroyos”, asegura el experto en agroforestería, formado como ingeniero forestal en la Universidad Nacional de Colombia.

Lo que inició como un proyecto piloto en Sambrana-Chacuey, seguido en Villa Altagracia, la periferia del Parque Nacional Los Haitises se ha extendido a unas 10,000 hectáreas, vinculando directa o indirectamente a unos 8,500 pequeños productores, en cuatro proyectos.

Los representantes del proyecto tienen en carpeta la creación del Centro de Transformación del Cacao, de acuerdo a lo explicado por Valerio, quien cuenta con un aval de 40 años de experiencia sembrando el amor por la tierra.

“Trabajamos ese sistema con cada familia y cada familia es como una microempresa, hace una microeconomía, a cada grupo de esos microempresarios los ayudamos legal y económicamente a formar empresas comunitarias, estamos reforzando el producto principal de la zona: el cacao, que genera más dinero, los productores están organizados en núcleos apoyados con un fondo de semillas nuestro, con una intermediación racional y con exportadores de cacao”, enfatiza Valerio.

El proyecto se hace junto al Ministerio de Medio Ambiente y a un grupo de Organizaciones No Gubernameles, que lidera Enda Dominicana, el Instituto Dominicano de Desarrollo Integral (Iddi) y Pronatura, de acuerdo a Valerio.

Medio de sustento Hace 30 años, Jesús Manuel Mejía era como cualquier agricultor dominicano, sembraba rústicamente su parcela de yuca, plátano y demás víveres. Jamás imaginó que su vida y la de su familia cambiarían positivamente, haciendo lo que siempre había hecho: sembrar y cosechar, con la diferencia de que ahora cuenta con los conocimientos necesarios para desarrollar el cultivo agroforestal, al igual que toda la comunidad de Cañuelo en Bayaguana, provincia Monte Plata. Esto le permite un mejor nivel de vida y a la vez contribuye al equilibrio de la biodiversidad del país.x

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