Santo Domingo 28°C/28°C few clouds

Suscribete

CONSULTANDO A LA SEXÓLOGA

Los ciclos de la violencia de género

La violencia de género es un tipo de violencia física o psicológica ejercida contra una persona sobre la base de su sexo o género. Es considera una violación a los derechos humanos, que impacta de manera negativa su identidad y bienestar físico, psicológico y social. Esta suele incluir violaciones, acoso sexual y laboral, prostitución forzada por el tráfico de mujeres, violencia física, emocional, ablación de clítoris, violencia económica... En los ciclos de la violencia de género, la primer fase es la acumulación de tensión, el hombre empieza a sentirse tenso e irritable por cualquier comportamiento de la mujer. Esta lo enfurece, la mujer intenta explicarle y se irrita más, a veces opta por callar y alejarse, no opina, pero tambien lo enoja. Ejemplo, el marido llega del trabajo y la mujer sostiene entre sus brazos al niño de meses que llora y trata de calmarlo, y esta es una situación por la que se molesta y le grita a la mujer.

Una segunda fase es la de explosión violenta, por los llantos del niño y por el comportamiento de la mujer. Explota como una fiera, pierde el control, le grita, la hiere con palabras ofensivas bajándole la autoestima. “Tú no sirves para nada, estúpida”. La golpea una y otra vez hasta hacerle moratones y sangrado; rompe cosas, sin importarle que estén los hijos en el caso de que los haya, la amenaza con matarla a ella y a los hijos. También le irrumpe el sueño y la viola. Ahora la mujer comienza a sentirse impotente y débil y se da cuenta que ya no tiene herramientas para salvar la relación, todo el poder y el control lo tiene él. La mujer entra en una fase de indefensión aprendida y es aquí cuando ya está dentro del rol de víctima y puede llegar a pasar hasta ocho años en esta situación, esperando que un día cambie por temor a quedarse sola, a criar sus hijos sin su padre, pues económicamente depende de él.

Tercera fase es la de la luna de miel, el misógino pide perdón, cura las heridas, atiende los niños, la apoya y le dice que jamás volverá a suceder, entran en una relación de éxtasis y la mujer experimenta una sensación de luna de miel, aumenta la frecuencia de relaciones sexuales... Si el hombre bebía suspende las bebidas y hasta acepta ir a terapia, pero luego que pasa esta etapa transitoria vuelve a la primera, luego a la segunda y así queda cerrado el círculo de la violencia. La vida emocional de la mujer atrapada en este círculo es desbastadora, padece de estrés postraumático, ansiedad, baja autoestima, trastorno del sueño, depresión y enfermedades psicosomáticos. Todas las sobrevivientes de violencia de género aun después de salir de la relación quedan marcadas. Su recuperación depende de la ayuda profesional y del apoyo familiar, de sus rasgos de personalidad que le permitan enfrentar situaciones difíciles. También si fueron testigos de violencia en su familia de origen, pueden sentir culpa. El acompañamiento familiar es importante hasta para tomar la decisión de dejarlo.

Tags relacionados