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TURISMO CULTURAL

Un museo de carnaval para Cotuí

La primera presidenta de la Unión Carnavalesca Cotuisana (UCAC), Ramona Viloria (Cunca), dice que no se quiere morir sin ver este sueño hecho realidad

Parte de los trajes que Ramona Cunca exhibe en un improvisado museo en el patio de su casa.

Parte de los trajes que Ramona Cunca exhibe en un improvisado museo en el patio de su casa.

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Yaniris LópezCotuí, Sánchez Ramírez

A Ramona Viloria de Ortega la conocen aquí como Ramona Cunca, un mote que heredó de su mamá, doña Sofía Aniberca Viloria Acacio, la primera Cunca.

Ambas son referencias a consultar si llega a esta ciudad y desea conocer detalles y anécdotas (de ayer y de hoy) del carnaval de Cotuí, municipio cabecera de Sánchez Ramírez: la tierra de Juampa, de los platanuses, papeluses y funduses.

Artesana, carnavalera y primera presidenta de la Unión Carnavalesca Cotuisana (UCAC), fundada en 1983, Cunca dice que no se quiere morir sin ver hecho su sueño realidad: la creación de una casa museo de carnaval para su pueblo.

Un lugar, dice, donde converjan historia, vanguardia y tradición. ¿Qué necesitaría Cunca? Que las autoridades culturales le faciliten o le renten una casa donde llevar y mostrar todos los disfraces, caretas, piezas, crónicas e investigaciones que conserva y que mejor retraten la historia de uno de los más antiguos y populares carnavales dominicanos. Por el momento, los tiene almacenados en un cobertizo en el patio trasero de su casa y en un anexo de la vivienda. Clasificados en maletas, completos hay unos 30; incompletos, pero con elementos y detalles que merecen más que una observación, llegan a 60.

Los guarda desde 1989. ¿Cómo ha ido armando la colección? “Cada año le pido a un grupo específico que me donen el traje o yo se los compro. También, cada vez que dejan un disfraz botado yo lo cojo y lo guardo. Los reciclo”.

Un lugar para fomentar la creatividad sin límites Ramona Cunca podría pasarse horas hablando de lo mucho que disfruta formar parte del carnaval de Cotuí.

Recuerda, de manera especial, que su primer traje de fantasía lo lució en 1980 en el casino Juan Sánchez Ramírez, y que desde entonces se ha dedicado a propulsar y dar valor al carnaval del municipio.

Esta pasión por la fiesta más popular le permitió ser elegida Reina Nacional del Carnaval 2006 (honor que compartió con Linda, el entonces líder de Los Guloyas), convirtiéndose en la primera reina del carnaval oriunda de Cotuí.

Entre los trajes de su improvisado museo destaca uno de Jesús María, el platanú mayor. “Para nosotros esta es la bujía inspiradora de todos los disfraces de Cotuí, porque fue nuestro primer disfraz, el que vino con nuestros ancestros. Los africanos vestían de los elementos del medio y como los primeros pobladores fueron africanos, suponemos que nuestro primer disfraz se hizo con hojas de plátano”.

Cunca explica que en la época de Trujillo se prohibió usar el traje de platanú “porque las personas eran muy viciosas y cualquiera que fumaba en la calle podía prender a alguien con el traje si tiraba la colilla. Al prohibirse, los muchachos se fueron disfrazando de todo lo que aparecía: de papel, de papel periódico o de fundas de cemento. Las fundas de cemento las volteaban, yo me acuerdo perfectamente, porque tengo 60 y tantos años ya”.

Luego llegaron el color y otros materiales que hicieron más vistosos los trajes. Ahora, aclara, la gente continuaba disfrazándose de platanú, así fuera a escondidas.

Aunque los primeros disfraces también hacen referencia a la tela usada en el “diablo murciélago”, Cunca dice que Cotuí fue trabajando su identidad en todas las especies de papel. Esta es una de las muchas anécdotas relacionadas con la historia de los disfraces del municipio que Cunca entiende podrían quedar documentadas y ser compartidas en el museo, como un aporte a la historia y a las nuevas generaciones.

También se mostrarían las dos etapas del carnaval: la época cuando se hacía un carnaval de élite en los casinos o dirigidos en bares y restaurantes; y más tarde, cuando empezó a masificarse en las calles con las comparsas y los desfiles espontáneos.

“Yo no me quiero morir sin que Cotuí tenga su museo de carnaval. Ofertaríamos clases para los artesanos, talleres para fomentar la creatividad de los jóvenes y clases de lo que debe ser la ética de un carnavalero, que se está perdiendo. Las nuevas generaciones les están mostrando a los muchachos que la vida es muy fácil y ser carnavalero y mantener las raíces no es fácil. A veces hay que conjugar la creatividad con los elementos que tienes en el medio para poder hacer algo que impacte, y no copiar”.

Para fomentar la creatividad sin límites, Cunca sugiere elaborar documentos oficiales y darlos a los visitantes.

“Tenemos grupos nuevos y personajes netos, íconos de nuestro carnaval como Juampa (Juan Francisco Vásquez) y cada creación de Juampa es un disfraz de colección en el que usa los elementos de la naturaleza y el reciclaje”, expresa.

EN CONVERSACIONES. “Para el museo necesitaríamos que nos ayuden a costear el lugar y la empleomanía”, explica Cunca. Por el momento mantiene conversaciones con la alcaldesa del municipio, Teresa Inoa, y con el gobernador de la provincia, Juan Félix Núñez, para ver de qué forma hacen realidad el museo. También está coordinando la presentación del proyecto a la Dirección Nacional de Foklore (Dinafolk).

DESFILE. Cunca les recuerda a los interesados que el recorrido de carnaval de Cotuí será, como es costumbre, el 27 de febrero en horas de la tarde. Entre individuales y comparsas se espera que desfilen entre 50 y 60 representantes.

Ramona Cunca fue la primer presidenta de la Unión Carnavalesca Cotuisana (UCAC), fundada en 1983. Cuando uno se disfraza cambia totalmente. No tiene sentido disfrazarse y no vivir el personaje que estás representando, dice la artesana. Glauco Moquete/LD

Cunca: El carnaval de aquí tiene dos etapas: antes de masificarse en la calle, en los años 80, y de los 80 hacia atrás.  Antes se disfrazaban más con diablos de tela y otros disfraces que comprábamos en el casino de La Vega para recrearlos en comparsas aquí. Era un carnaval de élite, dirigido, el de ahora es un carnaval espontáneo, porque cada quien se disfraza de lo que quiere. Glauco Moquete/LD

Parte de la colección de caretas del carnaval de Cotuí que Ramona Cunca ha coleccionado en las últimas décadas. Glauco Moquete/LD

Cunca pertenece a la Asociación de Artesanos de Cotuí. Aquí se la ve junto a los jóvenes carnavaleros del municipio, en el patio de su casa. Glauco Moquete/LD

Ramona se disfraza desde principio de los años 70. Primero lo hacía en La Vega, como parte del grupo Los millonarios.  Su primer disfraz en Cotuí, el traje de fantasía Sueño de Medianoche, lo lució en el casino Juan Sánchez Ramírez. Cortesía Ramona Cunca

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