Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

POR TU SALUD RENAL

Donantes de riñón

Para que un paciente con insuficiencia renal crónica pueda recibir un trasplante de riñón, es imprescindible que haya un riñón donado.

El trasplante tiene la misma indicación médica que la hemodiálisis, con un paciente que necesita sobrevivir a la catástrofe de un daño de la función renal irreparable e irreversible. Pero por la complejidad que presenta la obtención de un donante que sea compatible y que además esté en un buen estado de salud, la mayoría de los pacientes con insuficiencia renal llegan primero al tratamiento de diálisis en algunas de sus versiones, con el cual se logra un equilibrio en la fisiología del paciente renal, a veces precario, dependiendo de otras condiciones adicionales.

Los donantes pueden ser vivos o fallecidos. Los donantes vivos de primer orden son aquellos familiares cercanos, que no solo comparten ciertos genes que transmiten la compatibilidad de los tejidos orgánicos, sino también lazos afectivos que lo motivan a donar, o sea, regalar uno de sus riñones. Existe la categoría de donante vivo no relacionado familiarmente, que hace del altruismo una de las cualidades humanas más admirables.

No obstante estos donadores estarán sujetos a un esquema de verificación y autenticación, según las leyes y reglamentos vigentes en esta materia y tomando muy en cuenta los principios éticos.

El trasplante con donante fallecido se ha convertido en el mundo de los países desarrollados en la fuente más frecuente y preferible de donación, debido a que se pueden utilizar los dos riñones del donante el cual ya no los necesitará.

El donante fallecido no es cualquier cadáver. Tanto así, que todos moriremos algún día y muy pocos tendremos la oportunidad que de que nuestros órganos se utilicen en trasplante.

El donante fallecido que puede donar órganos es una persona con muerte cerebral. Hasta cierto punto un producto de la tecnología actual que se utiliza en el soporte mecánico y farmacológico de las funciones que mantienen los tejidos vivos como son la circulación arterial y venosa y la oxigenación de esa sangre que circula, a través de los pulmones, esta vez mediante ventiladores mecánicos. Esto así, siempre que el daño cerebral sufrido por esa persona, haya mantenido por cierto tiempo el automatismo que puede conservar el corazón para latir por unas horas, con un cerebro muerto. Declarar la “muerte cerebral” por los especialistas competentes, conlleva algunas pruebas especiales. Luego la logística de conservar órganos viables, cumplir los requisitos éticos y legales, explicar y solicitar a los familiares más cercanos la autorización para la donación. Coordinar con los equipos clínicos y quirúrgicos para la cirugía de extracción de los órganos. Elegir por un sistema puntuable computarizado a los pacientes que van a recibir el trasplante y que de antemano han sido preparados para este momento en una lista de espera sin turnos.

Lograr que estos pacientes lleguen al centro hospitalario y en condiciones de ir al quirófano en cuestión de horas. Tener los cirujanos de trasplantes, anestesiólogos y clínicos de apoyo disponible a cualquier hora.

Es un esfuerzo colectivo con características épicas que para hacerlo con frecuencia necesita de un sistema médico que funcione y de la dedicación de un grupo de especialistas que estén plenamente identificados con esta causa.

El Instituto de coordinación de trasplantes (Incort) es la Institución encargada por ley, de realizar todas las funciones técnicas que faciliten y regulen la actividad de la donación de órganos y tejidos para trasplantes.

Dr. Nicolás Rizik Cirujano de Trasplante Fundación Dr. A Baquero

Tags relacionados