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De la 42 de Capotillo a jugador de los Astros de Houston

Desde muy temprana edad, las proyecciones de Dariel fueron direccionadas hacia una vida en la que se dedicara completamente a jugar béisbol.

Luis Dariel Encarnación, nacido en la 42 de Capotillo y convertido en un exitoso pelotero rumbo a las Ligas Mayores.

Luis Dariel Encarnación, nacido en la 42 de Capotillo y convertido en un exitoso pelotero rumbo a las Ligas Mayores.fuente externa

Un futuro prometedor y un pasado que enaltece el valor de su esfuerzo y el de su familia, describen perfectamente la trayectoria de Luis Dariel Encarnación, nacido y criado del sector Capotillo, en el Distrito Nacional.

A sus 21 años de edad, logró convertir en una realidad el más grande sueño en común que resguardan miles de niños y jóvenes dominicanos de convertirse en beisbolistas profesionales.

Desde muy temprana edad, las proyecciones de Dariel fueron direccionadas hacia una vida en la que se dedicara completamente a jugar béisbol. 

En su itinerario no existieron las juntadas con amigos a volar chichiguas; desde los seis años su instrumento de preferencia, y el que le era de mayor utilidad: un palo de madera que usaba como bate desde el techo de la casa de una tía.

Subía para el techo a batear piedras, a practicar... Y desde ese tiempo, los mismos vecinos le decían a mi papá que prestara atención, que yo tenía talento”, afirmó Encarnación, quien tras sacrificios innegables y largos años a merced de una pelota, se convirtió en una de las grandes promesas de los Astros de Houston de Texas.

entre sacrificios

Su papá, Jorge Francisco Encarnación, vendedor de vegetales en el Mercado de la Duarte, y su mamá, Ana Cecilia Rodríguez, en ese entonces, maestra de un pequeño colegio en la calle 42 de Capotillo, son percibidos como el más grande apoyo del jugador de las Ligas Menores. 

Especialmente su progenitor, que parece ser el que marcó los pasos precisos hasta ver a su retoño tomar al éxito en sus manos.

“Siempre tuve el apoyo de mis papás, todo se los debo a ellos. A papi no le importaba cuando yo estaba en la academia, él teniendo que trabajar cuatro días en la semana en el mercado, cortar dos (dejar de trabajar dos días) y dedicarlos a mí”, aseguró al recordar cómo se sacrificaba su progenitor para que él estuviera lo mejor posible durante su larga estadía en la "Academia Franklin Ferreira".

Encarnación inició jugando con otros niños de su edad en una pequeña liga perteneciente al Hospital Moscoso Puello, hasta que su potencial fue visto por los agentes de la Franklin Ferreira y a los 12 años empezó a practicar lo que era su pasatiempo con miras en la experticia.

Según describió, sus días eran difíciles sin estar acostumbrado a vivir lejos de sus seres queridos, sobre todo sometido a lo estricto de los procesos de entrenamiento.

Convertido en un adolescente, a los 15 años, Dariel arrancó con exhibiciones ante scouts, el puente de conexión entre los deportistas emergentes y las franquicias de las Grandes Ligas de Béisbol, cuando vivió sus peores momentos de desesperación al ver su anhelo cada vez más pequeño.

"Llegó un momento en el que yo veía que personas que quizás no tenían las mismas condiciones que yo había trabajado, firmaban, y yo pensaba no, pero es que no lo voy a lograr".

Luis Dariel Encarnación, nacido en la 42 de Capotillo y convertido en un exitoso pelotero rumbo a las Ligas Mayores.
LUIS DARIEL ENCARNACIÓNPELOTERO

Fue cuando tenía 16, que esperándolo, tocó a su puerta la noticia de una firma para jugar pelota junto a un equipo profesional, colocando frente a sus ojos la pronta posibilidad de hacer realidad aquello que descansaba en su corazón de niño.

Con solo 16 años, el pelotero de los Houston vio convertido e realiidad aquel sueño por el que se esforzó durante toda su vida.

Con solo 16 años, el pelotero de los Houston vio convertido e realiidad aquel sueño por el que se esforzó durante toda su vida.fuente externa

Yo soñaba con poder hacerle su casa a mi mamá, sacarla del barrio y tener a mi familia viviendo cómoda y bien, y gracias a Dios lo pude lograr”, refirió al recalcar que en estos momentos se encuentra en República Dominicana en un periodo de vacaciones, tras haber culminado el año pasado como AA de los Houston. 

Hacia las mlb

Los logros de los peloteros son escalonados y, según lo percibe Dariel, su deporte es como una escuela en la que se va pasando de curso en curso hasta que te gradúas tras recibir el ascenso a las Grandes Ligas, precisamente el paso que está en su mirilla.

“Ese es el sueño de todo el que juega pelota y más aún del que está como yo que se siente tan cerca”, aseveró el prospecto.

El año pasado, 2023, fue exitoso para el beisbolista que se reconoce a sí mismo como "bueno en lo que hace", que además da ejemplo a los soñadores del lugar de donde salió.

Capotillo, un sector catalogado como marginado y del que normalmente salen a relucir más cualidades negativas que positivas, al que acude con frecuencia cuando está en el país, con intenciones de recibir el cariño de los suyos, que aún continúan viendo ahí.

“Nací en la 42 y después me mude para la 38 (calle) y viví mi vida entera ahí. Capotillo es un barrio con su parte buena y con su parte mala, lo que tú tienes que saber con qué te quedas y aprender a sobrevivir… Mis padres a mí me enseñaron lo bueno, no puedo decir que yo pasé trabajo para comer, ni que nunca me faltó nada, pero me enseñaron lo que es el sacrificio y esforzarme por lo que quiero”, mencionó, con un reflejado orgullo, el joven.

Un mensaje

Dariel Encarnación tiene un único mensaje para la juventud, especialmente aquellos que, como él, vienen de sectores donde provienen personas de escasos recursos: “no se detengan, trabajen. Todo sacrificio tiene una recompensa”.