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Embarazadas, envejecientes y paridas hacen filas por igual en oficina Punto Gob de Sambil

Un grupo de personas espera a las afueras de la plaza comercial Sambil para ser atendidos en la oficina gubuernamental Punto Gob, entre ellos una mujer con una niña en brazos.

Un grupo de personas espera a las afueras de la plaza comercial Sambil para ser atendidos en la oficina gubuernamental Punto Gob, entre ellos una mujer con una niña en brazos.Jorge Martínez

Mujeres embarazadas, paridas y envejecientes hacen filas sin distinción de sus condiciones e impedimentos a las afueras de la plaza comercial Sambil, en el Distrito Nacional, a la espera de recibir ayuda en el Centro de Atención al Ciudadano, Punto GOB. 

La oficina alberga puestos de utilidad de diferentes entidades gubernamentales, entre ellos del Programa Supérate, sin embargo, para la cantidad de personas que acuden, el espacio les queda pequeño, por lo que se ven en la obligatoriedad de formar largas filas a los lados de la puerta trasera del comercio, acarreando inmensidad de quejas por las horas de espera bajo el sol, así como la falta de preferencia a quienes tienen condiciones diferentes. 

A ojos de periodistas de este medio ocurrió que una mujer, con la duda de si podía pasar hasta la oficina con su bebé de cinco meses en brazos, se acercó al guardia que respalda la puerta y este le dijo de forma certera que “sí, pero debía hacer la fila fuera”. 

“Mira todas esas personas mayores que no deberían estar aquí, las personas mayores deberían hacer una fila aparte, entrarlos aparte”, dijo Altagracia, una de las personas que aguardaba en la fila, mientras relataba su propio inconveniente con la tarjeta de ayuda gubernamental.

Según uno de los empleados del área del proyecto, si se da preferencia a personas de avanzada edad, embarazadas, paridas y demás, sin embargo, van rotando por falta de espacio. 

“SÍ, claro que se les da preferencia, pero cuando hay espacio en el centro para avanzar.

Ahora mismo estamos saturados, llenos, porque la mayoría de los que vienen son esos casos y no podemos entrar todos juntos”, alegó un trabajador ante la cuestionante de los periodistas del Listín, no obstante un señor en la fila, quien afirmó encontrarse cerca de los setenta años, rodeado por otros que superan esta edad, dijo que se encontraba en espera desde las siete de la mañana, siendo ya las once. 

“Mira una embarazada, ahora es que la llevan ahí”, detonó con indignación al señalar que la joven estaba en espera desde las nueve de la mañana.