Deformidades consanguíneas que pueden resultar de un incesto

Microcefalia, albinismo, asimetría facial, prognatismo (mandíbula sobresaliente), extremidades fusionadas, enanismo, hemofilia y otras.

Incesto es daño moral, social, biológico y sociológico. ISTOCK

Incesto es daño moral, social, biológico y sociológico. ISTOCK

Avatar del Listín Diario
Marta QuélizSanto Domingo, RD

Hay malformaciones fe­tales que se asocian al in­cesto, según asegura el doctor Jorge Vargas, pre­sidente de la Sociedad Do­minicana de Obstetricia y Ginecología (SDOG). Mi­crocefalia, albinismo, asi­metría facial, prognatismo (mandíbula sobresalien­te), extremidades fusiona­das, enanismo y hemofilia son algunas de las que cita como resultado de una re­lación sexual entre parien­tes directos.

Pero las malformacio­nes o enfermedades que puede desarrollar una criatura, fruto del incesto, son más propensas si la re­lación sexual se da entre hermanos de padre y ma­dre. “Y te lo explico. Si te fijas, la afinidad, o como quieras llamarle, que tene­mos con nuestro papá, con nuestra madre, no es tan directa como la que posee­mos con nuestros herma­nos. Con estos tenemos dos corrientes de sangre que nos unen. Mientras que, de papá y mamá solo tenemos una”.

El dato es de Radhamés Dipré, un experto en gené­tica que no pierde el chance de aclarar: “Lo digo así, sin datos técnicos, para que lle­gue a la gente, para que lo comprendamos, que aun­que no lo crean, aquí hay más casos de incesto de lo que se cree. ¡Ojo con esto!”.

Corrobora que todas las deformidades y enferme­dades que menciona el doc­tor Jorge Vargas, en efecto, pueden estar relacionadas con el incesto. “Ahora bien, hay que decir que produc­to de una relación entre parientes directos, llámese entre padres e hijos, o en­tre hermanos, inclusive en­tre primos, puede provo­car que un niño o una niña nazca con muchas otras de­formaciones, que ni la cien­cia misma podría explicar­lo. Tome nota. Es un tema complejo. Así como puede nacer en perfectas condicio­nes, puede que venga con trastornos serios de salud fí­sica y emocional”.

Lo dice lo más claro que puede y hace referencia a estudios que arrojan re­velaciones importantes al respecto. “Algunos asegu­ran que los parientes de pri­mer grado de consanguinei­dad tienen hasta un 50 por ciento de genes en común y, que la probabilidad de sa­lir con malformaciones es de un 30 por ciento”. Ahí deja sus consideraciones. “Te de­jo con el doctor Vargas que puede ayudar con las defor­midades y enfermedades. Es un experto”. Se despide.

El doctor Vargas retoma el tema y esto es lo que consi­dera: “Las complicaciones fe­tales de incesto son variadas, aunque no siempre se pre­sentan en una condición abe­rrante ante la humanidad”.

El presidente de la Socie­dad Dominicana de Obstetri­cia y Ginecología define los conceptos sobre las deformi­dades que menciona, las que, aunque son conocidas y vis­tas muchas veces en perso­nas que las sufren, no se sabe a ciencia cierta si las padecen porque son fruto de una rela­ción de incesto.

SEPA MÁS Aspecto sociológico “El incesto, no importa que se dé en países que castiguen o no esta prác­tica, es un daño moral, social, biológico y socio­lógico”. Comienza di­ciendo la socióloga Lo­urdes Pascual.

“Da pena que hoy día, en pleno siglo 21, ten­gamos que decir que existen los matrimo­nios consanguíneos y, que sus descendientes representan alrededor de un 10% de la pobla­ción mundial. En Asia y África está el mayor número, pero es así. Y creo que esta cifra ha ido en aumento”.