Casuchas desaparecerán con el nuevo Domingo Savio

El rostro de Juana Peralta se ilumina. Basta mencionar la palabra “traslado” y de inmediato una sonrisa brota de sus labios. Le siguen unas palabras de esperanza sobre lo que es su mayor anhelo: “Una casa donde poder estar tranquila, con mis necesidades cubiertas y sin el miedo a morir ahogada por una subida inesperada del río”.

Peralta es una de las familias que ya ha sido censada para formar parte del nuevo Domingo Savio. Asegura que tiene 33 años residiendo en ese lugar, en medio de inmundicias, aguas contaminadas, basura e inseguridad.

Por disposición del presidente Danilo Medina, 1,500 viviendas han sido censadas en el litoral del río Ozama, que comprende los barrios de La Ciénega y Los Guandules, y una población que añora un hogar para vivir en comunidad, es el resultado de lo que sería el gran reto y que permitiría la consumación del proyecto “Nuevo Domingo Savio”.

Las casuchas en las inmediaciones de Los Cocos de La Ciénega, se encuentran ya marcadas con un tono rojo, como si anunciaran el cambio significativo que dentro de poco experimentarán sus residentes.

Niños jugando inconscientes de la realidad que están a punto de constatar, jóvenes practicando deportes en sus callejuelas, e infantes corriendo por entre el agua y la marginalidad, es el panorama sobrecogedor que evidencian las necesidades que imperan como el “pan nuestro de cada día” entre los vecinos del área.

Las enfermedades, parásitos, insalubridad e insectos se hacen presentes en esas localidades, lo que provoca el continuo contagio de virus y otras afecciones a los habitantes de estos sectores, que claman porque el deseo de una cómoda casa se haga realidad.

Entretanto, solo les queda esperar que las autoridades pertinentes agilicen el proceso de desalojo.

El proyecto, anunciado el 27 de febrero de 2017, pretende transformar esa parte de la ciudad, para brindar saneamiento a las orillas del Ozama, y una mejor calidad de vida a los que allí residen. Tanto escuelas, centros de primera infancia y áreas deportivas, están siendo “anotadas” en lo que será la nueva “urbanización”. Además, existiría en esa comunidad un parque fluvial, escuelas, equipamientos sociales, estancias infantiles, Unidad del Sistema de Emergencias 911, alumbrado, alcantarillado sanitario y un mercado, que proveerá a sus moradores de todo lo necesario para poder vivir dignamente.

Cornelia Valdez, residente en Los Cocos de La Ciénega desde hace 33 años, pide que se lleve a cabo cuanto antes la desocupación de esas zonas, ya que cuando inicia el ciclo de lluvias se ven muy afectados. Factores como el agua contaminada y los mosquitos están deteriorando la salud de los que allí viven acabando. En el agua aposada son notorios los gusarapos y otras alimañas.

La historia

El presidente Danilo Medina, en su discurso de rendición de cuentas con motivo del 173 aniversario de la Independencia Nacional, anunció el proyecto de transformación urbana integral Nuevo Domingo Savio.

Ese día, el mandatario indicó que la iniciativa comprende los barrios capitalinos La Ciénega y Los Guandules, beneficiando a unas 45,000 personas. “Nos hemos propuesto abrir el barrio, conectarlo con el resto de la ciudad.

Hacer de él un ejemplo de orden, seguridad y buena convivencia comunitaria”, dijo en la ocasión el presidente Medina.

El mantario aseguró que para alcanzar ese objetivo primero serán liberados los espacios necesarios para garantizar la buena circulación.

Y luego se recuperaría el barrio con modernos sistemas de alumbrado, alcantarillado, construcción de parques, escuelas y estancias infantiles.

LOS COMERCIANTES ESTÁN PREOCUPADOS

Aneudi Mercedes no tiene igual preocupación que las familias residentes en la ribera del Ozama.

La intranquilidad de Aneudi es para que los responsables del proyecto tomen en cuenta a los propietarios de negocios, dentro y fuera de los barrios a rescatar.

Dice que las personas que tienen negocios en el entorno, “son la fuente de ingreso y sustento para muchas familias”.

”Espero que el proyecto se nos entregue rápido, para beneficio de todos, porque hay muchas personas que están esperando, porque viven en una condición crítica”, afirma Mercedes.

El arquitecto a cargo de la obra es Jorge Mario Jáuregui, un argentino conocido por hacer obras de igual similitud en Latinoameérica. Empezó a vincularse con el país para la licitación de la Nueva Barquita. En ese proceso fue invitado por la Unidad Ejecutora de Reubicación de la Nueva Barquita (URBE) para ser jurado en el proyecto del 2014