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SERIE ESPECIAL

Doce años manejando patanas

Seguridad. Cuando Ailin se enteró de que buscaban patanistas en la Cervecería Nacional Dominicana, acudió a la cita, confiada y segura de que esa era la oportunidad que esperaba. Desde ese día, hace doce años, realiza su labor recorriendo el país, llevando su producto al frente de un vehículo pesado que conduce con precisión, y hasta hoy no ha tenido ningún contratiempo importante.

Seguridad. Cuando Ailin se enteró de que buscaban patanistas en la Cervecería Nacional Dominicana, acudió a la cita, confiada y segura de que esa era la oportunidad que esperaba. Desde ese día, hace doce años, realiza su labor recorriendo el país, llevando su producto al frente de un vehículo pesado que conduce con precisión, y hasta hoy no ha tenido ningún contratiempo importante.

Ailin Santana es una conductora de vehículos pesados. Es madre soltera y desde hace 12 años está al frente de una patana de la Cervecería Nacional Dominicana, llevando su producto por todo el país, labor que cumple con dedicación y agradecimiento. Por su mente nunca ha pasado la idea de que hay cosas imposibles o que ella no pueda hacer.

A los 25 años tuvo a su única hija, Cryzia Channel, y desde ese momento supo que su vida no sería la misma y que por darle a su hija todo lo mejor haría cualquier sacrificio. Siendo tan joven decide separarse de su pareja, puesto que se encontraba en una vida de maltratos.

Decidió iniciar un nuevo rumbo, porque entendía que debía salir adelante con su pequeña, por lo que empezó a conducir y a ofrecer servicios en un viejo camión de su madre, de ahí consiguió un trabajo como conductora de transporte público en la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobús (OMSA), lugar donde permaneció cinco años. Luego, pasó a ser conductora de patanas y transportar Gas Licuado de Petróleo (GLP), empleo donde permaneció por tres años.

Como los trabajos no suelen ser eternos, un día cualquiera para Ailin se convirtió en una tragedia porque se quedó sin empleo, inconveniente que duró todo un año, lo que provocó que sufriera muchas dificultades teniendo que volver con su madre porque no tenía cómo pagar la casa alquilada donde vivía.

Cuando recibió una llamada de un amigo informándole que en la Cervecería Nacional Dominicana estaban buscando personas para trabajar como patanistas, supo que una de esas vacantes era para ella. Se presentó y rebasó todas las pruebas y aprendió a conducir vehículos más complejos y pesados.

Cuenta que manejó su primer vehículo a los 13 años, lo que dio sentido a su vida como la mujer que es hoy y le ayudó a pertenecer a la importante empresa donde conduce patanas de doble eje y 60 metros de largo. “Al principio fueron muchos los que pensaron que no lo lograría, mas hoy manejo igual o mejor que cualquier hombre”, apuntó.

Cada día Ailin sigue la misma rutina: un recorrido que inicia desde tempranas horas de la mañana, ya que los viajes de grandes entregas duran alrededor de 12 horas de trayecto, los que la llevan a distintos puntos del país como Azua, San Juan, Mao, Puerto Plata, Santiago, Punta Cana, La Vega, entre otras provincias del país.

Ailin se define como una persona comprometida con la familia para ayudar a seguir adelante y para enfrentar las dificultades de la vida.

Pese a su trabajo tan demandante de tiempo, con una voluntad de guerrera se levanta temprano para realizar todas las actividades y responsabilidades. “Me levanto muy temprano para acomodar la casa, preparar comida, arreglar a mi hija para su escuela y las cosas que necesitaré para los viajes del trabajo”, señala.

“No me importa cuán difícil siga siendo ser mujer y chofer de vehículos pesados, porque confío en que puedo salir adelante con compromiso y esfuerzo”, expresó Ailin.

Señaló que cuida y protege a su hija, y conserva en su memoria el primer instante en que tuvo que salir de su pueblo para ganar dinero y poder mantener a su hija y seguir adelante.

Narra que trata de compensar el tiempo perdido con su familia, por eso siempre organiza sus vacaciones para disfrutar la dicha de ser madre.

“En ocasiones he sentido algún trato discriminatorio por parte de algunos compañeros de trabajo, que por ser mujer me ven como un punto débil, pero yo sigo siempre adelante”, indicó Santana.

Reveló que se ha evaluado en reuniones el ingreso de otras mujeres como patanistas, pero al final terminan entrando más hombres. Dice que el trabajo de las mujeres debe ser reconocido y propone que todas se unan para exigir el mismo trato a nivel laboral.

“El trabajo que uno realiza debe ser reconocido, por eso mi empeño de realizar una campaña de mujeres para que la sociedad nos ponga en nuestro lugar. Nosotras merecemos una oportunidad, la mujer no siempre debe ser dependiente de un hombre, ni aguantar golpes y maltratos”, expresó Ailin.

En el hogar. Ailin Santana, a pesar de su trabajo duro y exigente, siempre saca el tiempo para dedicarlo a Cryzia Channel, su única hija.

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