Familiares de mujer mató a niño están consternados

La familia Quezada Cruz, compuesta por la madre y nueve hermanos y diez con la imputada en España, se mantienen en gran tensión, en medio de la angustia y la consternación por la grave implicación que tiene Ana Julia, acusada de la muerte de un niño de apenas ocho años de edad, hijo de su actual pareja.

La madre de la acusada, Juana Cruz, de 72 años de edad, y aun con gran energía habla con los periodistas con desgano por la perturbación que le ha causado esta situación, pero es tajante cuando afirma, “si es inocente que la liberen, pero si es culpable que la condenen”.

Rodeada de varios hijos y nietos, Cruz indica que le dio una buena crianza a Ana Julia como a los restantes nueve hijos que nunca se han visto envueltos en nada cuestionable, ni confrontado problemas con las autoridades y la justicia, por lo que no entiende esa posible falta grave de su hija.

Ella y sus familiares denotan mucho apego a la creencia religiosa y en todo momento le atribuyen al diablo y sus tentaciones, haber desviado del camino correcto a Ana Julia, si es cierto que es la responsable del alevoso crimen cometido contra el niño Gabriel Cruz, en Almería, España, hijo de su actual pareja sentimental.

La señora Juana Cruz indica que hace 26 años que Ana Julia emigró a España y antes había procreado dos hijas en su pueblo. Una de ellas de apenas cuatro años murió en un accidente que algunos vecinos cuestionan, ya que hay sospecha de que fue un homicidio. Tiene otra hija que también reside en España, que ya es adulta.

“Si ella cometió ese crimen, es su responsabilidad y tiene que responder por eso, nosotros nada tenemos que ver con ese hecho, del cual nos enteramos por Facebook y la televisión, eso entonces sería Satanás que se le metió en la cabeza”, recalcó la dama.

Hermanos y vecinos En la casa había varios hermanos y sobrinos de Ana Julia, acompañando a la madre angustiada, quienes no ocultaron en narrar el desapego que siempre ha tenido de sus parientes la imputada, a tal extremo que ha visitado el país y se queda en la capital, sin presentarse donde su familia.

Juan Manuel Quezada, aunque confirma que durante el tiempo que vivió aquí observó una buena conducta, recrimina a su hermana, que nunca se ha preocupado por ayudar a sus familiares, y apenas hacía esporádicamente contacto telefónico con la madre.

La versión del hermano la corroboran muchos vecinos de la familia Quezada Cruz, algunos de los cuales creen que la hija que murió en España en un supuesto accidente, al caer de un tercer piso, fue realmente ultimada por ella, posiblemente porque tenía algunos problemas de salud y le estorbaba.