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Problema económico

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Carolina Pichardo | Katheryn LunaSanto Domingo

Víctor Alexander Portorreal Mendoza, de 30 años de edad, quien fue apresado por la Policía, admitió haber matado a su pareja y los tres niños, y dijo sentirse arrepentido por cometer esos cuatro asesinatos que han conmocionado a la sociedad dominicana.

Portorrreal Mendoza expresó que cometió el asesinato de su pareja Reyna Isabel González, de 32 años de edad, y los tres hijos de ella, por “problemas económicos”, sin entrar en mayores detalles cuando los periodistas trataron de entrevistarlo.

Sus declaraciones se produjeron cuando era trasladado al Palacio de la Policía Nacional, donde ayer se ofrecieron detalles de cómo se produjeron los hechos ocurridos en el barrio Enriquillo, kilómetro 8 de la carretera Sánchez.

Los cadáveres de la madre y sus tres hijos fueron enterrados en la tarde de ayer en el cementerio de la avenida Máximo Gómez.

“Mis hijos sufrieron” Mientras que Daniel Bodden, padre de los tres niños asesinados, lamenta que sus hijos no estuvieran a su cuidado para así evitar que murieran de manera violenta. “Mis hijos sufrieron”, dijo al saber sobre la manera en que Portorreal Mendoza le quitó la vida a Daniela, de 12 años; Rahamin, de 9, y Ángela, de seis. Contó que tuvo una relación de diez años con Encarnación Morales, quien lo abandonó hace tres años, dejándole a los niños.

“Se fue de la casa, me dejó los niños y un fiscal me los quitó a pesar de que los psicólogos le dijeron a él, que es con su papá que ellos quieren vivir”, manifestó.

Indicó que los niños fueron llevados a vivir con su abuela, la madre de Encarnación Morales, porque esta no podía tenerlos y que por eso en varias ocasiones le pidió que se los entregara para el cuidarlos.

El atribulado padre dijo que tiempo después la joven de 32 años se mudó con los dos niños más grandes y la pequeña se mudó con una prima de él, quien la inscribió en la escuela y la llevó de vacaciones a Boston, Estados Unidos, en diciembre pasado.

En cuanto al asesino de sus hijos, Daniel Bodden, quien trabaja como portero en una escuela en Villas Agrícolas, se limitó a decir “la justicia no sirve, está maleada”.

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