Estima atentando a soberanía pedido de fusión RD-Haití

La gobernadora de la provincia de Dajabón, Ramona Rodríguez, consideró ayer como un atentado a la soberanía nacional y una provocación, lo que hicieron un grupo de religiosos haitianos encabezados por el pastor de la iglesia de Cristo, de Juana Méndez (Haití), Julio Robain y un dominicano que aprovecharon que autoridades locales se encontraban reunidas en el Ayuntamiento local para predicar a través de dos altoparlantes la unión entre los dos países.

La representante del Poder Ejecutivo declaró al Listín Diario que el director de la Defensa Civil en Dajabón, Luciano Domínguez, que se encontraban presente en la reunión, conversó con los religiosos haitianos y les pidió que bajaran la voz porque estaban interrumpiendo el encuentro, pero que no le hicieron caso.

“Entonces yo salí y le pedí de favor que se retirarán porque estaban interrumpiendo el encuentro y que los presentes queríamos escuchar lo que se trataba. Entonces se fueron”, indicó. No obstante, la funcionaria manifestó que los religiosos recorrieron todo el pueblo de Dajabón predicando a la gente en creole y español a través de altoparlantes la fusión entre Haití y República Dominicana.

“Eso es una violación a la soberanía nacional, me duelen mucho esas cosas”, dijo. Periodistas del Listín Diario preguntaron a la gobernadora si no hay mecanismos que eviten que esos religiosos extranjeros prediquen ese mensaje en el país, pero respondió que ya eso corresponde a las autoridades de Migración.

Precisó que hay muchos haitianos que piden permiso para entrar al país en busca de atenciones médicas, para comprar productos, hacer diligencias y que casi siempre se les otorga y que luego regresan a su país.

En ese contexto, agregó que al parecer esos religiosos pidieron permiso bajo el argumento de predicar la palabra de Dios en Dajabón, pero que en realidad lo que promovían era la fusión entre las dos naciones.

La representante del Poder Ejecutivo agregó que hay personas que no le hacen caso a la prédica de esos religiosos, porque lo consideran como un “disparate”, pero hay muchos dominicanos que eso les duele.