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Reportaje | El peregrinaje fronterizo

Haitianos caminan hasta cuatro días para llegar al “paraíso dominicano”

Todoterrenos. Los militares que custodian la frontera dicen que están tratando de detener el flujo de ilegales haitianos que llegan por los montes, para lo que emplean en forma limitada motocicletas, pero no siempre logran impedir el paso a todos porque el terreno es accidentado y de difícil acceso

Todoterrenos. Los militares que custodian la frontera dicen que están tratando de detener el flujo de ilegales haitianos que llegan por los montes, para lo que emplean en forma limitada motocicletas, pero no siempre logran impedir el paso a todos porque el terreno es accidentado y de difícil acceso

Haitianos que logran cruzar la frontera de manera clandestina para establecerse irregularmente en República Dominicana, caminan entre 120 a 140 kilómetros a pie para llegar a su destino, preferiblemente Santiago, provincia que se ha convertido en el lugar predilecto de esos inmigrantes.

Debido a los controles que se han establecido en las carreteras de la frontera y hasta Santiago, Monte Cristi, Santiago Rodríguez y Valverde, los haitianos usan las zonas boscosas y áreas inhóspitas para llegar a los lugares donde tienen previsto establecerse, dijeron a LISTÍN DIARIO autoridades castrenses.

Por esa razón, el Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront) y el Ejército de República Dominicana han establecido patrullajes en motocicletas en los montes, aunque admiten que hay lugares donde la circulación es inaccesible para los vehículos, debido a los precipicios, corrientes de agua y malezas.

Al ser detenidos, ciudadanos haitianos revelaron que desde su país hasta llegar a la frontera, recorren entre 50 y 60 kilómetros a pie para alcanzar la línea limítrofe entre los dos países.

¿Qué dice el Cestront? “Camina bastante esa gente”, reaccionó el director del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront), general Sugar Frugis Martínez, refiriéndose a los inmigrantes haitianos que usan los montes, riberas de arroyos y otros lugares casi inhóspitos para llegar a sus destinos.

El alto oficial militar manifestó que muchos haitianos pasan días caminando y que a los soldados muchas veces se les hace difícil su persecución porque lo hacen por zonas que las motocicletas no pueden transitar y menos vehículos de cuatro neumáticos.

No obstante, Frugis Martínez resaltó que han dado buenos resultados las acciones del Cesfront, el Ejército y otros organismos de seguridad del Estado que se encuentran en la frontera, porque solo en nueve días apresaron y entregaron a las autoridades de Migración a cerca de 10,000 haitianos sin documentos para entrar.

Embarazadas Entre los inmigrantes apresados por militares fronterizos mientras caminan por los montes y otras zonas de difícil penetración, se encuentran mujeres con pocos meses de embarazo y otras con niños en brazos, con pocos días de paridas.

El director del Cesfront manifestó que a las embarazadas en avanzado estado de gestación que logran entrar al país no se les niegan los servicios de salud, pero que aquellas que no tienen tiempo para tener sus hijos, los propios directores de los hospitales ubicados en la frontera las atienden y las entregan a las autoridades haitianas para su regreso.

“Estamos haciendo el trabajo, respondiendo siempre a las instrucciones del ministro de Defensa, Rubén Darío Paulino Sem, para poder cumplir nuestra misión”, expresó Martínez.

El oficial, en declaraciones al LISTÍN DIARIO, manifestó que la zona fronteriza norte de Dajabón tiene una particularidad distinta a la del sur, pues una vez los indocumentados cruzan el río Masacre se encuentran con fincas ganaderas, arroceras y de otros rubros, donde pueden obtener empleos de inmediato.

Haitianas cuentan su drama Omerí Sean Pierre, una haitiana embarazada de tres meses, cruzó la frontera dominicana junto a una hija de dos años, su pareja sentimental, tres hermanos, dos cuñadas y tres primas, también en estado de gestación, pero fueron apresados por miembros del Cesfront y del Ejército, y retornados a su país.

“Tienen que comprendernos, lo que pasa es que en los pocos hospitales de Haití nunca hay camas y tampoco médicos y enfermeras. Cuando aparecen, hay que pagar mucho dinero”, declaró Sean Pierre.

Refirió que por esa razón prefieren sacrificarse y llegar a República Dominicana para dar a luz, sin importar la distancia que caminen a pie.

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