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DESPUÉS DE LA CATÁSTROFE

“Como hizo el Ave Fénix, San Martín se levantará”

TREINTA Y CUATRO DÍAS DESPUÉS DEL HURACÁN, LA ISLA CICATRIZA DE SUS HERIDAS

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Dalton HerreraPhilipsburg, San Martín

“Así como hizo el ave fénix, San Martín se levantará...”, fueron las palabras de la Jefa de Cabina, Rocío Capellán, cuando el avión de Pawa Dominicana hizo el pasado martes su primer aterrizaje oficial sobre el Aeropuerto Internacional Princesa Juliana, luego de haber quedado inhabilitado debido a los destrozos que provocó el poderoso huracán Irma, el 6 de septiembre de este año.

Aquellas motivadoras palabras despertaron los aplausos y el espiritu de positivismo entre los sanmartinenses que se encontraban en la aeronave y regresaban a su isla, que fue golpeada severamente por el fenómeno atmosférico y que todavía está en fase de recuperación.

Fuera del perímetro del aeropuerto y detrás de los lujosos hoteles que eran la envidia de las Antillas Menores, la mayoría de ellos todavía con fisuras en sus paredes y columnas, y con los techos semidesmantelados, se muestran las heridas aún sin cicatrizar de la capital de la parte holandesa de la isla.

Treinta y cuatro días después del paso de aquel remolino destructivo, todavía la mayoría de la infraestructura está quebrada, los postes de luz y los letreros permanecen en el suelo, y los escombros de las viviendas están recogidos en las aceras, pero intactos como prueba de que falta mucho por reconstruir para que aquella paradisíaca isla vuelva a ser lo que alguna vez era.

El primer ministro de San Martín, William Marlin, se muestra optimista ante el díficil panorama de la zona caribeña.

“La mayoría de las casas estaban destruidas; el 95 por ciento de la infraestructura, las escuelas, la casa de gobierno, los hoteles, todo fue destruido a su paso por este huracán”, expresa.

No obstante, Marlin explica que ya el 70% del país tiene energía eléctrica.

Además, anunció que los cruceros turísticos comenzarán su paso por la isla, a partir del 11 de noviembre próximo, y que los hoteles ya estarán abiertos para todos los ciudadanos y turistas. “Nos estamos recuperando; ya la línea aérea fue abierta hoy (martes pasado), y los barcos mercantiles vienen y van, sin ningún problema”, asegura.

Una voluntad férrea Con ese mismo optimismo, los residentes de San Martín sostienen que trabajarán fuerte para levantar “desde las cenizas” a su nación caribeña. “Hoy estamos abajo, pero no desanimados, yo he sido voluntario en la recogida de desechos, en el levantamiento de los escombros, y socorriendo en la distribución de comida a las comunitarias. Creo que es nuestro deber como ciudadano de San Martín hacernos cargo de nuestra isla”, manifestó Lauren Cireque, residente de la capital.

Mientras que Cecilia Zecille, también moradora de Philipsburg, capital de la parte holandesa de la isla, contó su experiencia con el fenómeno natural.

“Yo estaba en mi casa con mis hijos, yo no sabía que hacer realmente porque veía en televisión que era un poderoso huracán, y de verdad que tenía mucho miedo”, narró.

Zecille agregó que cuando sintió los vientos huracanados de Irma, sabía que no sería un huracán cualquiera.

“Las maderas querían desprenderse y una parte del techo voló como un pedazo de cartón, la casa entera se inundó y pues, creía que iba a morir”, dijo.

La residente, con sus ojos a punto de estallar en lágrimas, recordó que pudo salvarse junto a sus hijos de ser arrastrados por los vientos debido a una columna que estaba en una esquina de la marquesina de su casa que quedó intacta.

RECUERDOS DE UNA TRAGEDIA El pasado 6 de septiembre, el huracán Irma, de categoría 5, había entrado a la isla franco-holadensa con vientos aproximados a 300 kilómetros por hora, provocando varios muertos e incalculables daños a la infraestructura del país.

Cuatro muertos y perdidas que asciende a millones de dólares, son parte del balance trágico dejado por este fenómeno atmósferico.

El primer ministro de San Martín, William Marlin, dijo que en principio todo era díficil, pero que con la rápida intervención de los organismos internacionales y de la Cruz Roja, la situación ha ido mejorando, y “así seguirá sucediendo”.

En general, en el Caribe, Irma cobró la vida de 15 personas, incluyendo los de la Isla de San Martín.

Ha sido catalogado como el huracán más poderoso que se haya registrado en el Oceáno Atlántico. Solo en Barbuda, el 90% de la infraestructura fue destruida y al menos una persona falleció durante los azotes del ciclón.

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