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MARÍA CATEGORÍA 3

Vecinos a orillas del Ozama buscan asegurar viviendas

Prevención. Algunas personas consultadas afirmaron que los dueños de los establecimientos comenzaron a tomar las medidas desde tempranas horas de ayer, para proteger su negocio antes del paso del huracán María. Igual situación vivían ayer los residentes en los barrios próximos a la orilla del río Ozama.

Prevención. Algunas personas consultadas afirmaron que los dueños de los establecimientos comenzaron a tomar las medidas desde tempranas horas de ayer, para proteger su negocio antes del paso del huracán María. Igual situación vivían ayer los residentes en los barrios próximos a la orilla del río Ozama.

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Benjamín de la CruzSanto Domingo

El patio de sus casas es el río Ozama. Posiblemente sus humildes viviendas, algunas hechas totalmente de zinc, no resistirían una inundación más. Nadie les ha brindado ayuda, están a expensas de lo que pueda ocurrir con el paso del huracán María, pero con lo poco que tienen, tratan de asegurar sus vidas y las de sus familiares.

Clavos y un martillo son las herramientas principales que utilizan en momentos en que el paso del huracán María atenta con destruir sus viviendas. Se las ingeniaron para conseguir zinc y madera, que aunque estén usadas, creen que les servirán para asegurar sus casas.

“Estamos aquí preparando la casa. La madera que teníamos estaba infectada con carcoma, por eso conseguimos estas y estamos tratando de hacer algo para asegurar la casa”, expresó Jovany Sosa, de 33 años, quien en ese momento estaba sacando algunos clavos de la madera que habían retirado de su vivienda.

Expresó que tiene diez años viviendo a orillas del río Ozama, en el barrio La Ciénaga, y que en varias ocasiones el río ha subido, inundando su vivienda y las que quedan a su alrededor.

Jovany, padre de dos hijos, espera que el huracán María no pase por territorio dominicano, para no tener que abandonar su casa. Ramón Morel, de 42 años, quien es “chiripero”, era otro de los padres de familia que la tarde de ayer estaba en plena labor para asegurar su casa. Estaba subido en el techo de zinc de su residencia, tratando de asegurarlo poniendo varios clavos.

“Estamos aquí tratando de asegurar el zinc, para si llegan fuertes vientos no se lleve la casa completa. No hay más nada que inventar, porque no tenemos otros materiales. Lo único que nos queda es echar esta batalla”, manifestó.

Dijo que si se ve en la necesidad de sacar a sus tres hijos de la casa, lo hará, “pero que mientras tanto todos se quedarán ahí”. Morel tiene ocho años viviendo en La Ciénaga, a orillas del río Ozama, y aseguró que su residencia se ha inundado en varias ocasiones.

Contó que hace varios años compró algunos ajuares para su hogar, y no los pudo disfrutar, porque en una ocasión subió el río y los dañó. “El agua me ha dado hasta el pecho. El agua me dañó todo en esa ocasión, por eso mi casa está vacía, por eso digo que no tengo otra opción, no hay más nada dónde vivir”, lamentó.

No tienen adónde ir Ceneida Jiménez, de 30 años y madre de seis niños, vive en La Ciénaga y asegura que no podrá salir de su casa, porque no tiene adónde ir.

“Por aquí no ha venido nadie, y como ves, no tengo las condiciones para salir de aquí. El agua ha entrado a la casa en otras ocasiones y hacemos lo que podemos”, dijo. Manifestó que en caso de que el río Ozama llegue hasta su hogar, se irá donde sus familiares que viven en una zona más segura.

Josefa Valdez es otra de las que no tiene adónde ir. “Imagínate, no hay condiciones para hacer nada. Hasta ahora nadie ha venido por aquí para ayudarnos”, dijo. Valdez mostró en una de las paredes de su humilde vivienda, la marca hasta dónde llegó el río Ozama la última vez que penetró su casa. Leidy Pérez, de 26 años, residente en Los Guandules, expresó que no ha tomado ninguna medida todavía. “Vamos a esperar a ver qué pasa. Todavía no hemos hecho nada, quisiéramos tener algo para tomar las medidas necesarias, pero imagínate, la cosa está mala”, dijo. Precisó que ninguna autoridad ha pasado por esa zona para socorrerlos.

(+) CLAMAN A DIOS POR PROTECCIÓN Oran a orillas del río: Atemorizadas, pero con la fe de que Dios no permitirá que sus casas sean inundadas nuevamente por el río Ozama, dos mujeres que viven en La Ciénaga, a orillas del citado afluente, comenzaron a orar para pedirle a Jesucristo que el huracán María no pase por República Dominicana. La corriente del río Ozama ha aumentado con las pocas lluvias que han caído desde ayer, y fue precisamente esa situación lo que motivó a Cibelys Cabrera, de 43 años, y Ruth, a pedirle a Dios que no permita que sus casas se inunden. “La corriente va rápida y no estaban así.

Con el huracán Irma no estaban así. Nosotros intercedemos a Dios y le pedimos misericordia, porque nosotros no tenemos nada con qué protegernos”, dijo Cibelys. Cabrera, quien tiene toda la vida viviendo a orillas del río Ozama, expresó que ya comenzó a subir los ajuares arriba de la mesa, por si el río sube. Expresó que cuando pasó el huracán Irma, lo único que dijo fue: “Dios, yo estoy agarrada de tus manos, porque sabes que no tengo nada”.

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