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ENTREVISTA

Manuel Salvador Gautier y la carpintería confesa de una narrativa con voz propia

HA SIDO DIFÍCIL PARA ALGUNOS DE ESTOS INTELECTUALES CON UNA OBRA HECHA, TRABAJADA POR AÑOS, Y/O CON PREPARACIÓN ACADÉMICA, ACEPTARME COMO IGUAL. ME CONSIDERAN UN IMPROVISADO CON SUERTE

Manuel Salvador Gautier tiene algo que, al fotografiarlo en esta entrevista, lo dibuja a cuerpo completo, y es el optimismo y el criterio de excelencia que posee su obra y que, es de justicia decirlo, reconocen quienes han seguido su trayectoria literaria.

En un mundo cada vez más complicado para los quijotes que se dedican a escribir y que intentan vencer molinos de vientos, en el fragor de las redes sociales, cuando los intelectuales han perdido terreno en influir en las sociedades y quienes lo hacen a veces reflejan menos condiciones, pero más poder y apoyo político, Manuel Salvador Gautier opina que el escritor debe salir al medio a buscar el modo de publicar su obra.

En este diálogo, el novelista muestra a los lectores dominicanos la carpintería con la que ha construido su obra y de los enfoques e innovaciones introducidos en esa vasta producción.

Del entrevistado se destaca un elemento valioso, la sinceridad para enrostrar, quizá, sin la connotación recriminatoria como objetivo, que muchos de los intelectuales hegemónicos del país han mostrado cierta resistencia a su integración al mundo de la Literatura.

Lo expresa de la manera siguiente:

“Ha sido difícil para algunos de estos intelectuales con una obra hecha, trabajada por años, y/o con preparación académica, aceptarme como igual. Me consideran un improvisado con suerte. No aceptan la calidad de mi obra ni el proceso que he seguido superándome cada vez. Pero también he encontrado intelectuales de larga trayectoria que me han acogido sin restricciones”.

Como escritor tiene un compromiso con el país, con su raigambre histórica, pero no asocia este compromiso con ningún tipo de sectarismo, ni se inclina hacia la controversia con tópicos que atañen a la dominicanidad.

Al respecto dice que el problema que inunda el país con la inmigración masiva haitiana ha dado pie a que se formen capillas a favor y en contra.

“Muchos intelectuales, sobre todo los que escriben columnas en los periódicos, se han colocado de un lado o de otro, y defienden sus posiciones, minimizando los valores del otro y aumentando desproporcionadamente los valores que defienden. Por mi parte, no he tenido que recurrir a esta situación. En obras como Tiempo para héroes y Dimensionado a Dios mantengo los valores positivos que los propios dominicanos han dado a su independencia”, explica.

Manuel Salvador Gautier, no es conservador, ni austero al calificar los resultados de sus libros, y lo plantea de este modo:

“En las primeras obras que escribí, no tomé en cuenta su manejo técnico. Simplemente comencé a redactarlas sin averiguaciones. El resultado son obras excelentes (la primera, la tetralogía Tiempo para héroes, ganó el premio Nacional de Novela Manuel de Jesús Galván de 1993)”.

A continuación la entrevista:

Para Manuel Salvador Gautier qué ha significado el proceso creativo entre Tres cosas te ofrezco, El asesino de las lluvias y Toda la vida, ¿ha habido crecimiento o decadencia?

MSG: Es difícil lograr que una persona reconozca su propia decadencia en el proceso de manejar una tarea, la que sea. Hay que ser sumamente honesto consigo mismo y esperar que su admisión pública sea respetada por los demás y que no sirva de escarnio a su obra o se utilice para desacreditar al autor. El proceso que seguí desde que publiqué Toda la vida, en 1995, hasta Tres cosas te ofrezco, en 2011, pasando por El asesino de las lluvias, en 2006, fue, primero, de superación, y luego de innovación. Voy a explicarlo.

En las primeras obras que escribí, no tomé en cuenta su manejo técnico. Simplemente comencé a redactarlas sin averiguaciones. El resultado son obras excelentes (la primera, la tetralogía Tiempo para héroes, ganó el premio Nacional de Novela Manuel de Jesús Galván de 1993). Sin embargo, como no había estudiado académicamente la literatura, no tomé en cuenta que a partir de inicios del siglo XX se habían introducido innovaciones en la adopción de las técnicas narrativas; usé simplemente la técnica tradicional de continuidad espaciotemporal, con la que se habían escrito obras maestras como La guerra y la paz de Tolstoi. Sin embargo, el Premio ganado en 1993 me estimuló a seguir escribiendo, y decidí estudiar cómo se hacía narrativa en los últimos tiempos. Fue cuando supe de las nuevas técnicas. Toda la vida es el primer intento de manejar técnicas novedosas. No tiene continuidad espacio temporal como las anteriores; la trabajo en episodios que son unidades narrativas en sí.

En el tiempo que pasa entre uno y otro episodio a los personajes les ocurren situaciones que el lector recibe por referencia en episodios siguientes o que debe imaginar. El asesino de las lluvias es la culminación del uso de nuevas técnicas. Ya para principios del 2000, cuando la comencé, tenía cerca de quince años dedicado a escribir narrativa y me había familiarizado con estas. La novela está escrita en tres partes, que no son continuas en el tiempo. En las partes, los capítulos en que se subdivide tampoco lo son. El narrador cambia de primera a tercera persona sin advertir al lector. Se interrumpe una escena para interponer otra, luego se sigue con la escena interrumpida. Se usa la entrevista de un periodista a un personaje secundario para conocer la vida del protagonista. Comienza en la niñez del protagonista; sigue después de su muerte. Vuelve al pasado, en el momento en que este vive la euforia de su juventud; brinca a la madurez de su vida. Sin embargo, debido a la pericia con que manejo estos cambios, el lector sigue la historia del protagonista sin confundirse, ordenando en su mente la secuencia vivencial de este.

En Tres cosas te ofrezco innovo; uso monólogos dialogados. Es decir, pongo al protagonista a hablar con otro (que nunca responde) sobre lo que está pasando o a contar lo que ha pasado, de manera que la acción ocurre en el monólogo. Es un poco lo que hizo James Joyce con Ulises, solo que en vez de ser un solo monólogo es una secuencia de estos, unidos por una historia continua que se desarrolla desde el comienzo, cuando el protagonista llega al país, hasta el final, cuando tiene que decidir cuál de las tres cosas que se le ofrecen debe escoger para lograr lo que pretende. Ese ha sido el proceso que ha seguido mi novelística, hasta la última, titulada Gregorio y su mundo perfecto, aún inédita, donde también innovo dentro de las nuevas técnicas. Siempre me pongo esos retos que me estimulan a superarme.

Como puede apreciarse, sigo disfrutando de buena mano narrativa. No sé qué pasará dentro de diez años.

Todos conocemos el éxito de sus libros, la precisión de sus enfoques narrativos, su incursión por movimientos y su empuje inicial con la tetralogía Tiempo para Héroes y novelas de largo aliento que integran este esfuerzo como El atrevimiento, Pormenores del exilio, La Convergencia y Monte Adentro, una obra de vigor que recoge en esencia parte de nuestra historia, ¿son libros guía que pueden servir a los nuevos escritores como ejemplo de buena narrativa?

MSG: Creo que lo más importante del grupo de cuatro novelas que componen Tiempo para héroes es que, para los escritores dominicanos, introduce una nueva manera de hacer novela histórica. En esta, los personajes no son acartonados ni estrictamente históricos; no se trata de ser lo más fiel posible a la historia como en el Enriquillo de Galván, por mencionar una novela histórica que todos conocemos. Mis personajes son hombres y mujeres de carne y hueso con los ímpetus y las dudas de personas reales. El marco histórico donde se desempeñan los protagonistas de Tiempo para héroes es el de 1958 a 1959, cuando la expedición de Constanza, Maimón y Estero Hondo para deponer la dictadura de Rafael Trujillo, pero las tramas y sub tramas son totalmente inventadas y se desenvuelven con gran verosimilitud. Este manejo de la novela histórica lo seguí en Toda la vida y Balance de tres.

Cuando los personajes están basados en personas históricos, como en Serenata y Dimensionando a Dios, no he sido fiel al personaje real, todo lo contrario, no he tenido empacho en elaborar episodios que nunca le ocurrieron en la vida (pero que pudieron haberle ocurrido, por lo que se mantiene la verosimilitud) y en inventarme otros personajes principales que coloco a su lado. Los resultados son muy buenos, pues ya tengo seguidores jóvenes, especialmente en narrativa corta. Y hay escritores reconocidos como Emilia Pereyra que comienzan a incursionar en el género con gran éxito.

¿Por qué dedicarse a la Literatura si la arquitectura y otras disciplinas menos humanísticas dejan mejores dividendos en un mundo matizado por el materialismo y la poca atracción por la lectura?

MSG: La vocación de escritor, el impulso por escribir, no se mide por lo que se gana ya sea en lucro o en fama. Si a Kafka lo hubieran dejado, no hubiera publicado nunca nada, y a lo mejor su obra, escrita por alguien que se apasionó hasta convertir sus fantasías en palabras, estaría extraviada o perdida. Por suerte, vino un amigo y la impulsó para convertirla en un acontecimiento literario universal, y, como ha pasado en muchos casos, los que la han publicado han ganado más dinero que el autor, aunque no la fama.

Como se dice comúnmente, el historiador trabaja con datos, el novelista con sentimientos. Soy un gran admirador de Duarte, su historia me conmueve. Sin embargo, me di cuenta que esa conmoción la sentía no porque me la provocaran los escritos que leía sobre él, que son áridos por tratar de atenerse a la verdad histórica, sino por la reacción emotiva que despertaba en mí lo que no decían sobre él y yo percibía. Desde que me puse a escribir ficción, pensé en dedicarle una obra a Duarte; pero no encontraba la situación que me inspirara a escribirla como yo quería, manejando las emociones del personaje. La encontré al leer la obra Juan Pablo Duarte y Diez, Fundador de la República Dominicana de Leonor G. Ayala Duarte, venezolana, tataranieta de Vicente Celestino Duarte, sobre una investigación hecha por ella y su hermana María Teresa, del viaje que hizo Duarte a Barcelona, de 1829 a 1831, cuando él tenía diecisiete años. Las hermanas proponen que Duarte estudió en el Seminario Conciliar de Barcelona, donde se forman los sacerdotes catalanes. Al leerlo, decidí arbitrariamente que Duarte fue a Barcelona a estudiar sacerdocio.

A partir de ese momento surgió un Duarte en lucha con sus dos grandes amores: su amor por Dios y su amor por la Patria (que, para mí, fueron reales; aunque los historiadores no lo digan, se manifiestan en varias instancias: los escritos de Duarte, el juramento trinitario, el escudo, etc.). Dimensionando a Dios trata estos sentimientos en forma de conflicto, donde Duarte tiene que decidir cuál primará en el desempeño de su vida. Toda la historia del viaje de Duarte me la invento, basado en acontecimientos históricos, por supuesto. Estos son: los pocos que cuenta Rosa Duarte sobre el viaje en sus Apuntes y los que surgieron durante la “década ominosa” (1820 a 1830), que impuso Fernando VII para someter a Barcelona a su despotismo, época en que Duarte viajó a Barcelona. También en investigaciones que hice sobre las costumbres de la época, la situación de los seminarios y demás. La obra adquiere una verosimilitud que ha mistificado a algunos lectores, que me preguntan sobre aspectos que les interesaron como si realmente hubieran ocurrido. Disfruté enormemente hacerla y logré una obra significativa. El jurado que le otorgó el Premio Nacional Feria del Libro Eduardo León Jimenes, por la mejor obra publicada en el 2010, la juzgó así: La obra contribuye a un mejor conocimiento de la figura del patricio, cuya biografía todavía mantiene facetas pendientes de exploración, y enriquece igualmente la narrativa y la novela histórica dominicana.

Muchos de sus libros han sido galardonados y el reconocimiento de la sociedad dominicana es indudable, ¿se considera un autor consagrado o el novelista dominicano por excelencia en la actualidad?

MSG: No hay dudas de que en estos momentos tengo una buena acogida, tanto por el público como por los intelectuales dominicanos en general. Esto no solo se debe a los premios que he ganado; también ha habido una labor incansable de parte mía, no solo para escribir mis novelas, cuentos y ensayos, sino también para proyectarme en nuestro mundo literario. Cuando comencé, no tenía idea sobre lo que encontraría. Decidí darme a conocer, asistiendo a todos los eventos que trataran sobre literatura; acepté presentar obras de otros, dar conferencias. Entré al círculo literario Ateneo Insular, donde, con las disertaciones de su presidente, Dr. Bruno Rosario Candelier, y otros integrantes del grupo, percibí elementos que enriquecieron mi obra. Actualmente soy el coordinador del Grupo Mester de la Academia Dominicana de la Lengua, donde se han unido excelentes creadores. Junto conmigo están Ángela Hernández, Emilia Pereyra, Ofelia Berrido, Rafael Peralta Romero y Miguel Solano. Lo único que no he hecho es tener una columna literaria en un periódico local; cuando me lo recomendaron, entendí que me quitaría tiempo para realizar mi obra y la descarté. He tenido el apoyo de Isael Pérez, Presidente de Editorial Santuario, que se ha ocupado de publicar mis obras y de promoverlas en universidades, escuelas y otros lugares.

Todo esto, y más, ha contribuido a tener el reconocimiento que señalas.

En épocas pasadas se fomentaron los grupos y las capillas literarias, de los cuales existen historias de rupturas entre autores de la literatura fundamental de nuestro país, lucha de egos, muchos fueron excluidos y marginados, ¿ha sido usted tomado en cuenta por esos grupos hegemónicos o lo marginaron?

MSG: Ha sido difícil para algunos de estos intelectuales con una obra hecha, trabajada por años, y/o con preparación académica, aceptarme como igual. Me consideran un improvisado con suerte. No aceptan la calidad de mi obra ni el proceso que he seguido superándome cada vez. Pero también he encontrado intelectuales de larga trayectoria que me han acogido sin restricciones. El primero, sin dudas, es el Dr. Bruno Rosario Candelier; de seguidas, Manuel Rueda, que me invitó a participar en las tertulias que organizaba como director de Isla Abierta, en el periódico Hoy; Marcio Veloz Maggiolo, que ha incluido segmentos de mis novelas en antologías que ha publicado; Jeannette Miller, que siempre me ha estimulado a que siga. Como vez, me respaldan grandes figuras literarias dominicanas, ¿qué más puedo desear?

Usted que ha sido un abanderado de los certámenes literarios y que ha sido ganador de los más importantes que se desarrollan en el país, y a pesar de las dudas y de los debates que muchos de ellos han generado durante décadas, ¿cree que son limpios los actuales certámenes para estimular a los jóvenes a concurrir a ellos?

MSG: Hay dos situaciones que se pueden dar para manipular el otorgamiento de un premio: la primera, que la institución que lo organiza quiera que gane alguien en particular; para eso tiene que convencer al jurado, y eso no es fácil; lo que se dice que hacen es que nombran jurados que simpaticen con la obra del favorecido, con quizás uno que esté de acuerdo en hacer que el, favorecido gane y que convenza a los otros. La segunda es que miembros del jurado, por razones personales, quieran boicotear la obra de un escritor e impidan que este gane. Yo siempre he corrido el riesgo, a sabiendas de que esto puede ocurrir (y de hecho ha ocurrido). Los premios que he ganado fueron con jurados que no tenían ningún compromiso con nadie ni nada, solo el de premiar la mejor obra que encontraran; por eso estos premios no han podido ser descalificados. Las veces que he participado como jurado, no he encontrado a ningún otro miembro del jurado que quiera imponer a nadie como ganador, incluyéndome a mí, por supuesto: tampoco he tenido ningún tipo de presión por parte de los organizadores.

Mi opinión es que la situación existe y que hay que trabajar para eliminarla. El problema es que la afluencia de buenas obras del extranjero inunda el mercado local, y las buenas obras locales no tienen patrocinadores para hacerlas llegar al público. Aparte que aquí cualquiera publica su obra, ya que el escritor es quien la financia, y no hay un filtro para determinar cuál es buena y cuál no; de manera que el lector no sabe bien qué hacer. Lo contrario sucede con las obras extranjeras que ya han pasado por la depuración de la crítica de su país (que aquí no existe) y del público extranjero. Las librerías se ocupan de vender sus productos, sea cual sea, y los lectores van a las librerías y caen en las garras de su publicidad que, normalmente, no auspicia la obra local. ¿Cómo enfrentar estos intereses? Debe haber una voluntad de parte del Estado por promocionar la obra dominicana. Si es necesario, debería contratar críticos que hagan depuraciones de lo que se publica y de entregar al lector productos de calidad.

¿Qué opinión le merecen Ángela Hernández, Emilia Pereyra, Jeanette Miller, Martha Rivera, Ligia Minaya, Rita Indiana, lo mejor de la novela dominicana escrita por mujeres?

MSG: Yo tengo una opinión muy alta sobre las escritoras dominicanas. De varias de las que mencionas he escrito trabajos de opinión donde analizo su obra, demostrando su calidad y el interés que debiera haber para leerla. La pena es que algunas de las que mencionas, como Martha Rivera y Rita Indiana, después de publicar novelas interesantísimas, se han dedicado a otra cosa, Martha a escribir poesía maravillosa y Rita Indiana a cantar y tocar música popularísima. Es necesario tener escritoras que como Jeannette, Ángela. Ligia y Emilia estén dedicadas a escribir una obra narrativa de importancia. Creo que hay esperanzas. En la oleada de escritoras que viene formadas en los talleres literarios, se asoman ya varias escritoras con muchísimo talento y perspectivas de escribir una obra contundente.

¿Podemos competir desde nuestra realidad actual en un mundo editorial cada vez más competitivo y signado por poderosas casas editoriales, que en nuestros mundos literarios locales se rigen por el grupismo y la exclusión, y de ahí su fracaso local?

MSG: El mundo editorial siempre ha sido competitivo, en la búsqueda de autores que logren apoderarse de la imaginación del público y lo conviertan en un suceso editorial con muchas ventas. El problema que tiene hoy en día es que no compite contra un igual sino contra la tecnología. En nuestro ambiente literario nunca ha habido un mundo editorial, sino casas publicadoras que son contratadas para publicar la obra, normalmente por el mismo autor, que tiene que fajarse a darla a conocer. Editorial Santuario, presidida por Isael Pérez, hoy en día, es la que más se acerca a una editora internacional.

¿Qué escritor dominicano lo representa?

MSG: Si la pregunta significa si hay algún autor dominicano al que sigo, la respuesta es que no. Me lancé a escribir mi obra sin saber bien lo que había en el mundo literario dominicano e inclusive, en el internacional. Más que a los narradores dominicanos, conocía a los poetas, sobre todo a los de finales de siglo XIX como Salomé Ureña de Henríquez y Gastón Deligne, y a los de principios de siglo XX, como Fabio Fiallo. Muy joven (diecisiete años) quedé deslumbrado por la poesía de Franklin Mieses Burgos y de Manuel del Cabral y desde entonces, los tengo en un nicho especial en mi corazón. Aún adolescente, leí las novelas de Alejandro Dumas y Julio Verne; de Benito Galdós y otros españoles, y algunos latinoamericanos como José Eustasio Rivera de La vorágine y Jorge Isaac de María. Me dejó sorprendido Lo que el viento se llevó, de Margaret Mitchell, novela histórica sobre la guerra de secesión norteamericana en 1863, que leí escondido, a los catorce años, porque se suponía que era una novela para “adultos”. A partir de los quince años, estudié secundaria en los Estados Unidos y ahí leí y me impresionaron León Tostoi con La guerra y la paz y Fiódor Dostoievski con Los hermanos Katamazov; conocí a los grandes narradores norteamericanos, Scott Fitzgerald, William Faulkner, John Dos Pasos, John Steinbeck, Hemingway. Para cuando comencé a escribir ficción, en 1986, había leído infinidad de novelas históricas y de ciencia ficción en inglés, la mayoría de escritores norteamericanos, en los llamados “pocket books”. Eran mis temas favoritos. Creo que todas estas lecturas han influido en mi obra narrativa, especialmente las de los autores norteamericanos reconocidos de principio y mediados de siglo XX.

¿Han sido responsables los intelectuales dominicanos con su realidad, sus valores o traidores como denuncia Manuel Núñez en su libro El Ocaso de la Nación Dominicana, al minimizar las luchas patrióticas de la Independencia ante las tropas haitianas?

MSG: El problema que inunda el país con la inmigración masiva haitiana ha dado pie a que se formen capillas a favor y en contra. Muchos intelectuales, sobre todo los que escriben columnas en los periódicos, se han colocado de un lado o de otro, y defienden sus posiciones, minimizando los valores del otro y aumentando desproporcionadamente los valores que defienden. Por mi parte, no he tenido que recurrir a esta situación. En obras como Tiempo para héroes y Dimensionado a Dios mantengo los valores positivos que los propios dominicanos han dado a su independencia.

¿Qué opina de la situación actual de los escritores dominicanos? ¿Quién es escritor, el que escribe o el que publica?

MSG: No creo que antes hubiera mejor situación para los escritores que la actual. Se les presenta oportunidades para publicar con muy buena calidad (las editoras dominicanas han alcanzado un alto grado de eficiencia y calidad en los libros que publican). Igual que antes, tienen que meterse en el medio para publicar, porque no hay nadie que favorezca su empeño; deben demostrar su calidad para ser reconocidos. Necesitarían un empujoncito del Estado que propicie la propagación de su obra, pero, mientras tanto, tiene que recurrir a su ingenio, como pasaba antes. El que escribe es el escritor; el que publica es el empresario. Si el escritor se convierte a la vez en empresario de su propia obra, entonces gana dinero, aunque pierde tiempo para hacerla.

Quien conoce su obra y su accionar como intelectual comprometido sabe que tiene un pensamiento de defensa, sin sectarismos ni extremismos del interés y soberanía nacionales, ¿qué opinión le merecen las posiciones asumidas por los literatos de origen dominicano Junot Díaz y Julia Álvarez ante las campañas contra RD y la problemática haitiana?

MSG: No las conozco. Si es a favor de los haitianos, como parece ser, mi opinión es que es muy fácil, para emigrantes como ellos, hacerlo, ya que no viven aquí y no pasan por la experiencia que pasamos los que sí estamos, con todos los rejuegos políticos internacionales y nacionales para explotar a los haitianos y convertirnos en un país sin identidad. Si es verdad que Junot y Julia lo hacen, creo que se debe a que ellos también son emigrantes y han pasado por la necesidad de abandonar su país para sobrevivir; tienen esa simpatía por los haitianos sin meterse de lleno en el problema dominicano, que, en realidad, no les concierne porque lo que les interesa es que ellos, y los demás emigrantes como ellos, se afiancen y sean reconocidos como ciudadanos norteamericanos o españoles, o de donde sea.

¿Existe una novela dominicana? ¿Quién la escribió? ¿Manuel Salvador Gautier?

MSG: No creo que exista ni existirá “una novela dominicana”, si lo que esto quiere decir es que debe escogerse una obra única que represente la auténtica dominicanidad, ya que hay muchos aspectos de la dominicanidad que pueden ser abordados en distintas novelas y, por lo tanto, habría más de una “novela dominicana”. Tampoco hay una colombiana, a menos que reconozcamos que Cien años de soledad lo es (entiendo que, más que colombiana, trata la identidad de los países latinoamericanos que practican los poderes sobrenaturales, o sea,lo “real maravilloso”, que son todos); pero si es así, ¿cuál es la argentina, la mexicana, la peruana? ¿La norteamericana, la canadiense? ¿La española, la francesa? Y por ahí sigo.

Varios de ellos son extraordinarios. La intelectualidad literaria dominicana no se acaba por ahora.

¿Qué opina de las intervenciones de los intelectuales dominicanos en los temas nacionales, cree que han jugado su papel en la sociedad dominicana, que han sido críticos más allá del chisme y los grupismos políticos?

MSG: En el siglo XIX, los escritores como Honorato de Balzac y Víctor Hugo tuvieron gran influencia en la creación de opinión pública. Sus obras las recibía el público que sentía y aprobaba o no la orientación que los autores les daban, creándose un movimiento de opinión alrededor de la obra. Hoy en día, con la cantidad de periódicos, programas de televisión y cable e Internet, esta hegemonía no existe. Cualquier intelectual se puede desgañitar tratando de orientar al público, para tropezarse con que hay cincuenta individuos más que lo están haciendo, quizás sin su preparación, pero con mucho atractivo publicitario y apoyo político.

Finalmente, ¿Quién es Manuel Salvador Gautier?, que los niños, los adolescentes y los jóvenes puedan entender las razones de su pensamiento y de sus actitudes intelectuales de escritor comprometido con la causa de su país.

MSG: Manuel Salvador Gautier es un escritor que descubrió en plena madurez que tenía gran talento para expresarse en ficción, especialmente en la novela; también en el ensayo de opinión; y que pudo, de manera sorpresiva, introducirse en el mundo literario dominicano y alcanzar cierto reconocimiento. El tema fundamental de su obra literaria es la defensa de la dominicanidad, y la lucha por lograr condiciones mejores de existencia para todos, sobre todo, en la conformación de un Estado dominicano que propicie el bienestar de sus ciudadanos. Lo ha hecho desde distintos ángulos. En la tetralogía Tiempo para héroes, presenta la disposición por deponer la tiranía que sostuvieron los héroes de la expedición de Constanza, Maimón y Estero Hondo, en 1959. En Serenata, demuestra cómo una mujer extraordinaria, Salomé Ureña de Henríquez, estimuló a que su esposo, Francisco Henríquez y Carvajal, mantuviera contra toda adversidad su proyecto político de un país libre e independiente, y de que su hijo, Pedro Henríquez Ureña, desarrollara su proyecto educativo exitoso, desde una plataforma internacional.

En Balance de tres, propone la necesidad de que los intelectuales que formulan un proyecto de libertad, los políticos que pretenden imponerlo, y la gente del pueblo que debe recibirlo se aúnan en un solo propósito para llevarlo a cabo; de lo contrario, como sucede en la novela, este no triunfa. En Dimensionando a Dios/La juventud de Juan Pablo Duarte, presenta las situaciones interiores y exteriores por las que pasa un patriota para tomar la determinación de luchar por la independencia de su país. Hay otros ángulos interesantes; cada novela que he escrito lo tiene.

Biografía activa

Manuel Salvador Gautier

Nació el primero de agosto de 1930.

Estudió primaria en el Colegio Luis Muñoz Rivera, en Santo Domingo, y secundaria en The Peddie School, Highstown, New Jersey, USA. Hizo estudios generales de premédica en Cornell University

Aquitectura

Es Ingeniero Arquitecto graduado en la Universidad de Santo Domingo en 1955 y Doctor en Arquitectura, en la Universidad de Roma, Italia, en 1960. Es autor de varias obras y trabajos de arquitectura, siendo las principales: Conalco (1965), Capilla de los Salesianos en el Km.9 1/2 de la autopista Sánchez (1965), restauración del conjunto de Las Mercedes (1972-hoy), remodelación del Club de Arroyo Hondo (1987).

Fue el primer director de la Dirección de Planificación Urbana (OPU) (1962), en el Ayuntamiento del Distrito Nacional. Dirigió el Plan Regulador de la Ciudad Colonial Santo Domingo (1989-90). Ha participado en otros estudios de planes reguladores de Santo Domingo: Padco Borrell en 1978, De los italianos en 1986,Del BID en 2004 – 2005.

A partir de 1966, impartió las cátedras de Composición y Diseño Arquitectónico en la UASD; fue director de la Escuela de Arquitectura y Decano de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura. En 1978, se trasladó a la UNPHU, donde impartió la cátedra de Diseño Arquitectónico, luego, a partir de 2000, fue Coordinador de Tesis de la Maestría de Restauración de Monumentos hasta 2002.

Ha organizado varios seminarios y conferencias; participó como ponente en varios eventos nacionales e internacionales; promovió la visita del crítico de arquitectura inglés Geoffrey Broadbent, dando inicio a la crítica de la arquitectura en el país (1972).

Ha escrito artículos sobre temas de arquitectura en el Boletín del Museo de las Casas Reales, Revista CODIA, Revista GNA, ARQUITEXTO y el periódico La Noticia.

En 1992 fue considerado uno de los 30 Codianos Sobresalientes, durante la conmemoración del XXX Aniversario del CODIA. En 1995 fue honrado con la Orden al Mérito Santo Domingo de Guzmán, por el Ayuntamiento del Distrito Nacional. En junio de 1995 le fue otorgado el Premio “Excelencia profesional Ing. José Ramón Báez López Penha (Don Moncito)” por la Fundación “Jóvenes en desarrollo”. En 2007 fue reconocido por la Cámara Dominicana de la Construcción (Cadocom).

En 2011, el Banco Central de la República Dominicana publicó su libro de ensayos El encanto de la arquitectura, donde expone sus experiencias en el campo de la restauración de monumentos e incluye otras disciplinas como el urbanismo y la historia de la arquitectura.

Literatura En 1993, publicó la tetralogía Tiempo para héroes, sobre la expedición de Constanza, Maimón y Estero Hondo de 1959. Ganó el Premio Anual de Novela Manuel de Jesús Galván para ese año, que otorgaba entonces la Secretaría de Estado de Educación, Bellas Artes y Culto. En 1995, publicó Toda la vida, que mereció el mismo premio.

Desde 1995, pertenece al grupo literario Ateneo Insular, del Movimiento Interiorista, dirigido por el intelectual Dr. Bruno Rosario Candelier, donde participa activamente, y donde ha realizado una obra intensa presentando ensayos cortos sobre la novelística nacional e internacional.

En febrero de 1999 público Serenata. En octubre del 2001 recibió el Premio de Novela de la Universidad Central del Este por su obra Balance de tres. En noviembre del 2002 fue declarado ganador del “Premio Víctor Hugo en la Historia”, con el ensayo “La fatalidad no está en un campanario de París”.

En enero de 2005 presentó siete relatos en Historias para un buen día. En agosto de 2005 su cuento “Urías” ganó el Segundo Premio en el concurso internacional de cuentos y poesía Premio “Citta de Viareggio”, en Italia, promovido por la editora Il Molo. Concursó traducido al italiano. En febrero de 2006, publicó el ensayo Jaime al descubierto y en octubre, Ediciones Cedibil publicó su novela El asesino de las lluvias, que fue traducida al italiano por Maria Antonietta Ferro y publicada en 2007 por Giovane Holden Editori de Lucca, Italia. En 2007 Editorial Santuario publicó una segunda edición de su novela Balance de tres, y en 2008 y 2009, una segunda y tercera edición de Serenata. En 2008, publicó una segunda edición de El asesino de las lluvias y en el 2009 Un árbol para esconder mariposas. En 2010, esta editorial publicó el libro de ensayos Gautier visto por Gautier y las novelas Dimensionando a dios, sobre la juventud del patricio Juan Pablo Duarte, y La fascinación de la rosa. En mayo del 2011 ganó el Premio Nacional Feria del Libro Eduardo León Jimenes con Dimensionando a Dios, otorgado al mejor libro publicado durante el año 2010. También en 2011 publicó Tres cosas te ofrezco y en el 2012, El misterio de la corbata verde. En 2013, colocó en Amazon su novela La mala maña. En 2014 se hizo una segunda edición de Un árbol para esconder mariposas.

Ha publicado ensayos cortos en las revistas literarias Isla Abierta del Periódico Hoy, VETAS y otros medios de comunicación. Ha sido panelista en varias ocasiones en la Feria del Libro de Santo Domingo, y participado como conferencista en la presentación de varias obras literarias. Ha sido jurado de novela en el Premio Nacional de Novela Manuel de Jesús Galván y en el Premio de Novela Letras de Ultramar; también del Premio Nacional Feria de Libro Eduardo León Jimenes.

En el 2005 fue nombrado Coordinador del Grupo Mester de Narradores de la Academia Dominicana de la Lengua, que tiene como objetivo difundir la narrativa dominicana; y en diciembre de 2007 fue nombrado Miembro Correspondiente de esta Academia, Correspondiente de la Real Academia Española de la Lengua. Presentó su discurso de entrada a la Academia en enero de 2009 con “La narrativa dominicana y las expresiones de la lengua”.

En 2009 la centenaria institución literaria Amantes de la Luz, de Santiago de los Caballeros, lo reconoció con la Medalla al Mérito Cultural por su obra de vida.

A partir de enero d 2010, el Consejo Nacional MSG80 patrocinó la celebración de sus 80 años con la coordinación de actividades en todo el país, donde se reconoció el valor de su obra literaria. Hubo actividades en la Academia Dominicana de la Lengua, Universidad UTESA-Recinto Moca, Ateneo Amantes de la Luz, Feria Internacional del libro Santo Domingo 2010 y otros lugares más.

En enero de 2010 le fue otorgado el título de “Novelista de nuestra lengua” por la Academia Dominicana de la Lengua.

En 2014, Isael Pérez, Presidente de Editorial Santuario, editó la obra Un instante de certidumbre/ La obra narrativa de Manuel Salvador Gautier, una recopilación de ensayos, artículos y comentarios escritos sobre la obra de Gautier a partir de 1993.

En 2015, la Universidad INTEC publica su libro de ensayos, Hechizo en las palabras/Sobre narrativa dominicana e internacional.

En total, Gautier tiene publicadas catorce novelas, un libro de cuentos y cuatro de ensayos.

Obras publicadas

TIEMPO PARA HÉROES

Tetralogía compuesta por las novelas:

EL ATREVIMIENTO

PORMENORES DEL EXILIO

LA CONVERGENCIA

MONTE ADENTRO novelas. 1993

TODA LA VIDA novela 1995

SERENATA novela 1999

BALANCE DE TRES novela 2002

HISTORIAS PARA UN BUEN DÍA relatos 2003

EL ASESINO DE LAS LLUVIAS novela 2006

JAIME AL DESCUBIERTO ensayo 2006

UN ARBOL PARA ESCONDER MARIPOSAS novela 2009

DIMENSIONANDO A DIOS/ LA JUVENTUD DE JUAN PABLO DUARTE, novela 2010

GAUTIER VISTO POR GAUTIER ensayos 2010

LA FASCINACIÓN DE LA ROSA novela 2010

TRES COSAS TE OFREZCO novela 2011

EL ENCANTO DE LA ARQUITECTURA ensayos 2011

EL MISTERIO DE LA CORBATA VERDE novela 2012

LA MALA MAÑA novela 2014

HECHIZO EN LAS PALABRAS/ SOBRE NARRATIVA DOMINICANA E INTERNACIONAL ensayos 2015.

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