Santo Domingo 23°C/23°C clear sky

Suscribete

ENFOQUE

La cumbre en España busca ser centro para cooperación

Avatar del Listín Diario
Hugo Guiliani CurySanto Domingo

La XXI Cumbre Iberoamericana celebrada el pasado año en Paraguay fue un fracaso debido a la ausencia de diez mandatarios. España, a pesar de la crisis que hoy sufre, ha hecho un gran esfuerzo para que en Cádiz no ocurra lo mismo. Estas cumbres siempre han sido parte importante de la política exterior de la madre patria. A través de ellas España ha buscado ser un centro de coordinación para impulsar la cooperación de la Comunidad Económica Europea con naciones iberoamericanas. Recuerdo haber escrito sobre este tema hace varios años y muy especialmente sobre una de las sugerencias que hice a raíz de la XV Cumbre. En aquel entonces sugerí cambiar nuestra deuda externa con España que ascendía a un poco más de mil millones de dólares por inversiones en educación y en el sector turístico. Era aquel un buen momento pues España podía hacerlo, pero además en una cumbre previa se había logrado una declaración de que tanto la educación como el turismo eran prioritarios para nuestra región. Eran los tiempos en que España era el cooperante y América Latina el receptor. Con la crisis que actualmente tiene el país ibérico las cosas han cambiado. Es posible que sea la América Latina quien tenga que ayudarle. Creo que eso es posible. Dentro de ese escenario debemos preguntarnos el papel que República Dominicana podría tener. Para ello lo primero es cambiar nuestra mentalidad de creer que solo somos un país receptor de ayuda externa. Lo segundo es saber agradecer la colaboración que España nos ha dado en el pasado. Sobre lo primero debo indicar que algunas multinacionales latinas están ya comenzando a invertir capitales en Europa y entre ellas se habla de empresas de Brasil, Colombia y República Dominicana. Es decir que, podemos ser cooperantes y no solo receptores en materia de inversiones. En lo segundo, debo ir al pasado y recordar aquella cena a fines de 1984 en el palacio de Quai d’Orsay. Nuestros anfitriones eran el canciller Claude Chaysson y Pierre Beregovoy, quien luego fuera el primer ministro de Francia. Estos se negaron a darnos su apoyo para que República Dominicana entrase al convenio de Lomé que hoy es conocido como Cotonou. Fue la decidida y tenaz ayuda de España lo que hizo posible que años después pudiéramos entrar a ser parte de éste, y bajo el cual nos hemos beneficiado durante años de la ayuda de la Comunidad Económica Europea. Ahora podríamos demostrar que tenemos memoria histórica y que sabemos retornar los favores. Una forma de hacerlo es contribuir a resolver el problema de desempleo que hoy tienen numerosos españoles de una alta preparación profesional. Podrían venir a vivir en República Dominicana para ayudarnos, por ejemplo, en el sector de la educación. Recordemos las valiosas aportaciones que los exiliados españoles nos hicieron en materia educacional y cultural en la década del cuarenta. Actualmente podrían también asistirnos para que aprendamos a darle mejor utilización al subutilizado acuerdo comercial (EPA) que tenemos con la Comunidad Económica Europea, para así exportar más, y a la vez obtener mayores recursos de ese convenio. Por otro lado, España es el país ideal para convertirse en un gran centro (hub) para las inversiones desde Europa hacia América Latina. Y nosotros con nuestra localización geográfica, estabilidad económica y política, el sitio perfecto para servir de hub pequeño en materia de inversiones y comercio desde Europa y España hacia el Caribe. Al final de cuentas todo se resume en entender que las relaciones entre los países son de dos vías. España está viviendo una crisis que durará varios años y nosotros somos parte de su solución. En consecuencia, seamos creativos y ayudemos en esa tarea. Recordemos que estamos en un mundo cambiante, interconectado y aun cuando seamos pequeños podemos jugar un rol en los asuntos internacionales.

Tags relacionados