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Desde la última butaca

La muerte del gato

“La muere del gato” no es una obra “simpática” que merece carcajadas. No lo es.

“La muere del gato” no es una obra “simpática” que merece carcajadas. No lo es.

Lilo Vilaplana es un escritor y cineasta cubano que ha dirigido las exitosas teleseries “Metástasis” (subtitulo de capítulos de la serie Mentes en Shock), “El Capo” y entre otras. En 2014 estrenó la versión cinematográfica de uno de sus cuentos más emblemáticos, “La muerte del gato”.

Su compatriota Alberto Pujols lo ayudó con el guion. El cortometraje se convirtió en un acontecimiento que llegó hasta el festival de Cannes, donde fue exhibido fuera de concurso.

Ubicado en la Cuba de 1989, un día después del fusilamiento del general Arnaldo Ochoa, el relato trama la venganza contra un “chivato”.

“La muerte del gato” es cine. Brilla por encima de toda pasión. Una cinta de ficción, pero ácidamente épica. No exenta del cuestionamiento a los despropósitos oficialistas, tema ya abordado por otros cineastas de la isla.

En la obra de Vilaplana no hay espacio para el panfleto. Destaca un legado tanto en la cinematografía como en la dirección de actores, a pesar de su escaso presupuesto . La economía de recursos, la fortaleza del guion, los movimiento de cámara y la novedad de la historia atraen a un espectador que no va al cine a comer palomitas.

De cuadro en cuadro, de enfoque en enfoque, de encuadre en encuadre se ensartan imágenes habaneras como telón de fondo a la escenografía colombiano donde se desarrolla historia. Repito: “La muerte del gato” es cine del bueno. Brillan los actores. Saben transformarse gracias a la mano firme de Vilaplana. No es un proyecto para exterminar a un felino hambriento y juguetón, sino para golpear. Su brevedad cautiva. En ella todo es posible, desde virar fotos al revés hasta vaciar las frustraciones no en una culpable, sino en la osamenta de un animal ajeno a todo.

Cuatro profesionales cubanos se roban la escena: Alberto Pujols, Bárbaro Marín, Jorge Perugorría y Coralita Veloz, siempre bajo la mirada firme por Vilaplana. Ellos no juegan con el espectador. Sus personajes hacen reír, llorar y obligan a buscar una segunda lectura. “La muere del gato” no es una obra “simpática” que merece carcajadas. No lo es.

Ficha técnica

Género: Cortometraje. 

Países: Cuba y Colombia. 

Director: Lilo Vilaplana. 

Guion: Lilo Vilaplana y Alberto Pujols (sobre un cuento de Lilo Vilaplana). 

Premios: Selección Oficial Fuera de Concurso, Festival de Cannes. 

Reparto: Alberto Pujols, Jorge Perugorría, Bárbaro Marín y Coralita Veloz. 

Sinopsis: Tres vecinos planean asesinar al gato de la presidenta del Comité de Defensa de la Revolución. Y comerlo como sustituto de la carne deficitaria en Cuba.

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