Los raperos y las joyas, una comunión como signo de estatus

Travis Scott, Megan Thee Stallion, Ricky Walters, JBalvin, A$AP Ferg, Jay Z, Cardi B o Rihanna son algunos de los raperos que han echado mano de ostentosas y extravagantes joyas, no solo como signo de estatus y bandera de estilo personal, sino también como una lujosa herramienta para comunicar sus éxitos.

"Mis joyas son mi traje de superhéroe", señala en el libro "Ice Cold" (Taschen) el rapero Ricky Walters, que cuando llegó al olimpo de la riqueza apostó por lucir joyería de oro y diamantes, incluyendo, al mismo tiempo, varios collares con medallas gigantes, brazaletes, anillos enormes y dientes de oro.

Este libro reúne 40 años de comunión entre raperos y joyas, una análisis con imágenes icónicas en el que grandes estrellas como Jay Z, Migos, Pharrell o Tupac hacen gala de piedras preciosas como signo de estatus social y expresión de estilo personal.

"El hiphop brilló y redefinió el mundo de la joyería, el lujo y el estilo", escribe la periodista y autora de este volumen, Vikki Tobak.

El amor de los cantantes de hiphop por las joyas empezó a despuntar en la década de los ochenta, cuando artistas como Slick Rick o Run-DMC ganaron los primeros dólares con actuaciones fuera de sus barrios marginales.

Era su manera de mostrar a la sociedad que, con su música callejera, ellos también tenían acceso a la riqueza y exhibían en público collares llamativos, cadenas gruesas de oro y anillos de impacto.

Pero según se abría paso este estilo musical en los noventa, la industria de la joyería evolucionó de la mano de sus protagonistas, ofreciendo una gran variedad de piezas cuajadas de diamantes, con más poderío.

En esa época, los raperos acudieron a Jacob Arabo, fundador y presidente de la prestigiosa marca de joyas Jacob & Co., que tenía su tienda en el distrito Diamond de Nueva York. Rápidamente le apodaron Jacob the Jeweler, sobrenombre que aparece en las canciones de Jat-Z o Nas, entre otros.

"La joyería siempre ha sido gran parte de mi vida, ha ido evolucionando según he ido creciendo en la música", cuenta en el libro el rapero A$AP Ferg.

Recuerda que, en su barrio, Harlem, siendo un adolescente comenzó a hacer colgantes con tachuelas de cristal con personajes como Bart Simpson y Mega Man.

DISEÑOS EXCLUSIVOS

A medida que el hiphop subía como la espuma, la joyería proporcionaba a sus artistas un lenguaje a su medida. Por ejemplo, Asap Tocky incluyó la clásica perla blanca a piezas de oro, un juego estético que fue más allá de las normas de género.

Ahora, las joyas no respiran aire callejero, sino diseños exclusivos en las que artistas como Pharrell Williams, Jay-Z, Gucci Mane y Cardi B integran motivos de la cultura pop y colaboran con artistas como Takashi Murakami en piezas que hablan de la audacia y la sabiduría del hiphop.

Así, en este libro el rapero Cam'ron aparece en una imagen, tomada en Nueva York en 2006, con una maraña de cadenas y de una de ellas, cuelga un colgante con la forma de globo giratorio motorizado, con una luz de freno que funciona con baterías, y realizado con cientos de diamantes y más de 300 gramos de oro.

La cantante Megan Thee Stallion aparece en una imagen de Los Ángeles en 2020 con el colgante "Hot Girl", una cadena de llamas con diamantes incrustados, elaborada con 155 quilates de diamantes y un kilo de oro.

No pasan inadvertidas las piedras preciosas incrustradas en anillos tamaño XXL de LL Cool J, las gruesas cadenas de Big Daddy Kane o los adornos dentales de oro o platino, pieza que creó Eddie Plein en un sótano de Brooklyn y que ahora se ha convertido en accesorio imprescindible para Beyonce, Rihanna o Rosalía.