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Nerea Barros en el motor del cine local

La actriz española Nerea Barros acaba de rodar en suelo nacional las últimas escenas de “Sol y Luna”, a las órdenes de José Enrique Pintor “Pinky”.

De esta manera engrosa la lista de figuras del cine internacional que participa en una producción de factura local.

Ganadora del premio Goya a Actriz revelación en 2015 por su trabajo en la película “La isla mínima”, de Alberto Rodríguez, Barros ha valorado el trabajo que se ha hecho en la comedia que ha dirigido Pintor, en la que comparte roles con Frank Perozo, ya que entiende que aunque es muy divertida, también tiene mucho trasfondo de ser humano.

“Es muy bonito porque Pinky tenía muchas ganas de retratar su tierra, sus dos tierras”, al recordar que el cineasta nacido en Santiago de Compostela, Galicia, España, y ha desarrollado su vida profesional y familiar en República Dominicana. En ese sentido, según ha explicado a Listín Diario, en el filme se juega mucho con las diferencias que tiene la gente de ambos lugares.

En el mundo del cine desde que tenía 16 cuando rodó “Nena”, de Xavier Bermúdez, valoró que el cine dominicano sea capaz de producir piezas comerciales y al mismo tiempo películas arriesgadas, que buscan ir más allá de la taquilla. “Han pegado un salto muy grande y ahora mismo hay un abanico de películas que algunas tienen una calidad increíble y han empezado a salir de este país”, sostuvo la actriz nacida en Santiago de Compostela, La Coruña, en 1981.

Joven, bonita y mujer en el mundo del entretenimiento como en el que se mueve, Barros ha revelado que por suerte nunca ha recibido una propuesta indecorosa. Su postura ante el escabroso tema que ha sacudido el cine y otras áreas del espectáculo internacional a raíz del caso de Harvey Weinstein, es menos apasionada que otras de sus colegas.

Por el contrario, llama a la reflexión.

“Es un tema súper complejo, pero por supuesto, todo lo que es abuso de poder que lo condenen y paguen la pena, pero creo que las mujeres tenemos que hacer una reflexión: los hombres no tienen la culpa de todo en este mundo”, considera.

Entiende que es más un problema de cultura y educación, y que tanto el hombre como la mujer se encargan de estos aspectos en la familia. “Parte de la culpa del machismo que existe es de las mujeres, que por desgracia somos muy enemigas de nosotras mismas.

Es cierto que nos educan mal, para conseguir ese príncipe azul, tonterías, muñecas”, manifiesta, y que las mujeres, a pesar de lo que se piensa, no son seres débiles.

Entiende que lo que pasa en Hollywood hay que remediarlo, pero también que le duele que no se mire hacia países del África, en las que se usa la violación de mujeres y niñas como arma de guerra, y donde se sigue practicando la ablación, casan menores con hombres mayores, entre otras cosas.

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