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MÚSICA

El lado más rockero de Joaquín Sabina

El concierto “Lo niego todo” trajo a Santo Domingo el lado más rockero de Joaquín Sabina. El show, presentado la noche del miércoles en el Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto, fue como el mismo cantautor había declarado a Listín Diario hace una semana, uno de los más completos.

Y es que el paseo por temas como “Cuando era más joven”, “Princesa”, “Peces de ciudad”, “Por el bulevar de los sueños rotos”, “Contigo” o “Donde habita el olvido”, todos de distintos álbumes, entre muchos otros, dio como resultado un espectáculo que se extendió por más de dos horas.

Confeso admirador de Keith Richards, Sabina parecía evocar aquello de que “los viejos rockeros nunca mueren” y se trajo, aparte de sus compinches Pancho Varona y Antonio García de Diego, a Jaime Asúa, ex guitarrista de la banda de rock Alarma!!!, y a Paco Beneyto, ex baterista de Viceversa (a quien se despidió de forma emotiva en este show) por lo que en la noche no faltó el sonido de las guitarras eléctricas dando fuerza a temas como “Las seis de la mañana” o “Lágrimas de mármol”.

Dividido en dos partes, en la primera Sabina se dedicó a hacer algunos temas de su nuevo disco y que da título también a la gira, como “Quien más, quien menos”, “No tan deprisa” o “Sin pena ni gloria”, etapa luego de la cual se dedicó, como dijo, a “ir cantando poquito a poquito algunas viejas”, algo que la audiencia agradeció.

El público que asistió mostró fidelidad al artista, nacido en Úbeda, provincia de Jaén, en 1949, y aplaudió y gritó incluso con las canciones nuevas, algo que no siempre sucede en los conciertos de gente que lleva muchos años de carrera, como es el caso presente.

Pero también hubo espacio, como en otras ocasiones en sus presentaciones, para que sus músicos interpretaran alguna de sus canciones. Fue el caso de García de Diego (“A la orilla de la chimenea” y “Tan joven y tan viejo”); Asúa (“Seis de la mañana”); Varona (“La del pirata cojo”) y la corista Mara Barros (“Hace tiempo que no me hago caso”). No en vano dijo que en su banda los músicos son mejores cantantes que el cantante.

MÁS CONVERSADOR QUE OTRAS VECES La relación entre el país y Joaquín Sabina comenzó a finales de los ochenta, cuando su música empezó a sonar en La Nota Diferente 95.7, pero él vino por primera vez a cantar en 1995. Durante el concierto del miércoles, Sabina recordó que venía antes en los 80 y mencionó amigos suyos como Carlos Francisco Elías y Freddy Ginebra, y que en ese entonces le presentaron a “alguien que ya tenía un talento impresionante pero que todavía no era el Juan Luis Guerra que todos conocemos”. Habló además de cuando estuvo exiliado en Londres, y de cómo luego de un concierto de los de los Rollings Stone y “ese veneno del rock and roll se me metió”. También bromeó mucho, por ejemplo con la falda del músico Josemi Pérez Sagaste.

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