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Humorista

El humor pierde a un patriarca

Juan Carlos Pichardo deja un legado en el arte con la realización de varios programas y personajes que le dieron un nuevo rumbo al humor dominicano.

Presentadores. Juan Carlos Pichardo, al centro, junto a J. Eduardo Martínez y Jochy Santos en uno de los programas de televisión en que participó en los años 80.

Presentadores. Juan Carlos Pichardo, al centro, junto a J. Eduardo Martínez y Jochy Santos en uno de los programas de televisión en que participó en los años 80.

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Ynmaculada Cruz HierroSanto Domingo

“Quiero dar las gracias a todos los que se han solidarizado en este momento tan difícil y que yo sabía que mi papá era grande, pero me di cuenta que fue más grande de lo que él creyó”. Así se expresó Juan Carlos Pichardo Jr. ante las muestras de solidaridad tras la muerte de su padre, el humorista Juan Carlos Pichardo, quien falleció ayer en Taiwán. Tenía 62 años de edad.

Desde muy temprano en la mañana, Pichardo compartió la información través de las redes sociales y desde ese momento las muestras de cariño y solidaridad fueron constantes.

Los jóvenes de esta época quizás no conozcan del talento y el legado que dejó en el arte Juan Carlos Pichardo, actor y humorista que se atrevió a abrir una brecha en la televisión cuando el humor era comandado por poderosos y cuando la televisión era muy selectiva para permitir la participación.

Su historia tampoco es muy conocida. La mayoría ignora que su verdadero padre fue el actor Marino Hoepelman, quien lo procreó con una joven del servicio de la casa, y fue dado en adopción a los señores Pedro Pichardo y Ana Julia Matos de Pichardo, una pareja que no había procreado hijos y que acogió a Juan Carlos como suyo, y él siempre los reconoció como sus verdaderos padres. Él reconoció en su padre de sangre a un hombre de mucho valor en el teatro. De él heredó la vena artística. Según relató Carlos T. Martínez en un reportaje para el periódico Última Hora (1991), él también tuvo una buena relación con su madre biológica.

“Desde pequeño tenía la vocación de la vagabundería. Regularmente en el colegio Don Bosco, donde realizó parte de sus estudios; los viernes daban una hora para recitar, y él, con su compañero Tony Sang, hacía comedias”, escribió Martínez.

También participaba en las veladas que celebraban a fin de año, actuando en las obras de teatro. En 1976 ganó el primer lugar en el Primer Festival Estudiantil de Teatro, celebrado en el país, y ganó como director y actor de la obra “Pirámide 179” de Máximo Avilés Blonda; para ese entonces cursaba el cuarto de bachillerato y tuvo la oportunidad de dirigir a la actriz Lidia Ariza.

Luego, mientras estudiaba el primer semestre de la carrera de Administración de Empresas en la Universidad O&M, dirigió el teatro de esa academia, abandonando la carrera para dedicarse al arte.

Sus primeras apariciones en la televisión fueron en el programa “Wilfrido en vivo”, donde se le dio a Los Tenorios la oportunidad de participar. Con ese grupo formaba el elenco de humor del programa “Fiesta”, de Teleantillas, pero sus integrantes luego se separaron.

En 1983 es contactado por RCTV Dominicana, una compañía de capital venezolano que produjo los programas humorísticos “Telerelajo” y “Cuéntame ese chiste”. Luego llega a Telesistema con el programa “Tele-Loquera”.

En “Tele-Loquera” se conformó La Nueva Generación del Humor que surgió de un trabajo para René Fiallo, presentado en el Maunaloa. La Nueva Generación del Humor tuvo como integrantes a René Fiallo, Juan Carlos Pichardo, Ángel Muñiz, Héctor Sierra, Richard Douglas, Teresita Basilis, Luis Cruciel, Alicia de Peña, Raúl Grisanty y Luis Marchena. Para la época (1987) ya había ganado como Programa del Año con “Tele-Loquera”.

Juan Carlos se consideró como un humorista satírico, “el que se caracteriza por satirizar a todo el mundo”, se definía. Se destacó por caracterizar a Juan Bosch, Jacobo Majluta, Máximo Beras Goico, Pedro Morales Troncoso, José Francisco Peña Gómez y Joaquín Balaguer. También el Oso Yogui, Gugu, Popeye, El Gato Jim, entre otros personajes animados de esa época dorada.

De las caracterizaciones su favorita fue la del siquiatra Máximo Beras Goico.

En “Tele-Loquera” fue el creador de los personajes que intervenían en la comedia de Los Gansters: el Mecánico Loco, de Héctor Sierra; el Raso Arepita y Dorotea, una mujer que hablaba sin parar y que personificó Milagros Martínez.

Su trabajo en la televisión trascendió hasta convertirse en el gerente general de producción de Teleantillas, canal 2, en donde además condujo el programa de concursos “El sube y baja del 2”, producido por Onix Báez.

Dos años permaneció con el espacio en Teleantillas, y continuó su trabajo en Telecentro con la producción del programa matutino “Sección 2” que inició en el canal 2.

Juan Carlos falleció la mañana de ayer luego de padecer durante tres años la enfermedad pénfigo, condición de la piel que se caracteriza por la formación de vesículas con posteriores alteraciones pigmentarias. El humorista nació el 8 de febrero de 1956.

A pesar de haber trascendido en el humor dominicano y de permanecer casi 30 años activo en la escena local, hace una década tomó la decisión se irse a vivir en Taipéi, Taiwán, donde reencontró el amor y lo sorprendió la muerte.

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