Mujeres sobre las tablas

Durante el reciente II Festival Internacional de Teatro Mujeres sobre las Tablas se hizo visible la necesidad de dar a conocer esas voces femeninas sobre la escena, las cuales ofrecieron diversas propuestas a los amantes del teatro de la ciudad de Santo Domingo.

El evento, realizado en conmemoración del Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, se realizó del 15 al 25 de noviembre del 2017, en la Sala Ravelo del Teatro Nacional Eduardo Brito.

Su directora, Elizabeth Ovalle, y la Fundación Absoluto Teatro se preocuparon por visibilizar a estas mujeres durante diez días de puesta en escena, donde también se le rindió un merecido homenaje a la actriz dominicana Delta Soto. El país invitado fue El Salvador.

A lo largo de los 17 años que llevo recorriendo el mundo como crítico teatral, he conocido a muchas de las mujeres que inspiran estas historias. Mujeres valientes, decididas, que a pesar de haber sufrido lo inimaginable siguen adelante, no se rinden, a veces inclusive por el camino equivocado, pero siempre con una pasión por la vida que a los que tuvimos otra suerte, no puede más que despertarnos admiración por todo y más recibe todo mi respeto Delta Soto por tu justa distinción.

El II Festival Internacional de Teatro Mujeres sobre las Tablas, ha sido el evento en cuestión y tuvo seis propuestas nacionales (Alerta Roja, La Puñalada, Frida viva la vida, Sola, Una mujer sola y De Lorca), y dos internacionales (Bandada de Pájaros y Vecinas), del grupo Moby Dick Teatro de El Salvador.

Obras que pertenecen a diferentes creadores, actrices dramaturgas y diferentes directores. La mayoría son recientes creaciones, cuyos montajes han recibido el consentimiento del público y de la crítica. Los textos presentados son monólogos, unipersonales, textos para dos o tres actrices y piezas estructuradas a partir de diálogos, que constituirán un importante punto de arranque para quienes deben internarse en territorios poco explorados.

La selección de estas obras, imagino que su directora cuidó y pensó al seleccionar en un abanico de posibilidades que estimulen la creación de nuevos textos femeninos, ya sea por semejanza o por consecuencia. Muchas veces el rechazo a una cierta teatralidad dominicana o universal que lleva a reafirmar las búsquedas personales de esas voces femeninas, pero tampoco podemos descalificar escrituras escénicas, existentes sin conocerlas.

Creo que este es el objetivo y creo también que -se logró- con esta segunda edición del encuentro de mujeres sobre las tablas. Muestras veces estas propuestas de/para mujeres logran llegar a una cierta teatralidad y esto nos lleva a reafirmar las búsquedas personales, femeninas o veces propias de una dramaturgia.

En este recorrido teatral también haremos referencia a cuatro obras concretas que estuvieron dispuestas durante la programación del encuentro, y que son referenciadas y completan el panorama teatral para mujeres en escena, que fue la razón que motivó a la directora a realizar este festival.

Analizaremos cuatro obras cada una con un punto de vista diferente, todas las propuestas casi logradas en el escenario, por lo que mis reflexiones son producto del ejercicio escénico y no sólo teatral o de la crítica. Las reflexiones aquí vertidas despertarán el interés de potenciales montajes y directoras (res).

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Alerta Roja

No son muchos los textos dominicanos que ofrecen una mirada crítica y realista sobre los dramas sociales. Alerta Roja refleja la vida de tres mujeres de diferentes situaciones y condiciones sociales interpretadas por Elizabeth Ovalle que se mueven por la caribeña sociedad dominicana, situaciones a la que no es difícil si las cosas vienen mal dadas.

Lo hace por medio de estas tres mujeres Margarita, Matea y Antonia, unidas por el mismo padecimiento: el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH). El sida para los que no lo saben, es una enfermedad humana que progresa lentamente hacia la falla del sistema inmune, lo que permite que se desarrollen infecciones aprovechadas y cánceres potencialmente mortales.

La pieza está escrita sin sentimentalismos, con guiño al teatro docu-ficción. Alerta Roja, descolocando la frase, llama a una interpretación metafórica de la obra.

Es el más alto nivel de amenaza o alerta en diversos sistemas de información y, es a menudo utilizado para indicar un determinado tipo de emergencia. Literalmente este tipo de alerta se refiere a la iluminación de color rojo utilizada para indicar peligro.

Ese peligro que está a la vuelta de la esquina y que amenaza a la isla y al mundo entero. Se invierte el paradigma y se dominicaniza, no tanto en caribeño sino, más bien, en realista, la alerta está vigente y palpita, no es un eco de los años 90, es una amenaza real.

La historia de estas tres mujeres, que sólo piden su oportunidad y algo de dignidad, la narra Basilio Nova con correcto atino de director que sabe lo que hace sobre la escena, pero esas perfecciones serán compensadas con una mirada llena de conciencia, agilidad y viveza teatral, surgiendo entre las sonrisas alguna que otra escena reflexiva arrancada de esa realidad deteriorada.

> Ficha Obra: Alerta Roja Dramaturgia e Interprete: Elizabeth Ovalle Producción: Fundación Absoluto Teatro Dirección: Basilio Nova

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Frida viva la vida

Nuevamente la interesante vida de Frida Kahlo es llevada a la escena y esta vez le tocó a Jennie Guzmán ponerse bajo la piel de la gran artista mexicana, a pesar de los altibajos interpretativos, ella buscó darle una sustancialidad a su compromiso de composición escénica y actoral o -en todo caso encarnar a- una Frida: fémina, humana y artista, de carne y hueso que sufre y padece como cualquiera otra mujer. El drama de Frida intenta hacerse más dramático cuando entran por la puerta los problemas anecdóticos, momento en el que el amor sale por la ventana.

Consciente que las sucesivas representaciones Guzmán atesorará la potencia, rigor y respeto necesario que debe tener-este digno oficio- de la interpretación. En todo caso, lo conceptual, lo reflexivo fue ese leit motiv de esta indagación teatral que - siendo objetivo - buscó tener una exposición compacta.

La propuesta tiene una dirección y una factura correcta, pero el resultado es escasamente atractivo.

> Ficha Obra: Frida Dramaturgia: Humberto Robles Producción e Interprete: Jennie Guzmán Dirección: Ruth A. Emeterio

País Invitado: El Salvador

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Bandada de Pájaros y Vecinas

El mérito del director español Santiago Nogales es haber sabido desplegar una notable realidad en el inclemente texto de Jorgelina Cerritos y la dirección de su obra.

Su argumento es, en verdad, uno solo, pero examinado desde tres perspectivas desiguales y femeninas. Todas ellas se enlazan, junto con sus personajes, en un circulo infernal de odio e intimidación entre las matronas y los otros personajes que parecen vivir entrenándose para la muerte.

El hilo conductor de la historia, aparentemente fragmentada y dispersa, es la memoria. Aunque su presencia tenga modos diversos en cada una de ellas, una evidente consistencia la transforma en los personajes ausentes y dramáticos.

En torno a ellas se centra la acción de todos los demás personajes, que también están presentes de modo imaginario, en cada una de las tres mujeres, abriendo y cerrando el relato circular.

Entre los mayores aciertos de esta obra estarían las dobles lecturas de cada mujer. Todas ellas tienen una vertiente real, reflejo de la historia contemporánea de El Salvador. Con todo, admiten también una lectura simbólica que les lleva a ganar proyección universal, a través de los códigos y símbolos teatrales.

Finalmente, ellas son Ulises, viajeras infatigables, fecundas en recursos, hembras teatrales que caminan hacia sus propias tragedias.

Son tres figuras simbólicas de la cultura sudamericano las que se ven, pues, reflejadas en esta puesta salvadoreña. Una cultura amenazada por odios y violencias a lo largo y ancho de su territorio, cuando los machismos (hombres-maridos-esposos) imponen su ley frente a cualquier tipo de protección.

Esta sería la percepción condensada en Bandada de Pájaros, que está, probablemente, muy por encima de sus relatos anecdóticos. Por esta razón y otras, Santiago Nogales tiene 16 años trabajando con este colectivo en ese país tan melancólico como es El Salvador.

Mientras tanto soñaré que soy un volátil que sigue esperando llegar a San Ignacio de la Frontera… ¡Espérame Jorgelina allá voy!

> Ficha Obra: Bandada de Pájaros Dramaturgia: Jorgelina Cerritos Intérpretes: Dinora Cañenguez, Mercy Flores y Rosario Ríos Producción: Moby Dick Teatro Espacio Sonoro: Juan Carlos Berrios Dirección: Santiago Nogales

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Vecinas

El director Santiago Nogales vuelve a poner el dedo en la llaga de la sociedad iberoamericana y de su injusta violencia. Tal vez se ha quedado corto en el análisis de los ambientes ciudadanos de los personajes femeninos, para centrarse casi exclusivamente en los sociales.

La puesta de Vecinas posee, en todo caso, una enorme capacidad para entretener, reflexionar, sorprender, ilusionar y alarmar. Nogales y su colectivo Moby Dick Teatro han querido hacer una obra sobre la violencia y sobre el efecto que la violencia puede tener en la vida de las personas, en especial en las mujeres, en las vecinas. Y han conseguido un canto a la vida, reflexivo y emocionante.

El trio de actrices formado por Dinora Cañenguez, Mercy Flores y Rosario Ríos se mueve con sorprendente desenfado y cumple con su función de encarnar mujeres corrientes en una falta de naturalidad dentro de una sociedad de hombres.

Sin embargo, tal cual está, la obra tiene una fuerza muy considerable y es una muestra del resplandeciente momento por el que pasa el teatro salvadoreño. ¡Espero que no se vaya el buen teatro, pero si la violencia!

> Ficha Obra: Vecinas Dramaturgia y Dirección: Santiago Nogales Intérpretes: Dinora Cañenguez, Mercy Flores y Rosario Ríos Producción: Moby Dick Teatro Espacio Sonoro: Juan Carlos Berrios

Para concluir: no queremos deja de expresar nuestro total agradecimiento a Elizabeth Ovalle, directora general del festival, por ofrecernos incluir una visión crítica que sabemos enriquecerá esta bitácora teatral que dejamos como constancia a esa frágil memoria teatral.