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CAMBIO DE ESTILO

Cabello afro e identidad

El pelo rizo o crespo es visto como una moda, sin embargo está mucho más ligado a la identidad de las personas

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Mayelín Pérez | Especial para El NorteSantiago

En República Dominicana está arraigada la creencia de que el cabello rizo o crespo es sinónimo de desarreglo y no profesionalidad.

Esto es resultado de la herencia cultural dominante española, la cual fue sometida en la colonización, y que continúa hasta hoy día, preceptuando la idealización de que todo lo blanco es bueno y lo negro es malo, a pesar de que el 80 por ciento de la población quisqueyana es mulata.

Estas razones dan como consecuencia que el “pajón”, como se le conoce, se estigmatice como algo feo frente al cabello lacio. Muchas empresas y escuelas piden buena presencia como requisito, y esto incluye la melena alisada. Sin embargo, existen personas que a pesar de las críticas, han abrazado su naturalidad, y han decidido dejar su cabellera rizada.

“El pajón” puede tener diferentes texturas, lo cual permite un manejo del cabello muy versátil, manteniendo la cabellera más nutrida y creciendo de manera más rápida. Además, se pueden realizar una cantidad infinita de peinados y estilos.

Motivos Muchas son las razones para pasar al cabello natural. Para la periodista Karen Arias, la decisión fue el cansancio. Expresa que, “desde los 5 años me habían procesado el cabello con químicos, con el tiempo entendí que yo misma había adoptado una actitud de rechazo hacia mi cabello natural por ser muy crespo y empecé a darme cuen- ta que estaba agotada intentado cambiar algo solo por prejuicios de la misma sociedad”, explica Arias.

Para el educador Edwin Solano, el hecho de dejar crecer su cabello afro fue mostrarse tal como es, sin cambios en su apariencia.

Hay otras personas, que como Bianka López, estudiante de Periodismo, siguen el ejemplo de personas en la redes sociales, y les encanta como les luce y optan por ese estilo, que describe como libre.

ACEPTACIÓN La identidad y el sentimiento adquiridos por el cambio son únicos. “El mayor beneficio es verse en el espejo y sentirse original. Creo que mucha gente también me ve así. Y aprecia que me atreva a llevar mi cabello de un modo auténtico”, admite Edwin, en cuanto a este cambio.

Para Karen Arias, también fue un proceso de aceptación y entendimiento.

“Poco a poco fui comprendiendo que mi cabello es hermoso tal cual Dios me lo permitió tener, y no es malo ni feo, solo es un tipo de cabello”, asegura.

Bianka López entiende que el hecho de ir al salón no es sinónimo de belleza. “Si tengo que ir al salón y alisarme para ser bonita, entonces yo no soy bonita, porque no soy así, pero con mi pelo natural sí, porque soy yo”.

El salón y la belleza natural El cabello lacio no debería entenderse como símbolo de formalidad, mucho menos en países latinos, donde la mayor parte de la población tiene su cabello rizo.

Ser libre y dejar de ir al salón de belleza fueron las razones de Lusverlyn Arias, consultora de comunicaciones en la CDEEE, para cambiar su pelaje lacio a rizo. “Siento mucha libertad, anteriormente yo me sometí a los centros de belleza para lucir mi cabello lacio y ahora voy si es alguna actividad especial, me lavo y me hago mis rizos y eso me genera mucha tranquilidad”.

Cuidado, retos y beneficios del cabello rizo Existe mucha información en internet para el tratamiento del cabello afro. Blogs como “Rizos divinos y más”, canales en YouTube como “DailyCurlz” y centros de belleza como “Mizz Rizos Salón”, en Santo Domingo y “Rizos Afros y más”, en Santiago, son referentes para aprender a manejar este tipo de cabello y enseñan cómo conseguir el pelo natural de varias maneras.

Se le debe dar más cuidado, porque el clima del país los reseca mucho. “En el manejo, ha implicado más dedicación, más trabajo, porque es cierto que el cabello afro o muy rizo necesita rehidratación, desenredar constantemente, acondicionamiento, productos sin tanto sulfato...”, informa Arias.

Impacto El resultado final tiene connotaciones positivas. Bianka expone que ha recibido más comentarios positivos que negativos y que le piden tips para tener el cabello de la misma manera que ella.

Para Lusverlyn en el ambiente laboral no le afectó de forma directa. Lo contrario, ella sirve de inspiración para otras compañeras que quieren lograr obtener su cabello natural nuevamente. En el caso de Karen, el apoyo familiar ha sido muy positivo.

El pelaje rizado recibe innumerables términos y frases despectivas tales como: pelo malo, alambrada y que les manden a peinar, es algo que deben soportar a diario. “En lo personal he recibido montones de críticas, hay personas que piensan que es una moda, o un capricho o simplemente, están tan arraigados en una visión negativa de este tipo de cabello que no pueden aceptar como normal que decida llevarlos así”, testimonia Karen.

Arias cree que el rechazo a la cabellera rizada es parte de un estigma social enraizado en la cultura dominicana, “todavía hay prejuicios, he tenido que confrontar a algunas personas, ayudarlas a entender que la textura de nuestro cabello es algo que viene con nosotros”, agrega Karen.

Edwin Solano en diez años se ha cortado el cabello bien bajito, varias veces, por presión de sus familiares, por el trabajo e incluso por decisión propia. “La mayoría de la gente en este país no ve el cabello rizo o crespo como parte de su identidad, lo que es totalmente inexplicable, pues es la textura que tiene la absoluta mayoría de la población dominicana”, expone.

Desafíos Entre los retos existentes para las personas con cabellera rizada, el más difícil de enfrentar es que éste sea considerado como profesional. Lusverlyn cree que el principal cometido es que se pueda ir al trabajo sin recibir miradas de crítica, que la gente entienda que también el cabello rizado puede lucir bien, que se puede utilizar para una actividad formal.

También, el hecho de que los infantes no puedan utilizarlo para ir a algunas escuelas es una gran preocupación para Karen Arias porque “el cabello afro-rizo es parte de nuestra herencia cultural, no tiene lógica que se nos impida llevarlo natural”.

Los varones Para los hombres en algunos casos es más difícil. Edwin es graduado en Educación mención Filosofía y Letras, pero actualmente trabaja en un “call center” porque “los profesores no pueden tener pajón”. Además manifiesta que, “dependiendo del contexto, pueden pensar que eres un delincuente o un artista. El cabello largo, crespo, incluso liso, en hombres es todavía inadmisible en un contexto profesional, durante años, mi elección de tener el pelaje fue motivo de fricción con mi familia, hasta que se cansaron o se acostumbraron”.

Esta percepción debe ser cambiada, para que las personas con afro sean vistas como cualquier otro profesional o estudiante y aligerar en las empresas y los centros educativos la concepción.

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