Un liceo que forma en arte

El arte conecta al individuo con su interior y le ayuda a descubrir mundos jamás imaginados. Esa cercanía contribuye a que los involucrados en el proceso artístico, canalicen y fortalezcan todo su espacio con un lengua universal.

En la localidad de Pastor Abajo, se encuentra ubicado el primer liceo técnico de la ciudad de Santiago en capacitar a estudiantes en la modalidad del arte. Mariano Caba, director general del Liceo Técnico Pastor Abajo, modalidad en artes, explica que ese centro educativo es uno de los dieciocho del todo el país, y único en la ciudad.

“En el liceo impartimos clases de música, teatro, danza, artes aplicadas, y artes escénicas, en las que los estudiantes salen con las competencias necesarias para insertarse en las áreas que estudian”, asegura Caba.

El proceso de inserción a ese hogar del arte implica una previa evaluación para determinar las habilidades y gustos del interesado, y de ahí se desprende la carrera artística a cursar. En la actualidad, el Liceo Técnico Pastor Abajo, lleva 3 años aplicando el nivel técnico artístico, y como resultados 134 egresados. Ahora cuenta con una matrícula de 793 estudiantes, que cursan por tres años la especialidad.

“Indiscutiblemente hemos descubierto que el arte sensibiliza y ayuda a que los pueblos sean mejores y más humanos. Ver a esos jóvenes, que llegaron de cero, produciendo, es un gran logro que nos llena de orgullo. El contacto con el arte me ha hecho entender y apreciar en gran magnitud su impacto”, afirma Caba.

Según el director de la institución, el sector donde se encuentra ubicado el liceo es bombardeado constantemente por malas noticias. “Estos jóvenes, más de 60 por ciento, vienen de familias disfuncionales y el arte les ayuda a escapar y cubrir el aspecto emocional”, agrega Caba.

En música Vismal Roque, docente en el área de Música, sostiene que el currículum es muy completo, lleva al estudiante a trabajar en prácticas y teorías que luego aplican en la vida artística.

En lo personal, a Roque le satisface mucho la labor de enseñar en ese liceo. “El proyecto tiene como foco orientar esa población escasa de oportunidades a tener un cambio y a encaminarse en el mundo mágico del arte”, enfatiza.

En la práctica Martina Santos, estudiante del liceo, entiende que su experiencia es muy positiva porque le ayuda a descubrirse. “Es una experiencia maravillosa, hay que vivirla para sentirla. Nosotros llevamos un mensaje de que sí se puede”, comenta la joven.