BALONCESTO

Schrempf: "Estados Unidos contra el resto del mundo sería más serio y competitivo"

Detlef Schrempf fue el primer jugador europeo en jugar en un Partido de Estrellas de la NBA.

Detlef Schrempf fue el primer jugador europeo en jugar en un Partido de Estrellas de la NBA.

Esta temporada más de una quinta parte de los jugadores que militan en la NBA ha nacido fuera de Estados Unidos, una cifra alejada de los años ochenta y noventa cuando pioneros como Detlef Schrempf abrieron el camino a futuras generaciones.

Con Nikola Jokic, Luka Doncic y Giannis Antetokounmpo optando al MVP, el alemán ve con buenos ojos un cambio de formato en el All-Star por un Estados Unidos contra el resto del mundo: "Es interesante. Probablemente sería más serio y sería divertido verlo. La competitividad le daría un plus".

Pregunta: Su primer All-Star fue precisamente en Utah, como el de este año. ¿Recuerda cuántos europeos participaron?

Respuesta: La influencia del baloncesto europeo entonces no tenía nada que ver con el escenario en el que estamos actualmente. Realmente fui yo solo durante mucho tiempo. Creo que en mis tres participaciones en el All-Star fui el único europeo. A finales de los noventa hubo un par de jugadores más. Eso fue hace mucho tiempo y es bueno ver que hoy el baloncesto es un deporte de impacto mundial.

P: ¿Qué siente cuando ve que en 2023 hay seis jugadores de otros países que son titulares y que hasta nueve participan en el partido de las estrellas?

R: Esto sólo demuestra lo grande que es este deporte, involucrando a todos. El tremendo talento de los jugadores internacionales y cómo juegan en casos como Nikola Jokic y Luka Doncic, que dominan muchos fundamentos como el bote, el pase, el tiro, la lectura de juego...

Es lo que intentamos enseñar a los más pequeños: jugar de una manera completa. Y son referentes con un impacto muy positivo para todos ellos.

P: Se podría decir que usted fue un pionero, después llegó una segunda generación con los Parker y Gasol... Y hoy en día los nacidos fuera de Estados Unidos ya llegan para dominar la competición.

R: Seguro. El número sigue creciendo. Lo que comenzó con jugadores como yo hace muchos años tuvo su relevo años después con nombres como Tony Parker o Boris Diaw, esa conexión francesa. También Pau y Marc Gasol. Sin olvidar a Andrei Kirilenko.

Todo eso llevó un tiempo y ahora hay muchos jugadores llegando también desde cualquier rincón del planeta, muchos africanos como en su día Hakeem Olajuwon, latinoamericanos... Es fantástico ver cómo está cambiando.

P: Usted, en los ochenta, llegó a la NBA a través del baloncesto universitario y el draft. Hay jugadores no estadounidenses que en la actualidad han seguido ese camino, incluso renunciando a contratos profesionales en Europa como Domantas Sabonis o Franz Wagner. ¿Cree que es mejor esta vía?

R: Creo que es un buen sistema cuando llegas desde la universidad porque también conlleva una buena educación. Puedes entrenar mucho más de lo que lo harías en Europa, donde estarías más limitado. Y el contacto con los países de origen lo pueden tener en los veranos con sus selecciones nacionales.

No es un camino equivocado, a mí me fue muy bien. Yo no tuve la opción de elegir. También es bueno jugar profesionalmente en Europa antes de venir a la NBA, como hizo Pau en Barcelona con dieciocho años, y a él también le fue bien. A mi me dio tiempo a crecer, a ponerme más fuerte en mis primeros dos años en la universidad. Cada caso es diferente.

P: La NBA y la FIBA ponen en marcha cada año el proyecto 'Basketball without borders' (Baloncesto sin fronteras) y juntan talento de los cinco continentes durante unos días en EE.UU. ¿Qué le parecen estas iniciativas?

R: Este tipo de proyectos permiten un acercamiento a la liga de los jóvenes talentos en el mundo, poder estar en la órbita del draft y ser elegidos. Algunos ya están listos y otros necesitan tres años más. La primera vez que un proyecto así se puso en marcha fue muy complicado porque las federaciones ponían problemas en mandar a sus jugadores a EE.UU. Hoy ya es una realidad y es algo positivo.

P: ¿Cuál es su opinión sobre esa posibilidad de que los partidos del All-Star comiencen a enfrentar a EE.UU. con el resto de jugadores de otros países?.

R: Es interesante. Probablemente el All-Star sería más serio y sería divertido verlo. Puede ser positivo un cambio para hacer el partido más competitivo. Ya es entretenido pero la competitividad le daría un plus.

P: ¿Qué equipo cree que ganaría ese partido entre EE.UU. y el resto del mundo?

R: No lo sé, sería interesante verlo. Ver cómo lo afrontan. Sería un gran partido, pero dependería de cómo se lo tomen. No tengo ni idea. Quizás la manera de jugarlo sería distinta en un equipo y otro.