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MUJERES DE GRANDES LIGAS

“Mirar atrás”

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Carolina Cruz de MartínezSanto Domingo

Juzgar a la ligera es de humanos. Siempre nos parecerá más fácil apuntar y señalar a otro que asumir nuestra propia demanda o responsabilidad. A la verdad hacerlo de esa forma nos descarga de lidiar con la consciencia personal pero no resuelve aquellas cosas que debemos afrontar.

La sociedad dice “para atrás ni para coger impulso,” pero la verdad es que no se puede adelantar sin mirar atrás. Aunque parezca paradójico, cada uno de nosotros debe retroceder para avanzar. Nada ocurre sin causa y muchas de las situaciones en las que hoy nos encontramos son debido a decisiones que tomamos en el pasado. Si la vida nos da el privilegio u oportunidad de poder remediar, entonces es sabio detenernos y mirar atrás.

EJERCICIO: Es saludable que el atleta entre en el ejercicio de mirar atrás para que pueda hacer un levantamiento de lo que necesita priorizar.

Un atleta puede mirar atrás y apreciar lo mucho que ha mejorado, pero también puede mirar atrás y notar que se ha estacionado. Un atleta puede mirar atrás para pasar balanza al camino recorrido y proyectar lo que ha dado resultado vs., lo que debe ser desechado: si el atleta no se fija metas por etapas y temporadas nunca podrá cuantificar si el nivel de sacrificio vale la pena.

El atleta puede mirar atrás para valorar aquellos que han permanecido en todo su recorrido: en altas y bajas, en salud y enfermedad, en escasez y en abundancia, en momentos de éxito o de estrés. El atleta debe mirar atrás y analizar de quien recibió apoyo, quien se hizo el chivo loco y quien apareció cuando todo volvió a la normalidad para así saber quien permanecerá temporal y quien se quedará un poco más.

FACTURAS: Mirar atrás no es un ejercicio común porque la verdad es que no queremos enfrentarnos a las facturas que debemos. Pero si no lo hacemos se puede acumular un monto que más hacia adelante nos causará un trastorno. No nos gusta devolvernos porque preferimos ir avanzando e ignorar la estela que vamos dejando. Son muchos los desaciertos, tollos, errores y pobres decisiones en las que nos vimos envueltos, y la ansiedad o el miedo nos dice: para que mirar atrás si estamos bien ahora y no hay necesidad? Sin embargo aceptar eso es vivir en un engaño, que puede seguir costándonos caro.

Para un atleta mirar atrás debe aprender a superar el qué dirán y la presión de grupo pues muchos forzarán para que no se mire atrás. Mirar atrás es aprender a identificar y reconocer de donde han surgido muchos problemas y líos. Para nadie es agradable enfrentar problemas pero peor es no entender cómo y porque se llegó a estar en la situación actual.

Nadie se levanta a cometer un error, pero el mal se aprovecha de lo que no sabernos. Es bueno detenernos, sopesar, analizar y reajustar cualquier área de nuestra vida en la que estemos patinando y sin salida. En la vida para toda hay respuestas, solo hay que buscarla en la fuente correcta.

“Como el gorrión en su vagar, y como la golondrina en su vuelo, Así la maldición nunca vendrá sin causa.” Proverbios 26:2 RVR1960. Mirar atrás nos liberará de sanguijuelas que solo quieren chupar silentemente sin que nadie lo sepa.

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