Aquí se forjan las medallas de oro en taekwondo

¡Así no se puede! El deporte de taekwondo, una de las especialidades deportivas que más medallas ha entregado al país, tiene como principal centro “un chiquero”.

Más de una década de promesas incumplidas a dirigentes, entrenadores y atletas de ese deporte, hacen del pabellón de taekwondo una instalación llena de deficiencias. Está situada en el ala oeste del pabellón de combate que comparte con el deporte de karate.

Filtraciones, instalaciones sanitarias inservibles, un sistema eléctrico deteriorado, iluminación deficiente y otras tantas faltas. “Así no se puede, no se puede seguir haciendo deporte y sacar unos resultados que sólo sirven para exhibirlo y nada más, sin saber los sacrificios de los protagonistas de esos resultados”, proclamó Francisco Camacho, presidente de la Federación Dominicana de Taekwondo.

Mientras caía una tenue lluvia en el centro olímpico, las goteras golpeaban la cabeza de Camacho que indignado, señalaba el agua que caía del techo.

Por otro lado, señalaba a algunos atletas que iban llegando la tarde de este lunes al pabellón, sentados en el piso, porque ni siquiera tienen donde descansar en el área que ha dado a dos medallistas olímpicos (Gabriel Mercedes, en Beijing 2008 y Luisito Pie, en Río 2016) y decenas de preseas a nivel Juegos Panamericano y Centroamericanos y del Caribe.

“No si tomarán este reclamo como político, pero la realidad es que así no se puede, nuestros atletas y los entrenadores que los acompañan, nosotros los dirigentes no podemos seguir trabajando en estas condiciones”, insistió Camacho, en su reclamo porque se mejore ese pabellón.

Recuerda que a raíz de la participación dominicana en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla y las 9 medallas (tres de oro, dos de plata y cuatro de bronce) “aquí vinieron, pintaron de verde el pasillo central y nada más”. “Dejaron las otras partes del pasillo igual, sucia, lo mismo que el resto de la parte”.

Francisco Camacho pide se intervenga el pabellón

Camacho recuerda que en el año 2012 se hizo un levantamiento, incluso se llegó a poner un letrero gigantesco al frente del pabellón con una especie de maqueta en lo que sería transformada la instalación.

Salones de entrenamientos climatizados, oficinas nuevas y mejor ubicadas, cafetería, sendas villas (una masculina y otra femenina) baterías de baños, vestidores, gimnasio, entre otras facilidades. Ese proyecto había sido concebido por un monto de 40 millones de pesos.

“Todo quedó en promesa”, afirma Camacho, quien estaba acompañado de Oscar Maldonado, miembro del comité ejecutivo de esa federación.

Desde ese momento, según relata Camacho, “todo ha ido de mal en peor”. “Por eso es nuestro grito de carencia en que se desenvuelve el taekwondo”, por lo que esa federación ha debido enviar al Centro de Alto Rendimiento de San Luis, Potosí, en México, a los atletas seleccionados para asistir a eventos del Ciclo Olímpico. En ese centro los atletas tienen dormitorio decente, gimnasio, sala de masaje, servicios médicos, alimentación adecuada, entre otras facilidades.

“Es una pena que aquí, ni siquiera cupo tenemos en la villa de Las Américas, a pesar de que hemos hechos solicitudes múltiples, no solo por eso, sino por un minibús para transportarnos como lo tienen otras federaciones hermanas, pero no nos hacen caso, eso sí, los primeros en la lista de reclamo de medallas nos ponen a nosotros”, siguió diciendo Camacho con nostalgia.

En el llamado pabellón de taekwondo no sirven las luminarias. De 16 lámparas del salón de entrenamiento, apenas cuatro encienden; de las dos baterías de baños, hay una clausurada y una funciona con mucha deficiencia ante la falta de agua; la bomba de agua se quemó desde hace tiempo; las filtraciones son múltiples; el salón de entrenamiento apenas tiene el tapiz sobre el piso de concreto, lo que en ocasiones provoca lesiones a los atletas. El tapiz debe estar sobre una superficie de madera para amortiguar, pero la base que tenía se dañó no se ha podido reponer.

Las instalaciones eléctricas son deficiencias y la iluminación en los alrededores es casi nula. Algunas de las muchachas han corrido el peligro de ser violadas.

Hay un área improvisada con dos tanques de agua que los atletas usan con “jarritos” para bañarse. “Cuando hay un varón, tiene que ponerse uno a la entrada para que no entre una hembra y viceversa”, relata Camacho.

El calor es sofocantes en la instalación por lo que ha solicitados en varias ocasiones que sean colocados extractores en el pabellón. “Cuando los aires están encendidos, aquí no se puede estar porque todo es un infierno aquí”, dijo el dirigente deportivo, dejando claro que el reclamo que hace “es por los atletas”.

Preselección El taekwondo dominicano tiene apenas una docena de atletas alojados en la villa de Las Américas, cuando debiera tener unos 30. Muchos tienen que irse a sus casas pagando pasajes y los que tienen que ir a la villa, también deben pagar su transporte público.

Cuando viene el tiempo de preparar el equipo que va a un evento, entonces el sacrificio de la federación es mayor, lo mismo que los atletas que tienen que salir del país y dejar su familia, estudios o trabajos para entrenar adecuadamente y tener un resultado.

“Todo esto es una realidad que no se puede aguantar”, terminó diciendo Camacho, quien sigue pidiendo a gritos la intervención estatal para que el taekwondo dominicano tenga un lugar “decente” donde entrenar.

“Esperamos que los resultados que damos al país sea correspondido”, insistió.