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Hancharenka vino de Rusia y dio un “envión” a pesas de RD

Con más de 75 años a cuesta y un largo historial como entrenador que, además de su natal Unión Soviética, incluye paradas en Irán, Egipto y la República Dominicana, Liavontsi Hancharenka se propone decirle adiós al mundo de las pesas al final de los Juegos Olímpicos “Tokio 2020”.

“¡No más!”, asegura uno de los miembros del staff de entrenadores de la selección nacional de levantamiento de pesas, que el primero de septiembre cumplirá su onomástico 76.

“No voy a seguir trabajando después de los 78”, adelanta “El Ruso”, a quien en poco más de diez año que tiene residiendo en el país no le ha resultado fácil conciliarse con el idioma español, pero se hace entender.

Él llegó en el 2003, previo a los Juegos Panamericanos del 2003, y laboró con el colectivo quisqueyano hasta los de Brasil 2007.

Pausa en RD Luego y hasta el 2011 hizo un periplo por Irán, de donde a pesar de que realizaba su trabajo dotado de todos los recursos optó por marcharse por el fundamentalismo de la religión que allí se profesa.

Cuando tenía que salir con el equipo de esa nación, su esposa Valentina quedaba en cautiverio porque si el esposo no está las féminas tienen que permanecer en el hogar.

“La religia, muy difícil”, declara el bielorruso, quien optó marcharse a Egipto, donde después de clasificar a cuatro pesistas para los Juegos Olímpicos de Londres, se vio precisado también a recoger maletas por las continuas guerras, las cuales le persiguen desde su nacimiento.

(Él nació en el 1942, en plena Segunda Guerra Mundial y en la nación más sufrida del conflicto bélico).

No lo pensó dos veces para regresar a la República Dominicana, cuando, enterado de la situación difícil por la que atravesaba William Ozuna, el presidente de la Federación Dominicana de Pesas, le llamó con esa finalidad.

“El trabajo que Hancharenka ha realizado con nosotros ha sido muy bueno. Los frutos ahí están”, resalta Ozuna.

“Indudablemente, ha tenido resultados. Desde que llegó nosotros hemos logrado modificar muchas cosas en nuestro sistema de entrenamiento. Los entrenadores se han pulido bastante porque hemos hecho muchos cursos con él”, subraya.

La última muestra han sido las 19 medallas que el representativo de halterofilia, bajo las riendas de los entrenadores Hancharenka, Héctor Domínguez y Moreno Martínez, obtuvo en los recién finalizados Juegos Centroamericanos y del Caribe “Barranquilla 2018”.

La última meta Su mayor ambición es retirarse ayudando al país a obtener una presea olímpica en Tokio, Japón.

“Yo quiero dos medallas con Beatriz Pirón, Crismery Santana y quién sabe si Luis García”, manifiesta.

Está claro en que las mayores posibilidades descansan en Santana, la nueva estrella nacional de la halterofilia, sobre todo porque compite en la división de 90 kilogramos aun cuando su peso corporal no supera los 87.

A partir del próximo Mundial de Pesas, programado para realizarse del 1 al 10 de noviembre en en Asjabad, Turkmenistán, desaparecerá la misma, dando lugar a la categoría 87 kilos, donde, en su peso natural, ella esperará por sus principales rivales, sobre todo por la monarca del globo, la ucraniana Anastasia Hotfrid, de 22 años, quien se verá precisada a rebajar una siete libras para hacer el peso.

En el 2017, en el marco del Mundial de California, Hotfrid, ganó dos chapas de oro y una de plata, mientras que la petromacorisana acumuló tres, una plateada y dos de bronce.

“Las posibilidades son buenas”, enfatiza “El Ruso”. También serían buenas su despida del país y de su dilatada faena con la disciplina de las barras y los discos.

Cita

Gerardo suero fue el jugador más valioso lnb +10 www.listindiario.com Síguenos en: “Esa una persona enamorada de su trabajo y muy colaboradora. Nos hemos llevado muy bien” Héctor Domínguez,

entrenador. Greg Johns (MLB.com)

Arlington

El infielder suspendido de los Marineros, Robinson Canó, se fue de 4-1 con una anotada como bateador designado el martes por Triple-A Tacoma, en el segundo partido de rehabilitación del dominicano.

Después de un día libre el miércoles, Canó jugará cuatro encuentros con Clase-A Everett. El veterano será elegible para reintegrarse al equipo grande de Seattle el próximo martes en Oakland.

Canó viene cumpliendo una suspensión de 80 juegos debido a una prueba positiva por furosemida, un diurético prohibido por MLB que podría usarse para cubrir el uso de sustancias para aumentar el rendimiento.

Los jugadores suspendidos pueden jugar a nivel de liga menor en los últimos 14 días de sus sanciones, con el fin de prepararse para el regreso a Grandes Ligas. Canó lo está haciendo para recuprar el ritmo en el plato y también para practicar nuevas posiciones defensivas fuera de la segunda base.

Canó se fue de 7-2 con dos sencillos y una base por bolas en sus dos choques con Triple-A Tacoma.

Con Dee Gordon establecido como intermedista de los Marineros ante la ausencia de Canó, el quisqueyano jugó en la primera almohadilla el lunes. Lo más probable es que el ocho veces convocado al Juego de Estrellas juegue en la segunda y la tercera en Everett.

“Lo más difícil es cambiar de posición en medio de la temporada, sobre todo una posición que nunca has jugado”, dijo Canó en Tacoma. “Pero no se trata de Robinson Canó. Se trata del equipo, cómo puedo subir y cómo puedo ayudarlo a ganar y alcanzar los playoffs”.

Se espera que Seattle incluya a Canó en su lineup todos los días, compartiendo tiempo en la primera con Ryon Healy, en la segunda con Gordon, en la tercera con Kyle Seager y en el puesto de bateador designado con su compatriota Nelson Cruz.

“Seremos creativos”, dijo el manager de los Marineros, Scott Servais. “Aún no tengo la fórmula mágica. Estamos viendo diferentes opciones y lidiaremos con eso cuando (Canó) llegue”.

Freddy Tapia

Santo Domingo

Con más de 75 años a cuesta y un largo historial como entrenador que, además de su natal Unión Soviética, incluye paradas en Irán, Egipto y la República Dominicana, Liavontsi Hancharenka se propone decirle adiós al mundo de las pesas al final de los Juegos Olímpicos “Tokio 2020”.

“¡No más!”, asegura uno de los miembros del staff de entrenadores de la selección nacional de levantamiento de pesas, que el primero de septiembre cumplirá su onomástico 76.

“No voy a seguir trabajando después de los 78”, adelanta “El Ruso”, a quien en poco más de diez año que tiene residiendo en el país no le ha resultado fácil conciliarse con el idioma español, pero se hace entender.

Él llegó en el 2003, previo a los Juegos Panamericanos del 2003, y laboró con el colectivo quisqueyano hasta los de Brasil 2007.

Pausa en RD

Luego y hasta el 2011 hizo un periplo por Irán, de donde a pesar de que realizaba su trabajo dotado de todos los recursos optó por marcharse por el fundamentalismo de la religión que allí se profesa.

Cuando tenía que salir con el equipo de esa nación, su esposa Valentina quedaba en cautiverio porque si el esposo no está las féminas tienen que permanecer en el hogar.

“La religia, muy difícil”, declara el bielorruso, quien optó marcharse a Egipto, donde después de clasificar a cuatro pesistas para los Juegos Olímpicos de Londres, se vio precisado también a recoger maletas por las continuas guerras, las cuales le persiguen desde su nacimiento.

(Él nació en el 1942, en plena Segunda Guerra Mundial y en la nación más sufrida del conflicto bélico).

No lo pensó dos veces para regresar a la República Dominicana, cuando, enterado de la situación difícil por la que atravesaba William Ozuna, el presidente de la Federación Dominicana de Pesas, le llamó con esa finalidad.

“El trabajo que Hancharenka ha realizado con nosotros ha sido muy bueno. Los frutos ahí están”, resalta Ozuna.

“Indudablemente, ha tenido resultados. Desde que llegó nosotros hemos logrado modificar muchas cosas en nuestro sistema de entrenamiento. Los entrenadores se han pulido bastante porque hemos hecho muchos cursos con él”, subraya.

La última muestra han sido las 19 medallas que el representativo de halterofilia, bajo las riendas de los entrenadores Hancharenka, Héctor Domínguez y Moreno Martínez, obtuvo en los recién finalizados Juegos Centroamericanos y del Caribe “Barranquilla 2018”.

Última meta de Hancharenka A partir del próximo Mundial de Pesas, programado para realizarse del 1 al 10 de noviembre en en Asjabad, Turkmenistán, desaparecerá la misma, dando lugar a la categoría 87 kilos, donde, en su peso natural, ella esperará por sus principales rivales, sobre todo por la monarca del globo, la ucraniana Anastasia Hotfrid, de 22 años, quien se verá precisada a rebajar una siete libras para hacer el peso.

En el 2017, en el marco del Mundial de California, Hotfrid, ganó dos chapas de oro y una de plata, mientras que la petromacorisana acumuló tres, una plateada y dos de bronce.

“Las posibilidades son buenas”, enfatiza “El Ruso”. También serían buenas su despida del país y de su dilatada faena con la disciplina de las barras y los discos.

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