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Tony Piña CámporaTwitter:@pinacampora

El pasado cuatro de mayo Gerrit Cole de los Astros de Houston le lanzó a los Diamondback de Arizona un juego en el que alcanzó cien puntos en la escala que mide el dominio de un lanzador en un partido. Ponchó a 16 de los 29 bateadores que enfrentó, un 55%, aceptó un hit que fue un batazo de doble mérito de Chris Owings en el quinto episodio, otorgando una base por bolas y apenas a once de sus 114 envíos lograron sus rivales hacerle contacto por terreno bueno.

Una hazaña de esta naturaleza es muy rara. La última vez que un pitcher lograba alcanzar un señorío de este tipo, en juegos que concluyen en nueve episodios, fue en el 2015 cuando Max Scherzer lo hizo dos veces. Es el único que ha repetido la proeza en una campaña y solo él y Nolan Ryan lo han conseguido en dos ocasiones; este en 1973 trabajando con los Angelinos versus los Tigres y en 1991 con el uniforme de los Rangers contra los Azulejos.

Según lo que tengo registrado en la historia se han lanzado trece juegos en el que el pitcher obtiene un dominio de cien o más puntos y lo curioso es que de esos trece ocho han sido en este siglo. Como la fórmula para conseguir la cifra evaluadora se basa lógicamente en la capacidad de hacer los outs por la vía del ponche sin que le conecten con solidez, manteniendo el dominio de la zona de strike; ese es un espécimen que pertenece a los tiempos actuales. Antes, la mayoría de los grandes ponchadores fallaban en el control y los controlados no lograban abanicados con frecuencia.

El método es el siguiente: sobre una base de cincuenta puntos, se le agregan uno por cada out realizado, dos por cada episodio completado después del cuarto y uno más por ponche propinado; deduciendo dos por cada hit permitido, cuatro por carrera limpia, dos si es sucia y uno por base por bolas. Es obvio que ese tipo de lanzador pertenece a la presente generación que comenzó a engendrarse el decenio de los sesenta y que ha llegado a su máxima expresión en la actualidad.

PIONEROS El primero que logró los cien puntos de autoridad en un juego fue Warren Spahn en 1960 cuando le tejió un juego sin hits a los Filis ponchando a quince y otorgando dos pasaportes. El gran zurdo, considerado el mejor de su naturaleza de todos los tiempos hasta la llegada de Randy Johnson, tenía 39 años de edad al alcanzar la hazaña.

En 1965 Sandy Koufax lanza un juego perfecto contra los Cachorros en el que llega a 101 puntos cuando catorce de sus 27 outs fueron dejando en el plato a los adversarios. Vienen entonces las hazañas de Ryan, conseguidas en 1973 y 1991, el único que en ese periodo la concretó, acumulando cien y 101 puntos respectivamente. En 1998, siendo un novato, Kerry Wood con los Cachorros eleva la puntuación a la cifra récord de 104 al ponchar a veinte bateadores de los Astros aceptando un hit de dudosa legitimidad y con él se cerró el grupo del siglo veinte.

Se unen ya en esta centuria Curt Schilling y Randy Johnson en el 2002 y el 2004, ambos defendiendo la causa de los Diamondback. El primero derrotó a los Cerveceros ponchando a 17, cediendo dos bases y aceptando un hit y el segundo tuvo dominio perfecto contra los Bravos abanicando a trece, ambos obtuvieron una puntuación de cien.

Seis temporadas después, en el 2010, Brandon Morrow de los Azulejos conduce el triunfo frente a los Rays al permitir un indiscutible y conceder dos pasaportes, ponchando a 17 para llegar a cien puntos y en el 2012 Matt Cain de los Gigantes puntualiza un juego perfecto contra los Astros ponchando catorce alcanzando 101.

Finalmente está el juego sin hits que Clayton Kershaw de los Dodgers logra contra los Rockies en el 2014, no fue juego perfecto por un error del campo corto Hanley Ramírez, donde ponchó a quince y la puntuación llegó a 102; los dos señalados de Scherzer en el 2015 con los Nacionales, uno frente a los Cerveceros donde llegó a cien puntos y el otro, una joya en la que ponchó a 17 bateadores de los Mets perdiendo asimismo el juego perfecto por error del antesalista Yunel Escobar y con el que empató la marca de Woods al llegar a 104 puntos.

El pasado cuatro de mayo, como indiqué, Gerrit Cole se convirtió en el decimotercer lanzador que logra un dominio de ese tipo en un juego y el sexto en los últimos nueve torneos.

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