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CON LOS CAMPEONES

La “Josemanía” impactó en 1983

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Mario Emilio GuerreroSanto Domingo

En la campaña de 1983, el pitcher derecho dominicano José de León irrumpió en las Grandes Ligas causando tal impacto con actuaciones en que se encaminó a lograr un no-hitter, que dio lugar al surgimiento de la “Josemanía”. Ese fue un fenómeno similar al protagonizado dos años atrás por el serpentinero zurdo mexicano Fernando Valenzuela, quien con los Esquivadores de Los Ángeles también debutó en las Ligas Mayores lanzando partidos memorables.

PRIMERAS SALIDAS: De León, que contaba con 22 años de edad, inició esa temporada en triple A, con el equipo Hawái, sucursal de los Piratas de Pittsburgh en la liga Costa del Pacífico. En ese circuito trabajó en 20 partidos como abridor y tuvo récord de 11-6 y efectividad de 3.04, con 6 juegos completos y una blanqueada. En 127.1 entradas permitió 90 hits y 50 carreras, 43 limpias, ponchó a 128 bateadores y transfirió a 68. El 23 de julio fue subido a las Grandes Ligas y registró un auspicioso debut frente a los Gigantes de San Francisco, en el Three Rivers Stadium, de Pittsburgh. En 8 episodios, aceptó 2 carreras, todas limpias y 4 hits, otorgó 4 boletos y ponchó a 9, resultando el pitcher ganador. En su segunda apertura, 4 días después, lanzó mucho mejor aún, esta vez contra los Padres de San Diego, también como local. Tiró juego completo, permitiendo una carrera y 4 hits, con 2 transferencias y 7 ponches, alzándose nuevamente con el triunfo. En esta oportunidad retiró a los primeros 19 bateadores que enfrentó, rompiéndole el juego perfecto y el juego sin hit Alan Wiggings con un sencillo al leftfield en el séptimo, luego de un out.

JOYAS MONTICULARES: Lo que vino después fue aún más impresionante, pues en su tercera aparición, el 31 de julio en el Shea Stadium de la ciudad de Nueva York, ante los Mets, De León estuvo lanzando un juego sin hit hasta el noveno episodio y tras retirar al primer bateador de ese inning, Hubbie Brooks le conectó sencillo al jardín izquierdo. El partido se fue a entradas extras y su actuación fue de 9 innings en blanco de apenas un hit, dos bases por bolas y 11 ponches. Luego de esa joya monticular el mundo del béisbol quedó encandilado con el novel tirador criollo y se dio inicio a la “Josemanía”. De León realizó su cuarta apertura el 5 de agosto en Pittsburgh frente a los Expos de Montreal y no le fue bien. Trabajó en 6 innings, aceptando 9 hits, 5 vueltas, 4 limpias, dio 4 boletos y ponchó a 8, cargando con la derrota. Luego de dos buenas salidas de 7.0 y 8.1 episodios, en que permitió 4 hits en cada una de ellas, además de 3 y 2 carreras, respectivamente, volvió a coquetear con otro no-hitter el 20 de agosto ante los Rojos de Cincinnati, en su casa. Inició su actuación de ese día dominando al abridor de los Rojos con elevado al patrullero derecho y después de transferir al segundo hombre en la alineación, abanicó a los próximos 3 bateadores, para en lo adelante retirar a 18 de los siguientes 19 rivales, 11 de ellos por la vía del ponche. Dan Driessen quebró el juego sin hit con un doble entre right y centerfield en el séptimo episodio, con dos outs. Terminó el desafío tirando una blanqueada de sólo dos hits, con 13 ponches y 3 boletos.

FEN”MENO EN EBULLICI”N: Tras esa nueva joya monticular, el joven lanzador criollo nativo de Rancho Viejo, La Vega era el foco de atención de la prensa y fanáticos del béisbol. Y no era para menos pues en sus primeras 7 aperturas, De León ostentaba marca de 4-2 y efectividad de 1.92, con 2 juegos completos y una blanqueada. En 56.1 entradas había permitido 28 hits y 13 carreras, 12 limpias, con 62 ponches y 23 bases por bolas. En agosto 25 lanzó frente a los Astros de Houston como home club y obtuvo su quinta victoria, al trabajar en 8.2 innings en que permitió 8 hits y 3 carreras limpias, con 3 transferencias y 11 ponches. A esa buena salida le siguió otra apertura en Cincinnati, que elevó la “Josemanía” a su máxima expresión, ya que nuevamente llegó más allá de la mitad del partido sin permitir hit. El primer imparable se produjo en el sexto episodio, después de un out y terminó su actuación con 6 entradas de 2 hits, una carrera, una base por bolas y 7 ponches, que le valió para acreditarse su sexto triunfo.

A LA NORMALIDAD: En el resto de la estación tuvo otras 6 salidas como abridor, 3 de ellas de calidad e incluso tiró una blanqueada, pero sin conseguir el nivel alcanzado con sus grandes actuaciones anteriores, cuando puso a vibrar el béisbol de las Grandes Ligas con sus intentos de tirar un partido sin hit. Concluyó la campaña con récord de 7-3 y efectividad de 2.83. En 15 aperturas y 108 episodios toleró 75 hits y 36 carreras, 34 limpias, con 47 caminatas, 118 ponches y un WHIP de 1.130. En su carrera de 13 años en las Ligas Mayores, De León militó con Medias Blancas de Chicago, Cardenales de San Luis, Filis de Filadelfia y Expos de Montreal, registrando marca de 86-119 y efectividad de 3.76, en 415 apariciones, 264 como abridor.

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