Reales empujadores

Cuando se evalúa la eficiencia ofensiva de un jugador de béisbol el departamento de las carreras empujadas tiene una vital importancia. La costumbre es aceptar como medida la cantidad obtenida, aunque esto es un logro que depende directamente de las oportunidades que se le presentan al bateador.

Hay dos cosas simples que deben tomarse en cuenta a la hora de analizar ese aspecto de la ofensiva. El volumen está sujeto a los corredores que el bateador encuentra en las almohadillas esperando remolque y eso no depende de este, y aún cuando la reglas de anotación indican que al conectarse un jonrón se le debe registrar carrera empujada y anotada, este por sí solo produce una anotación, e incluso, si el batazo ocurre con las bases limpias no remolca compañero alguno. Esto indica, que para conocer la verdadera cantidad de corredores que un bateador ha empujado con sus batazos, necesariamente hay que reducirle los jonrones.

El año pasado en la Liga Americana Nelson Cruz encabezó la lista del número de carreras empujadas con 119, pero disparó 39 cuadrangulares; esto quiere decir que realmente remolcó ochenta corredores desde las bases. Halló 423 esperando ser enviados al plato, por lo que el promedio que le correspondió fue de un 18.9%. Muy bueno, pero no el suficiente para ocupar el liderato de corredores acarreados con sus batazos. En el joven circuito esa corona le correspondió, entre los que agotaron el mínimo de 502 apariciones al plato, a Marwin González, quien no alcanzó el centenar en el contexto tradicional. El versátil ambidextro de los Astros dio con 322 corredores en base cuando fue a batear y envió a la goma a 67 de ellos, un 20.8%, además disparó trece jonrones para sumar noventa de las cotidianas carreras empujadas.

En la Liga Nacional esta interpretación de la eficiencia productiva arrojó unos resultados más dramáticos. Giancarlo Stanton capitaneó ambas ligas con 132 empujadas, pero si se le restan los 59 cuadrangulares que disparó, la realidad es que remolcó 73 corredores; una cantidad lejana de los 93 con que encabezó Nolan Arenado, quien logró con esa cifra un 20.7%, porcentaje que posee nivel elitista alcanzado escasamente por cinco bateadores en los dos circuitos. Stanton encontró a un total de 405 camaradas en las almohadillas, por lo que su promedio fue de un 18%; mientras el antesalista de los Rockies consiguió por tercer año consecutivo superar el 20% de corredores remolcados, proeza que lo coloca en un grado superior en ese sentido. El liderato porcentual de la Nacional le correspondió a otro de los toleteros del conjunto con sede en Denver: Charlie Blackmon. Su promedio de 22.4 fue el fruto de enviar a la goma a 67 de 299.

Los dos que completan el quinteto que sobrepasó el 20% de corredores remolcados en la campaña pasada son Josh Reddick y Nomar Mazara, de Astros y Rangers. El primero, al igual que su compañero González, no sumó el centenar en la casilla habitual, apenas se le registraron 82, pero de los 337 hombres que halló en base 69 llegaron al plato gracias a su bate, proporcionándole un promedio de 20.47. Ambos, Reddick y González, son parte significativa de la explicación que permite entender el gran éxito logrado por el equipo de Houston que culminó con el título mundial.

Finalmente, si a las 101 carreras empujadas de Nomar Mazara le deducimos sus treinta cuadrangulares, se tiene que remolcó 81 de 396 corredores que encontró esperando empuje para un 20.45%, correspondiéndole en consecuencia al joven guardabosque el título del auténtico mejor empujador dominicano en la campaña de Grandes Ligas de 2017.

PICADERA ....El criollo que registró más carreras empujadas fue Marcell Ozuna con 124, su promedio de corredores remolcados fue de 18.6....Aaron Hudge en términos porcentuales tuvo 14.5% de compañeros enviados al plato. A sus 114 anotaciones empujadas hay que rebajar sus 62 cuadrangulares. Por tanto envió a la goma a 62 de 427....Se puede afirmar que el peor empujador de las Grandes Ligas en el certamen pasado fue Kevin Pillar, apenas remolcó 26 de 336, un magro 7.7% ...